La noche del pasado 12 de agosto de 2024, una bomba explotó desde la pequeña pantalla de cada hogar cubano, aunque con desigual estruendo y efectos en cada uno. No, no fue un acto terrorista ni un sabotaje sino un beso entre dos hombres.
La noche del pasado 12 de agosto de 2024, una bomba explotó desde la pequeña pantalla de cada hogar cubano, aunque con desigual estruendo y efectos en cada uno. No, no fue un acto terrorista ni un sabotaje sino un beso entre dos hombres.