Edith Massola, una sonrisa en tiempos difíciles
La energía que la caracterizó desde niña, la vitalidad y la alegría acompañan la imágen pública de Edith Massola, quien se dió a conocer en el mundo artístico por su desenfado y simpatía.
Cada aprendizaje de su carrera profesional se ha sumado a sus estudios iniciales como bailarina, hasta convertirse en una versátil artista.
Al dominar tanto la comedia como el drama en proyectos como Ajiaco, El año que viene, Sabadazo, Salir de Noche, Al Compás del Son, La Trucha, ¿Por qué lloran mis amigas? y muchas otras actuaciones, ha merecido el Premio Caricato y otras nominaciones, en la categoría cinematográfica.
De igual manera Edith ha logrado el reconocimiento, no solo del público sino de sus colegas.
Pronto podremos disfrutar de su actuación en el telefilme Buena Estrella, en el que, dirigida por Armando Toledo, encarna una médium, cargando su personaje de dramatismo, humor, contención, recursos psicofísicos, musicalidad y fluídez, asumiendo una caracterización dentro de otra caracterización, transitando por el choteo, llena de esa cubanía que acompaña su esencia como ser humano y su gusto como artista.
Tanto ha madurado Edith que desde hace algunos años dirige el popular programa 23 y M, maneja con soltura las entrevistas y es reconocida entre los cubanos como una presentadora de sello propio, inconfundible.
En estos tiempos difíciles, en los que nos unimos al dolor de cientos, Edith nos conforta regalándonos un mensaje positivo, una compañía cada sábado, aunque ella misma pierda el sueño y también sienta la pérdida de afectos cercanos.
Además de la música, otras expresiones culturales han encontrado espacio en 23 y M. La anfitriona no olvida la sólida formación que la entrenó, la educó y la preparó en el teatro musical.
Se intuye su respeto por esa manifestación que conlleva tanto esfuerzo y que le aportó experiencias valiosas para presentarse en eventos, show de cabarets y espectáculos.
Gracias Edith por tus actuaciones, los deseos contagiosos de bailar y la frescura de sumarte a cada orquesta significativa, de esa gran familia musical que tiene Cuba.