Un Fidel íntimo: la humanidad detrás del líder

Privilegiados del tiempo, obra escrita por los destacados periodistas Ovidio Cabrera García e Irma Cáceres Pérez, es un tesoro de memorias que trasciende la figura histórica de Fidel Castro para revelar al hombre detrás del mito. Este libro, prologado con maestría por Tubal Páez Hernández, no es una cronología de hazañas políticas, sino un mosaico de anécdotas íntimas, gestos cotidianos y palabras que quedaron grabadas en quienes compartieron con él momentos únicos, ya sea en Cuba o en rincones lejanos del mundo.
Cabrera y Cáceres, pilares del periodismo cubano, reúnen testimonios de colegas y técnicos de la radio y la televisión que, desde sus trincheras profesionales, atestiguaron la faceta más humana del Comandante. El prólogo de Páez Hernández —con su relato sobre el Alfa Romeo de tipo deportivo regalado a Juan Almeida— sienta el tono: aquí no se habla del estadista, sino del hombre capaz de gestos desinteresados y de una cercanía que marcaba a quienes lo rodeaban.
Las páginas destilan emociones encontradas: desde el viaje de Fidel y Chávez a la infancia del Che —narrado por Cáceres con un sentimentalismo que conmueve— hasta el apoyo sutil pero contundente a los hinchas bolivarianos que gritaban «¡Coca no es cocaína!», mientras Fidel, desde un balcón, alzaba una taza de té de coca en solidaridad. Son detalles que humanizan al líder, mostrando su humor, su capacidad para escuchar y su empatía.
Las anécdotas de Bárbara Betancourt en Robben Island, donde Fidel insistió en ver la celda de Mandela, o las vivencias del meteorólogo José Rubiera —desde caídas al agua durante un ciclón hasta su «secuestro» humorístico por Fidel— revelan a un hombre incansable, preocupado por los demás incluso en medio de crisis. Thalía González Pérez, por su parte, rescata la humildad de quien agradecía una rectificación, mientras Félix Fernández Garrido destaca su angustia por turistas y trabajadores durante «La tormenta del siglo»
Cada testimonio, ya sea de Aroldo García Fombellida («El Fidel nuestro», «El Fidel amigo») o de Danilo Sirio López (quien lo llama «el hombre más grande de la tierra»), pinta a un Fidel accesible, de mirada penetrante y palabras precisas, pero también de sonrisas cálidas y gestos que sellaban lealtades. El libro logra su objetivo: desmontar la imagen hierática para mostrar al ser humano que, en lo cotidiano, forjó su grandeza.
Privilegiados del tiempo es más que una recopilación de anécdotas; es un acto de justicia memorial. Aunque algunos podrían esperar un análisis más crítico de su legado político, la obra no pretende eso: su mérito radica en rescatar la dimensión personal de Fidel a través de quienes lo vivieron de cerca. Los relatos, escritos con estilo periodístico ágil, a veces pecan de brevedad, dejando al lector con ganas de más. Sin embargo, esa misma concisión permite que el libro sea una lectura amena, ideal para quienes buscan entender no al icono, sino al hombre.
En definitiva, este libro es un regalo para el pueblo cubano y para el mundo: un recordatorio de que, tras los discursos y la historia, hubo un ser humano cuyo carisma y sensibilidad aún reverberan en quienes lo conocieron. Como bien dice Tubal Páez, «…estos son los privilegiados del tiempo», pero gracias a estos grandes escritores, ahora todos podemos compartir, aunque sea un poco, de ese privilegio.
Una obra esencial para reencontrarse con Fidel, no en el mármol de los monumentos, sino en la calidez de la memoria.