Asela Lorenzo, fundadora de la TV Cubana y de la peluquería del Icrt
En los primeros años de la Televisión Cubana era tradición sentarse en la sala de la casa para ver en la pequeña pantalla a los actores de su preferencia, fieles a los espacios y las ofertas que se programaban en los tres canales existentes, admirando tanto la calidad y mensaje de las puestas en pantalla, como la escenografía, caracterización, vestuarios, los peinados y maquillajes que lucían los actores en la escena de un dramatizado, un humorístico o en un musical. La imagen estética de las personalidades en pantalla era asumida por los televidentes que la convertían en moda.
Una de las artífices de los peinados más estilizados y bellos de las figuras de la TV Cubana fue Asela Lorenzo Rodríguez. Nació en Ciudad de La Habana, el 23 de julio de 1936. Con apenas 15 años comenzó a trabajar como ayudante de peluquería de Radiocentro, que después del año 1961 pasó al Instituto Cubano de Radio (ICR). Entonces la peluquería tuvo su sede en el mezanini del edificio de la calle L y 23, por donde se accede en la actualidad al Estudio 10.
Asela fue recomendada por su hermana Nereyda Lorenzo, quien ya trabajaba allí desde hacía algún tiempo. Siempre poseyó disciplina para su trabajo y un carácter envidiable por el buen trato con todos. Hoy, al pasar de los años, siguen juntas, comparten la vida con la hija de Asela, el yerno, nietos y sobrinos. Estas hermanas son inseparables.
Laboralmente ya no están en activo, pues hace bastante tiempo se jubilaron porque sus piernas no les respondían ya a la permanencia de pie por tanto tiempo y también sus manos temblaban para la elaboración de peinados, pelados y aplicación de tintes.
Asela cuenta que siendo aún muy joven ya tenía inclinación por estas labores, comenzó fundamentalmente a elaborar y preparar los postizos, barbas, bigotes y patillas, a amoldar las pelucas, apliques, trenzas y medias cabezas, las que antaño se hacían con cabello natural. Rememora que inventaron enrollar las bandas de pelo en palitos hechos para ese fin y con una puntillita en un extremo para confeccionar los apliques de bucles en diferentes colores a los que finalmente se le colocaba laca y se guardaban en cajas para su posterior uso.
Al principio, como auxiliar de peluquería, sin remuneración alguna, fue asesorada por su hermana Nereyda, quien fungió como interventora de la peluquería en los años 60. Más tarde, Asela comienza a devengar un salario de 40 pesos al mes.
Hasta el triunfo de la Revolución la peluquería era particular (pues su dueña fue la actriz Marta Jiménez Oropesa), en 1961 el local pasa a ser administrado por el ICR con el nombre de Clodomira Acosta. Desde ese momento, le incrementan el salario a Asela, primero recibe 85 pesos y llega a ganar 400 como promedio.
En su formación como peluquera también incursionó en maquillaje en disímiles espacios y con su doble labor ha caracterizado a casi todos los artistas de nuestra televisión, teatro, cabaret y hasta el cine. Recuerda su trabajo para losCocina al minuto (que se transmitía desde Mazón y San Miguel, en la casa de Gaspar Pumarejo), las aventuras Enrique de Lagardere, Los mambises, La flecha de roja, Sandokan, Los Vikingos, El Zorro, Túpac Amaru, Tierra o Sangre, La máscara de hierro, y los policiacos Sector 40 y Móvil 8, Día y noche.
Asimismo menciona el espacio de la comedia musicalcon Gran Hotel, las novelas Historia de tres hermanas, Ramona, Las huérfanas de la Obrapía y muchas otras. Además hizo Teatro ICR, musicales, trabajó en todos los Concursos Adolfo Guzmán, hasta espectáculos tan diferentes como El Circo…, el programa San Nicolás del Peladero, Álbum de Cuba. Maquillaba y peinanaba a todos los invitados que iban a las emisiones, allí conoció a muchos cantantes del lírico como: Alba Marina, María Remolá, María
Eugenia Barrios, Alina Sánchez, Gladys Puig y muchas otras a las que embelleció con sus peinados.
Su arte también lució en una de las puestas en escena del ballet La bella durmiente, por el Ballet Nacional de Cuba, cuando Asela colaboró con la maquillista Elda Morales.
