Alejo Carpentier merece formar parte del programa Memoria del Mundo de la UNESCO
Los archivos sonoros y audiovisuales de la radio y la televisión cubana tienen el valor de representar una generación y cautivar a otras, las de ahora, con propuestas que por ser antiguas no pierden originalidad e interés humano y colectivo. Pero hay que exponerlas.
La colección de programas de la radio cubana, sobre todo del archivo de voces de la emisora Radio Habana Cuba, es patrimonio del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Durante los años sesenta del siglo XX, el escritor cubano Alejo Carpentier hizo allí el programa La cultura de Cuba y el mundo, que hoy la Dirección de Patrimonio del ICRT prepara para presentar al programa Memoria del Mundo, auspiciado por la UNESCO desde 1992, con el fin de procurar la preservación y el acceso al patrimonio histórico documental de mayor relevancia para los pueblos.
Esta sería la primera colección cubana de radio y la televisión, que formaría parte del programa Memoria del Mundo, de la Organización de las Naciones Unidas.
“Contamos con 33 programas contenidos en 18 cintas, que son el cúmulo de saber que Carpentier legó a la radio cubana y al mundo. Además, es el último contacto que tuvo como productor y creador de la radio, antes de cumplir otros compromisos internacionales”, precisa Wency Hojas Mazo, especialista principal de la Dirección de Patrimonio del ICRT.
El joven experto aclara — según conversaciones sostenidas con otros investigadores— que Alejo escribió todos los programas en forma de crónica radiofónica, llevando al oyente temas de arte, literatura cubana y latinoamericana, así como obras de José Martí, Diego Rivera, Rubén Darío, entre otros.
Hojas Mazo especifica que durante varios años esa colección ha sido seguida desde la Fundación Alejo Carpentier y Habana Radio.
“Tuvimos la suerte de que a inicios de los 2000 se hizo la versión taquigráfica de aquellos audios que luego se llevaron a un libro, y en 2005 se realizó una multimedia con esas grabaciones”, especificó el especialista.
Resaltó que este empeño fue gracias al trabajo de la propia Fundación y de Lilia Estaban, viuda del escritor ya fallecida. A esos esfuerzos se sumó también la Oficina del Historiador de La Ciudad de Habana, y específicamente Eusebio Leal Spengler, quien le dio seguimiento personalizado.
Para el equipo de la Dirección de Patrimonio del ICRT, lo interesante de aplicar al Programa Memoria del Mundo con esta serie de programas de Alejo Carpentier es que existe un reconocimiento popular de personas de esa época, quienes reconocen el valor de aquel espacio radial y también por el grado de significados en el ámbito intelectual.
“Se ha elaborado un expediente con mucho rigor que se sigue enriqueciendo gracias a los testimonios que ayudan a que la propuesta a presentar sea sólida”, aseguró Wency Hojas Mazo.
“Otro valor es el vínculo que hemos establecido con la Fundación, con Radio Habana Cuba y con investigadores de otros medios. Creemos que un cronista de todos los tiempos de la radio como fue Alejo Carpentier bien merece formar parte de los acervos del programa Memoria del Mundo de la UNESCO”.
El especialista confía en que la Organización de las Naciones Unidas y la comisión que atiende Memoria del Mundo logren ver la magnitud que tuvo el discurso radiofónico de Alejo Carpentier y la gentileza de regalarle al mundo una visión universal que trasciende épocas, que une culturas y que le da vida y longevidad a la radio que prefirió hacer en Cuba.
“Confiamos en que la UNESCO valorará la propuesta nuestra, aunque sabemos que el lugar de ese programa en la cultura de Cuba y el mundo del escritor Alejo Carpentier estará asegurado en la radio cubana y universal”.
Hasta el momento, Cuba es de los países de la región que más archivos de patrimonio documental tiene en el Registro de la Memoria del Mundo: Fondo José Martí Pérez (2005); Negativos originales del Noticiero ICAIC Latinoamericano (2009); Diario de campaña y manuscritos de Ernesto Che Guevara (2013, compartido con Bolivia); Colección original del periódico La Aurora de Matanzas (2013); y Carteles cubanos de Cine (2017).
UNESCO refiere que el Programa Memoria del Mundo fue concebido para preservar y proteger el patrimonio documental mundial, respetando los hábitos y prácticas culturales, haciéndolo accesible a todos de manera permanente.