De la Gran Escena, ya 40 años

Gran Teatro de la Habana. Por el aniversario 20 del programa . De izquierda a derecha: José Ramón Artigas, María Caridad Caballero, Orlando Quiroga, María Victoria Gil y Tomás Alfonso.
Recuerdo hace muchos años a Orlando Quiroga motivando a Gina Cabrera para que recitara poemas de Antonio Machado en uno de los primeros programas del espacio De la Gran Escena. Y siempre vi a los realizadores cazando e investigando el acontecer musical de la época, incluso desempolvando archivos de clásicos musicales del cine y la televisión para ofrecerlos en el programa.
El viernes, 8 de noviembre de 1985, a las 11 de la noche, vi la transmisión del primer programa De la Gran Escena que duró 1 hora y 27 minutos para alcanzar el cierre del Canal 6. En ese año solo teníamos dos canales nacionales: El Canal 6 y TeleRebelde.
El programa, desde temprana época, fue exitoso y, a petición de los televidentes, conquistó mejor horario hasta lograr la salida a las 8:30 de la noche. Para entonces, por razones de programación, su duraciónse redujo a 27 minutos, pero la premisa de sus inicios continuó.
“Lo más popular de lo culto y lo más culto de lo popular” es el slogan que ha mantenido, para bien, a lo largo de los 40 años de transmisión.

Honor a los fundadores:
No es posible hablar de los 40 años de De la Gran Escena sin rememorar a sus fundadores: el primer guionista, siempre recordado culto e inquieto, Orlando Quiroga; su director José Ramon Artigas y su asesor, devenido después guionista, Tomás Alfonso; quien ha sabido continuar y renovar en sus propuestas e espectáculo televisivo sin perder su impronta original.
El equipo fundador del programa supo motivar, aglutinar y conformar a diferentes especialistas, quienes aportaron mucho al proyecto con sus ideas creativas y originalidad, al ser todos teleastas serios y conocedores de la música y de la televisión. Después, continuaron otros que siguieron la impronta de los iniciadores, siempre velando por la renovación de la propuesta original.
Un ejemplo del trabajo realizado por fundadores y continuadores se puede apreciar en la labor de la editora fundadora y actual asistente del programa María Caridad Caballero; así como la también editora, actualmente jubilada, Mayra Rego, quien le imprimió una forma particular al montaje del programa.
Así mismo, recuerdo a sus primeros presentadores: María Victoria Gil y Omar Moynelo, quienes figuraban en pantalla con una excelente presencia gracias, entre otros, al equipo creativo que cuidaba su vestuario y proyección escénica. Igualmente, resulta significativo destacar que, desde que concibieron De la Gran Escena, nunca trabajaron con una escenografía tradicional sino se atrevieron a experimentar con el recién adquirido recortador de imágenes para mostrarnos la vinculación de la música con obras de los artistas o movimientos de las artes visuales. Ese diálogo entre la música y las artes visuales aún se conserva y agradece.
Por eso es preciso decirlo:De la Gran Escena no ha sido un programa más. La propuesta televisiva ha hecho historia por la seriedad, el rigor y la rica selección de los artistas y espectáculos proyectados.
Disfrutando el espacio he conocido a muchos intérpretes que han alcanzado un lugar cimero en la historia del arte como los tenores Plácido Domingo, José Carreras y Luciano Pavarotti, y las sopranos María Callas y Monserrat Caballé, entre otros que para entonces eran conocidos por los amantes de la ópera, pero no eran populares para el televidente cubano. Algo que el espacio consiguió.
Otro mérito del programa ha sido seguir las diferentes trayectorias de los distintos intérpretes en la actualidad, lo cual ha permitido a los televidentes seguir la evolución de los artistas y conocer la actualidad de su vida musical.
El guion resulta escueto y directo, no hay entrevistas ni regodeo en las informaciones. Se presenta el tema visual y el musical, sin géneros repetidos y con una dinámica precisa en la presentación de número musical. Cuida una ley del musical: el final apoteósico, en este caso, reserva lo mejor para el cierre, para mover al espectador, su sensibilidad y emoción.
Si se presta atención, es visible el afán del equipo por mostrar, junto a los clásicos, los nuevos talentos seleccionados, sobre todo, por su calidad. Además, sigue los movimientos musicales y demuestra una exhaustiva investigación para seleccionar los temasclásicos guardados en los archivos de la televisión o el cine con el fin de demostrar sus aportes en la historia del musical.
Gracias a esta gran obra televisiva hemos apreciado fragmentos de películas con canciones o coreografías que deseábamos volver a ver y hemos viajado por el mundo porque sus propuestas no se circunscriben a América o Europa, sino que visitan África, Asia y Australia, despertando en el público el goce por música y culturas, a veces, desconocidas.
En estos 40 años, reciba De la Gran Escena las felicitaciones de su público fiel que celebra con creces el nuevo aniversario, agradeciendo las noches con su compañía.
Fotos: de Miguel Puldon