Contra el olvido en la pequeña pantalla
“Olvidar el pasado es correr el riesgo de dejar indefenso el futuro”.
El programa Contra el olvido salió al aire por primera vez el 29 de enero del 2000 y se ha mantenido con altas y bajas, por cambios de horarios dentro de la parrilla de Cubavisión (ahora los lunes en la tarde), pero por su misión de recordar siempre importantes y propuestas televisivas de antaño logra cautivar al público adulto sobre todo.
Para ahondar en la historia de este espacio, un equipo de reporteros del Portal de la TV Cubana dialogó con Dulce María Hernández, actual directora del programa, y Raquel Mayedo, su conductora. Ambas apuntaron que se sienten muy realizadas con esta propuesta televisiva.
Aunque no formó parte del equipo que inició el proyecto, Dulce María destacó que el programa se realizó a partir de la idea de Elizabeth Griñán y Tony Caballero. Carmen Martínez fungió como conductora, después fue sustituida por Valia Valdés y posteriormente lo asumió Raquel Mayedo, que se mantiene hasta hoy.
Vale destacar que este espacio, desde su presentación, con la música de Omar Sosa, crea una sensación de nostalgia y sentido evocador, que predispone al televidente a recordar figuras artísticas y programas que marcaron hitos años atrás, pero por diversa causas fueron desapareciendo de la pantalla chica.
Contra el olvido ha contado con varios guionistas, entre los que se encuentran Migdalia Calvo y Elizabeth Griñán. En estos momentos lo escribe Dulce María Hernández con la ayuda de Raquel Mayedo. Ambas investigan sobre los proyectos televisivos cuyas imágenes exhibirán durante las emisiones, así no solo rescatan la memoria histórica de la TV Cubana, sino que brindan a los televidentes informaciones que enriquecen su cultura audiovisual. Ello impone un sello de calidad y aporta mucho más al disfrute 27 minutos de cada transmisión para recordar.
Aseguró Dulce María que la selección de los materiales implica muchas horas de trabajo, pues muchos programas no se encuentran con facilidad en los archivos de la TV Cubana, otros se han deteriorado y algunos no existen.
Como acota la periodista Paquita de Armas en un trabajo dedicado a Contra el olvido, la obtención de materiales es como buscar una aguja en un pajar, por eso la realización de este espacio resulta muy compleja.
Muchas de sus emisiones salen al aire porque alguien tiene en sus archivos personales un material interesante y lo comparte con el colectivo del programa, tal como lo han hecho Raquel Mayedo y Katia Buliés, la asistente de dirección.
Remembranzas
Dulce María Hernández comenzó a trabajar en el Instituto Cubano de Radio y Televisión en 1988 como especialista de Monitoreo y análisis de la información internacional de la Radio Cubana, a partir de esa fecha se ha desempeñado en distintos proyectos y espacios de la televisión. En el año 2000 comienza se inserta en Contra el olvido, proyecto en el cual labora hasta la fecha.
Raquel Mayedo, reconocida locutora y presentadora, se graduó de la especialidad de Teatrología en el Instituto Superior de Arte. Su primer vínculo laboral fue en el Ministerio de Cultura. Llegó a la televisión cuando Pedraza Ginorila lleva al programa Joven Joven. También incursionó con Tony Lechuga en una revista televisiva que se hacía en vivo con los protagonistas de la nueva trova.
Llegó a Contra el olvido para sustituir como conductora a Valia Valdés. En ese momento la directora del programa era Elizabeth Griñán. Raquelita, como todos la conocen, también fue presentadora de la revista sabatina Contacto.
Esta popular comunicadora ha sido el rostro de Contra el olvido a lo largo de 17 años. Asegura que cada vez que sale un programa se siente más realizada. Nos confiesa, emocionada, que la vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda. Piensa seguir en el espacio televisivo mientras este se mantenga, aunque reciba otras propuestas de trabajo.
Se siente muy satisfecha porque el programa, además de salir por Cubavisión, se trasmite por Cubavisión Internacional dos veces por semana. Para despedirse Raquelita nos exhorta sonriente a que siempre vayamos contra el olvido.