En el aire, el deporte
Un viejo aserto, muy repetido entre sus profesionales, resume que la televisión es un medio extremadamente caro. Piense el lector ajeno que para generar un minuto al aire de un programa, se requiere de la previa inversión en un estudio, cámaras, luces, equipos de trasmisión, más la mano de obra humana de los técnicos de diferentes esferas, locutores, en fin… Por otro lado, un evento deportivo, convoca por igual la necesidad de múltiples esfuerzos y recursos, alrededor de la propia competencia en sí. Una ahora ambos cálculos y eso nos dará una idea de lo complicadas que resultan las trasmisiones deportivas.
Con ese preludio reflexivo, el lector tendrá más curiosidad, y de seguro mayor disfrute luego, hacia la historia que narra el libro que reseñamos. Se trata del texto Televisión y deporte en Cuba. La programación deportiva en la TV comercial cubana (1950 – 1959), del periodista Carlos Alberto González, y que publica la Editorial En Vivo.
La obra analiza los principales programas sobre temas deportivos y las trasmisiones de eventos que se efectuaron en esa década por los diferentes canales de la televisión comercial nacional.
El autor de esta obra es un conocido del público cubano, en especial por su trabajo como periodista deportivo de la televisión cubana.
González ha realizado coberturas en importantes eventos nacionales e internacionales como Juegos Olímpicos, Panamericanos y Campeonatos Mundiales de diversas disciplinas. Además, ostenta el grado académico de Doctor en Ciencias de la Comunicación Social y el Premio Nacional de Periodismo Deportivo en TV. Tales cartas de presentación, son avales más que suficiente para validar la calidad de las páginas de su trabajo.
Quizá el mayor destaque que debemos resaltar del libro radica en dos argumentos. El primero, sería la novedad. Tal afirma en el prólogo el doctor Félix Julio Alfonso López, los estudios sobre la relación entre los medios de comunicación masiva y el deporte, no son frecuentes en los predios académicos cubanos. Resulta esta una contradicción visible pues Cuba, además de ubicarse entre los primeros países a nivel continental en el lanzamiento tanto de la radio como de la televisión, siempre ha tenido una identidad de vivencial cercanía con los deportes, en especial el beisbol y el boxeo.
Como bien señala el propio Carlos Alberto, “a pesar de su innegable importancia como actividad social y la apreciable incidencia que ha tenido en la evolución de la televisión en nuestros país, el deporte ha pasado prácticamente inadvertido en el ámbito investigativo de la comunicación, pues lamentablemente los contenidos deportivos y su relación con los medios han sido calificados tradicionalmente como secundarios o menores en comparación con el estudio de otras áreas.”
El segundo valor insoslayable de esta obra radica en su profundidad como investigación. El libro conllevó una muy exhaustiva búsqueda en fuentes diversas y un arduo proceso de acumulación y ordenamiento de la información. En los años que reseña este volumen, el batallar entre los diversos canales por obtener la superioridad en la preferencia de los aficionados era constante. Esto se traduce en innumerables iniciativas y una amplia variedad de programas de todo tipo, como se refleja en las carteleras diarias de cada estación televisiva.
Además de una historia de las trasmisiones televisivas deportivas en la Isla, y su devenir en la década de los 50, el libro reúne un amplio material, muy diverso. Se avanza a través de la aparición de nuevos canales, de la inclusión de nuevas disciplinas y de los programas de comentarios e información sobre el deporte, así como en las iniciativas e invenciones para televisar determinados eventos.
En varios anexos, se enumeran también los eventos nacionales e internacionales trasmitidos, desde Cuba y desde el extranjero, además de los programas deportivos habituales y una lista de periodistas y comentaristas de la época. Vale acotar también que hay un profuso material, fotográfico y en tablas y diversas imágenes, que enriquecen todo el tiempo el contenido.
Solo resta invitar a la lectura de este libro. Dicho sea también que el autor prepara ya un segundo tomo, ahora enmarcado en el inicio de la etapa revolucionaria y hasta la actualidad. Así pues, las pantallas de papel de Televisión y deporte en Cuba, esperan por ser abiertas.