29 de marzo de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Inicié mi vida laboral en la televisión

Recuerda Edith Delgado Martín. Fundadora de la televisión cubana
cmq

Para los cubanos resulta motivo de orgullo que nuestra televisión haya sido de las primeras en America Latina en lanzar al éter sus trasmisiones. La investigadora y escritora Josefa Bracero Torres en su libro, Televisión, Ángel o Demonio, nos ofrece algunos datos al respecto:

“Aquel acontecimiento cultural ubicó a la isla antillana, de apenas seis millones de habitantes, en el tercer país de América Latina, junto con México y Brasil en acceder al novedoso invento de la creación humana, que cambió el rumbo de nuestras vidas. Al igual que la radio, la televisión se convirtió en una escuela para todo el continente”.

Sobre sus vivencias en esa época conversamos con Edith Delgado Martín, una de las primeras trabajadoras de la televisión cubana. Ella acaba de cumplir 80 años de edad pero conserva con tanta vitalidad que sorprende.

Al comunicarle el interés de En Vivo en entrevistarla, ella, toda humildad, nos dijo que había otros compañeros que sabían más de los inicios de la televisión en Cuba, pero al fin accedió a contarnos su breve pero interesante incursión por ese medio audiovisual, favorito para todas las generaciones.

Así nos contó que comenzó a trabajar con Gaspar Pumarejo, durante 1956, en un programa titulado Hogar Club, dirigido principalmente a las amas de casa, fieles a las emisiones. Ese espacio se hacía en los estudios de Prado. También nos relata que en la casa de Pumarejo, situada en Mazón y San Miguel, actual sede del Canal Habana, se trasmitían algunos programas como Cocina al minuto, conducido por Nitza Villapol.

Luego del triunfo revolucionario el 1 de enero de 1959, comienza el proceso de intervención de varios medios de comunicación. El primer interventor de la propiedad de Pumarejo fue el actor Gabriel Casanova y, posteriormente, Cecilio Martínez.

Aclara Edith que los estudios se encontraban en Prado y las oficinas en la calle Virtudes. Ella pasa, entonces, a trabajar dentro de CMQ Televisión, en el Departamento de Personal. El interventor de CMQ fue Gregorio Ortega.

Aunque su estancia en ese medio no fue muy larga, destaca que participaba en todas las actividades revolucionarias de aquella época. Ya en esos momentos era la secretaria del director Juan Martí Fuentes y, posteriormente, trabajó con Ramiro Puentes en el Canal 4.

A lo largo de su experiencia profesional vinculada a la televisión realizó disímiles tareas. En el año 1962, cuando se funda la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), ella integra el Comité de base de la organización, junto a 12 compañeros más, entre los que se encontraban Miguelito de la Uz y las bailarinas Gladys González y Cristy Domínguez.

Relata que junto a las actrices Fela Jar y Amelita Pita iban a un lugar conocido como “La Sierrita” a dar clases, sobre todo de cultura. Fue alfabetizadora junto a otra gran actriz, Gina Cabrera, en el barrio de Las Yaguas. Organizó muchas actividades culturales con los integrantes de la Asociación de Jóvenes Rebeldes.

Hay una anécdota que no podemos dejar de escribir. Previo al Festival de la Juventud y los Estudiantes celebrado en 1962 en Helsinki, Finlandia, se orientó recaudar dinero para la delegación cubana. El Comité de base al cual pertenecía Edith organizó una actividad en el Hotel Nacional con ese fin. Contraron a varias orquestas y cantantes para apoyar el espectáculo.

Toda lo que se recaudara en el espectáculo sería donado para el Festival, pero habia que pagarle a los artistas participantes. Nos dice, todavía emocionada, que cuando fueron a pagarle a Beny Moré, este no quiso cobrar y les dijo que ese era su aporte para el evento,  pues no habían ido muchas personas a ver el espectáculo por las lluvias. A todos los demas hubo que pagarles por la actuacion.

Posteriormente fue trabajar en la Academia de Ciencias de Cuba y más tarde a la UNESCO. Fue editora de la revista de la Cámara de Comercio de Cuba, en donde se jubila.

Nos reitera que todavía se emociona cuando habla del Instituto Cubano de Radio y Televisión pues allí pasó maravillosos momentos. Se mantuvo activa hasta 1993, cuando decidió acogerse al retiro en su último centro laboral.

Posee la medalla de la Alfabetización y la de Fundadora de la Televisión Cubana.

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