En su extensa trayectoria ha trabajado en los filmes Cuba baila y El bautizo. Por su calidad y profesionalismo fue seleccionada para integrar el equipo en la gira por de los países socialistas, el que sería su primer trabajo representando a Cuba, acompañando a Rosita Fornés, quien la solicitó como su estilista, en caso que su peluquero habitual no pudiera ir.
También recuerda su experiencia al lado de la inolvidable María de los Ángeles Santana, que en una ocasión le comentó que nadie la había peinado nunca como ella y le entregó el ramo de príncipes negros que le habían dedicado. Le dijo que el triunfo de la obra había sido de ella y su peinado. Tiene gratos recuerdos de La Santana y su esposo.
Colaboró en casi todas las puestas televisivas del Teatro ICR. Para la puesta en pantalla de Yerma (escrita por Federico García Lorca) tuvo el placer de peinar a Consuelito Vidal.
Ha sido premiada por su trabajo en el teatro por el peinado que hizo a Corina Mestre. Igualmente su arte lució en los Carnavales de La Habana en la década de los sesenta cuando peinó a todas las integrantes de las carrozas del Ministerio del Azúcar. Ha prestado sus servicios a afamados directores y productores de espectáculos.
En la Televisión Cubana alternó con directores de primera línea como: Abel Ponce, Amaury Pérez García, Joaquín M. Condal, Manolo Rifat, Eduardo Vázquez Gallo, Erick Kaupp, José Ramón Artigas, Jesús “Chucho”Cabrera, Ignacio Valdés Sigler, Alejandro Lugo, Miguel Sanabria, Loly Buján, Cuqui Ponce, Juan Vilar, Roberto Garriga, Armando Soler (Cholito), Armando Padilla, Ernesto Casas.
Trabajó con actores y cantantes como: Marta del Río, Odalys Fuentes, Diana Rosa Suárez, Rosita Fornés, Gina Cabrera, Olga Navarro, Celeste Mendoza, Jorge Villazón, Olga Guillot, Coralia y Ramón Veloz, Enrique Almirante, Fidel Pérez Michel, Lourdes Torres, Elena Burke, Pacho Alonso, Elizabeth D’Gracia, Aurora Pita, Fara María, José Manuel (Meme) Solís, Nilda Collado, Argelia Fragoso, Jorge y Omar Alí y otros importantes.
Se enorgullece de haber brindado su arte a valiosas locutoras y conductoras de nuestra televisión como Violeta Casals, Eva Rodríguez, Teresita Segarra, Marianita Morejón, que laboraban en los programas que trasmitían al mediodía por la televisión, como Listo estudio y otros.
En las noches habaneras trabajó en los principales cabarets de La Habana, donde se destaca por su intensa y excelente labor profesional. Realizó labores de maquillaje en el Teatro Amadeo Roldán, en varias ocasiones, entre ellas en las puestas en escena de la zarzuela cubana del maestro Gonzalo Roig, Cecilia Valdés, así como en innumerables espectáculos y variedades.
Trabajó en innumerables espectáculos musicales en la Catedral de La Habana. Nos cuenta que a Gladys González en una ocasión la bajaron, con una grúa, encerrada dentro de una jaula, simulando a un ave exótica. Tenía que reforzarle los apliques para poder bajarla suspendida por el cabello. También en la plaza de la Catedral ella colaboró con la puesta de la zarzuela cubana Cecilia Valdés, bajo la dirección de de José Ramón Artigas. Otro momento intenso dentro de su trayectoria ocurrió durante una filmación de un grupo de actores en el Escambray, pues ella debió asegurar bien sus apliques, pelucas y barbas, porque tenían que meterse en un río.
Recuerda que en Fomentos, un poblado del centro del país, filmando las aventuras Enrique de Lagardere, tuvo un accidente de trabajo que le causó una fractura del tobillo. Siempre estuvo muy activa, participó en las Brigadas Artísticas por distintas provincias cubanas.
Se siente una integrante eterna del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), donde trabajó siempre.
Posee diferentes premios y menciones, como la distinción “Raúl Gómez García”, el Sello por los 25 años del Icrt, la Medalla por los“40 años de la Televisión Cubana, el Diploma por los 45 años del Icrt, el Sello por los“50 años de la Televisión”, la “Medalla de la Alfabetización”, el Sello por los “65 años de la Televisión cubana”.
Afirma que su mayor premio ha sido primero fundar la peluquería de la Televisión, y ahora, sus nietos.
Para concluir su diálogo dice: “Te he contado la mitad de mi vida, mi otra mitad son mi hermana, mi hija y mis nietos, que son lindos por fuera y por dentro”.