26 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

AQUEL PRIMERO DE ENERO DIFERENTE

Preparó su llegada aquel primero de enero diferente en la comunión del sombrero mambí y el uniforme verde olivo

Aquel año 1959 fue un primero de enero diferente. Su llegada trascendió los calendarios y se inscribió en la historia al bajar de las montañas y desbordarse por la Patria precedido de un canto de pólvora y un ondear de bandera redimida.

Hacía mucho tiempo que aquel primero de enero preparaba su llegada. Lo fue haciendo desde las campanadas de un ingenio en el poblado de Yara, cuando era el 10 de octubre de 1868, y durante la tregua fecunda que el genio político de José Martí hizo desembocar en una Guerra Necesaria el 24 de febrero 1895.

Había preparado su llegada aquel primero de enero diferente en un amanecer de julio ante las murallas de los cuarteles de Santiago de Cuba y de Bayamo; y sobre las aguas del Golfo de México, a bordo de un yate que navegaba hacia tierra cubana avituallado de promesas.

Preparó su llegada aquel primero de enero diferente en la comunión del sombrero mambí y el uniforme verde olivo, en la magnífica alquimia donde se fundieron las glorias militares de Mal Tiempo y El Uvero; en la intransigente convergencia de Baraguá con el llamado a una huelga general para impedir que se frustraran tantos años de lucha y la victoria.

Aquel primero de enero con cantos de pólvora y ondear de bandera redimida, ha llegado a nosotros sesenta y tres veces para seguir echando su suerte a nuestro lado, y hallarnos en la vigilia creadora y luminosa, en el compromiso alegre y laborioso, en el fragor de las batallas cotidianas y los promisorios logros, en la fidelidad a los interminables magisterios del Apóstol y del Comandante en Jefe, para seguir erguidos en este sitio del planeta, donde hubo un primero de enero diferente que trascendió los calendarios y se convirtió en historia para siempre.

Una historia que han seguido paso a paso desde entonces la radio y la televisión cubanas, convertidas en historia ellas también y por derecho propio, mucho más en estos tiempos desafiantes cuando los agoreros del final de nuestras glorias se empecinan en desacreditarlas, cuestionarlas, mancillarlas.

Momentos de total definición y absoluto compromiso detrás de los micrófonos y delante de las cámaras, cual trincheras de ideas que son invulnerables por su apego a la verdad, a la razón, al humanismo y a la justicia de una Revolución, que emprendiera su victoriosa e indetenible marcha desde aquel primero de enero diferente que se reproduce cada día en la entrega y la lealtad de millones de cubanos.

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