Federico también mueve los caracoles

Programa infantil
En los estudios de animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, donde nacen los sueños animados, hay un ratoncito que ha logrado lo imposible: convertir una “simple” transmisión televisiva en un proyecto sociocultural que respira inclusión, susurra esperanzas y baila con la diversidad de una Cuba que se mira en sus pantallas cada temporada estival.
Ese mismo ratoncito de color azul y de carácter juguetón, acaba de arrasar en la más reciente edición de los premios Caracol de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en las categorías de programa infantil para radio y televisión, respectivamente.
Federico Maldemar no llegó a nuestros medios por casualidad. Su historia comenzó en 2008, cuando las tablas teatrales lo vieron nacer de la pluma del dramaturgo caibarienense Maikel Chávez García, en la obra Un mar para Tatillo, ganadora del Premio Dora Alonso. Desde esos primeros latidos escénicos, el pequeño roedor emprendió un viaje multiplataforma que lo llevó de la literatura al teatro, de la radio a las redes sociales, hasta encontrar en Fede TV su expresión más completa como fenómeno sociocultural.
La pandemia de la Covid 19 marcó la entrada de Federico a Radio Progreso en un programa de 15 minutos donde entre cuentos, música y valores humanos imprescindibles, se tejen aun hoy las travesuras y ocurrencias del ya famoso ratón y su papá, Pipo, ambos personajes interpretados eficazmente por ese niño grande que es Maikel Chávez. Gracias al éter los niños cubanos conectaron desde ese tiempo con un personaje más cercano a ellos, más aterrizado a sus preocupaciones y necesidades, que son, indiscutiblemente, diferentes a las de hace 15 o 20 años atrás.
Pero los derroteros de Fede en televisión es otra historia. Cada domingo de la temporada estival, Cubavisión se transforma en un puente comunicativo donde Federico Maldemar y Pipo (interpretado por el propio Maikel Chavez) reciben a las familias cubanas para 27 minutos de pura magia inclusiva.
Fede Tv trasciende el simple entretenimiento infantil: es una ventana abierta donde la lengua de señas cubana encuentra su espacio natural, donde los valores se visten de colores y donde cada episodio siembra semillas de convivencia, amor familiar y respeto por la diversidad. La inclusión de intérpretes de lengua de señas no es un añadido decorativo, sino el corazón palpitante de una propuesta que entiende la comunicación como un derecho universal.
Detrás de cada episodio de Fede TV en sus tres temporadas palpita un ecosistema creativo donde fluyen múltiples talentos. Mixael Porto se ocupa magistralmente de la dirección para la televisión y la fotografía, mientras Nilza Gonzáles asume la asistencia de dirección y Blanca Felipe asesora cada guion confeccionado por Maikel Chávez, nuestro Pipo Pipo.
Pero Fede Tv no vive únicamente en los domingos televisivos de la temporada estival. Su presencia se extiende por las plataformas digitales como YouTube Facebook e Instagram, donde el programa mantiene una conexión constante con sus audiencias. El canal de YouTube alberga todos los capítulos de las tres temporadas, permitiendo que las familias accedan al contenido más allá de los horarios tradicionales de transmisión.
La peña de Federico, que se celebra cada tercer sábado del mes en el cine La Rampa, representa otro eslabón de este proyecto multiplataforma. Este encuentro mensual se ha convertido en un espacio donde confluyen diferentes manifestaciones artísticas, siempre con la inclusión como bandera y la comunidad sorda como protagonista. Los datos de audiencia revelan el impacto genuino de Fede Tv.
El programa ha logrado conectar no solo con niños cubanos, sino con audiencias internacionales de países como Perú, Ecuador, España y Estados Unidos, que siguen los contenidos a través de las plataformas digitales.
La colaboración con Animaseñas , proyecto de la productora de Animados del ICAIC que prioriza la inclusión de la lengua de señas en obras audiovisuales, ha sido fundamental para el éxito del programa. Esta alianza ha permitido que Fede TV se convierta en referente de televisión inclusiva, demostrando que no existen barreras para comunicarnos cuando hay voluntad de construir puentes.
Cada capítulo de Fede Tv en sus tres temporadas aborda temáticas esenciales para la formación integral de las nuevas generaciones. Los juegos tradicionales, las festividades con alto valor patrimonial, el amor a la patria, la amistad, las mascotas, los inventos, la música y la alegría son algunos de los ejes temáticos que vertebran el programa. Pero más allá de los temas específicos, cada emisión busca potenciar una mejor cultura de convivencia familiar y proponer relaciones interpersonales, intrafamiliares y con el entorno.
Esto último se ve materializado en la tercera temporada con la inclusión de dos nuevos personajes que enriquecen el universo de Federico y le otorgan un sostén dramático más sólido: Paco Guayabito, el primito pequeño de Fede y Victoria, la amiga soñadora y alegre. Ambos personajes fueron diseñados por el diseñador Carlos Alejandro Alba, quien además con la campaña de promoción de la tercera temporada del espacio, cumplimentó su tesis de graduación del Instituto Superior de Diseño.
De la misma manera que Fede Tv ha servido de tesis de pregrado para un estudiante de diseño, fue tema de investigación de la tesis doctoral de Nilza González sobre el consumo de pantallas, que como uno de los puntos de investigación esenciales tomó el universo de Federico desde la radio, el cine, el teatro y la televisión.
Fede Tv representa mucho más que un programa infantil: es la materialización de un sueño que comenzó en las tablas y que ha encontrado en la televisión su expresión más amplia y democrática. En una época donde la fragmentación de audiencias y la multiplicidad de plataformas desafían a los medios tradicionales, Fede TV ha logrado crear un espacio de encuentro donde la familia cubana se reconoce y se abraza. Su éxito radica en entender que la verdadera revolución comunicacional no está en la tecnología, sino en la capacidad de tender puentes entre los corazones, de hacer que cada seña una caricia y cada domingo una oportunidad de crecer juntos.
El ratoncito Federico Maldemar, desde su pequeña estatura de personaje animado, ha logrado lo que muchos proyectos socioculturales ambicionan: convertirse en patrimonio emocional de una nación que encuentra en sus aventuras dominicales un espacio para soñar, aprender y, sobre todo, “para estar todos juntos” en una Cuba que se piensa desde la pantalla chica con sueños infinitamente grandes.
No en balde estos dos merecidos premios Caracol, que son el estímulo y reconocimiento a un trabajo riguroso y continuado de Maikel Chávez y su equipo para devolverle a las infancias la alegría y el derecho a pertenecer y compartir.