“La Radio Cubana es una inspiración para los nuevos talentos”

Con más de tres décadas dedicada a enaltecer a aquellos especialistas de la voz inteligente y de la palabra precisa en los medios audiovisuales de comunicación, Mirta Ramos Difurniao, directora de Comunicación de la Radio Cubana, se erige hoy con la Condición Maestro de Radialistas, otorgada por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), y el título de Doctora Honoris Causa que le concedió la Florida Global University México, Universidad Inteligente, y la Asociación Nacional de Locutores de México.

Aun así, Ramos Difurniao nunca ha considerado que su dedicación a la Radio Cubana haya estado dentro de los parámetros para obtener la Condición de Maestro de Radialistas, aunque desde su trinchera profesional haya intentado que fluya el conocimiento necesario entre los trabajadores de todas las emisoras del país, los valores del medio, el sentido de pertenencia, el respeto a los fundadores y el reconocimiento a los hacedores actuales y a la programación.

“El título de Doctora Honoris Causa se confiere por una Causa de Honor, que en este caso ha sido el Encuentro Científico Nacional de Locutores, del cual soy la Coordinadora General desde su fundación en el 2007. Este encuentro es el único de su tipo en América Latina. En la celebración del año 2008, con carácter internacional en Varadero, se gestó la Federación Hispanoamericana de Locutores, fundada en 2009 en la Ciudad de México. Marialina Grau es la vicepresidenta y yo soy la Secretaria General, además de presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales.

“Creo que este título de honor va más allá de los resultados académicos y lo han recibido médicos, abogados, militares… Esta es la primera vez que se entrega en Cuba y no mide la labor o desempeño como locutor, sino la condición de fundadores del Encuentro de Locutores”, aclara la especialista en exclusiva para En Vivo.

Ramos Difurniao comenzó a trabajar en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) en 1982, como Jefa de la Sección de Prensa y Relaciones Públicas, y considera que en esos años se hacía una bonita labor de acercamiento entre personalidades o trabajadores del Icrt y la prensa especializada. Posteriormente, en 1989, se creó el sistema de la Radio, y esta comunicadora integró el Departamento de Relaciones Públicas. Este trabajo renovó la sensibilidad de los radialistas, y ordenó una estructura hasta entonces dispersa, que no favorecía la integración ni el funcionamiento de la Radio Cubana.

“Después de ese hecho, los directivos de la radio han adquirido conocimientos necesarios en el mundo de la comunicación. Eso ha permitido que en las emisoras se note un avance en la relación con los públicos y en las estrategias comunicativas. Creo que los festivales nacionales de radio, con sedes provinciales y su espíritu de creación, imprimen un estímulo a los realizadores y permiten el ordenamiento de la programación mediante las temáticas convocadas. No obstante, se requiere mayor aplicación y sensibilidad hacia una especialidad que tiene su propio campo teórico y una responsabilidad definida en el cuidado de los públicos, fundamentalmente en nuestro medio, donde los trabajadores son transmisores de ideología”, señala Ramos.

Más allá de los logros recientes, Ramos Difurniao insiste en que el campo de la comunicación en los momentos actuales requiere la participación de otras especialidades como el marketing, la promoción y la publicidad, encargadas del entramado y complejo camino de la comunicación, imprescindible no solamente en el aspecto institucional, sino en las relaciones internacionales de Cuba con otros medios de comunicación.

“También las redes sociales se mueven vertiginosamente, mucho más rápido que cualquier otro medio, y resultan imprescindibles para la retroalimentación y los intercambios de opinión con los diversos públicos y sus reacciones instantáneas”, precisa Ramos.

Con una agenda de trabajo que no parece tener pausa, esta comunicadora por excelencia se aferra felizmente a continuar encaminando los procesos comunicativos “en aras de cultivar a las nuevas generaciones y lograr que la Radio Cubana sea una plataforma multimediática preferida, que llegue con calidad a todos los rincones del país y más allá”.

Además, Mirta Ramos se siente entusiasmada con el proyecto Cronología Histórica de la Radio Cubana, que alienta la necesidad de revisar hechos que ya fueron asentados por otros que ya no están, y de rescatar 50 años de radio que no han sido documentados.

“Es un proyecto complejo que requiere que cada emisora cree su comisión o grupo de trabajo, y que la deben integrar el historiador del territorio, los jubilados, los investigadores, y todo el que pueda aportar a ese propósito”, manifiesta Ramos.

Asimismo, la especialista apuesta por el Día del Oyente y la Familia Radialista, para estimular la unión familiar y la trasmisión de cultura, de valores y el entretenimiento para todos. “Esta es una acción de comunicación en desarrollo y cada 19 de marzo las emisoras abren sus puertas a los oyentes y sus familias. Estimula mucho el diploma que reciben en acto público con todos los nombres plasmados. Pienso que cuando cada familia disponga de un radio se reunirán para escuchar sus programas favoritos y los niveles de audiencia colectiva y satisfacción estarán al nivel deseado”, indica.

Por otra parte, Ramos aboga por el espacio de participación e intercambio directo denominado “Cita con la Radio”, derivado de un proyecto comunitario anterior, con la posibilidad del diálogo entre oyentes y realizadores.

Luego de haber recibido estas distinciones, Mirta Ramos Difurniao asegura sentirse más comprometida con un medio que se fortalece en tiempos de internet y presenta un potencial seguro para las nuevas generaciones de realizadores. Siente que aún le falta mucho por ofrecerle a la radio, y considera que Cuba puede sentirse orgullosa de ser una nación con una historia radial que sigue siendo ejemplo para los mejores talentos.