8 de diciembre de 2024

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Instituto de Información y Comunicación Social

El medio en la televisión

Junio ha significado protección individual y colectiva de nuestro planeta y todas sus especies de flora y fauna doméstica y silvestre y sus espacios, y todos los géneros televisuales realizan cada vez más campañas, spots, temas, subtemas y mensajes subliminales, urgencia de sobrevivencia a cada día y noche durante todo el año.
El medio en la televisión

El medio en la televisión

Desde que el 5 de junio de 1972 la Conferencia sobre Medio Humano en Estocolmo (Suecia) inició el Derecho Ambiental, y la Organización de las Naciones Unidas fijó ese desde 1973 día mundial del medio ambiente, junio ha significado protección individual y colectiva (global, comunitaria, familiar…) de nuestro planeta y todas sus especies de flora y fauna doméstica y silvestre y sus espacios, y todos los géneros televisuales consciente o inconscientemente, deciden cada vez más campañas, spots, temas, subtemas y mensajes subliminales, urgencia de sobrevivencia a cada día y noche durante todo el año.

En más de 30 años investigando con eventos y decenas de artículos y libros publicados al respecto desde toda la cultura, sobre todo las artes y en particular las mediáticas, asumo como cultura ambiental, todo el sistema de valores con respecto a cada medio y sus diversos componentes, total o parcialmente, y en ella la cultura ecológica los valores con acercamiento científico, pues la ecología es la ciencia sobre las relaciones entre especies, en tres niveles indispensables entre sí: uno primario elemental donde todos somos medio ambiente por definición y lo es todo lo que nos rodea y cada obra que producimos incluso espiritual, protagonizando los seres humanos para bien y para mal; en un segundo nivel esos componentes son símbolos representativos, escenarios a veces humanizados o voceros, y en el tercero, alguno(s) de esos componentes o todo ese entorno, protagoniza.

Valores (cultura) y anti-valores (valores negativos: seudo-cultura o kitsch)

Milenaria y esencial tradición que nos enorgullece pero ignorada como tal, en la cultura ambiental audiovisual cubana se han insertado entre muchos más, y consecuentemente con el intenso cosmopolitismo que nos identifica, los animados Disney, la mona Chita, el gato Félix, la cangura Skippy (Australia), el delfín Flipper, el oso Misha, Rintintín, Laika, la cebra en las esquinas… mientras aportamos Palmiche, Coti, el oso Prudencio, referencias agropecuarias (Rosafé Signet, Matilda, Pijirigua), mascotas y símbolos deportivos (“leones azules”) o locales, salud (virus, higiene, epidemias, etc.), religiosidad, todas las artes incluidas las literarias y la oralidad, ocasionalmente con créditos incluso; folklore, culinaria, desastres naturales (partes meteorológicos) o conflictos y mejor convivencia (toda guerra es ecocida); entrevistas, musicales (memorable el De la Gran Escena sobre los animales en las artes), humorísticos (A otro con ese cuento, y más Vivir del cuento, tan respetuoso). Los noticieros han incluido actos de amor a los animales en la cotidianidad más humilde, como pelícanos y cocodrilos salvados devenidos mascotas, en todo lo cual se entremezclan valores y anti-valores.

Los anti-valores son su abuso o distorsión como peligros culpables que no son (Cujo), o subvaloración entre las víctimas de conflictos y desastres reduciendo sus vidas a “daños económicos”, o a “tema de niños” que también subvalora a los niños, a quienes no se puede educar sin educar a sus adultos, que aun cuando no lo demanden, lo necesitan para contrarrestar los daños por miopía, indolencia, arrogancia, ambición inescrupulosa y otras miserias humanoides; los objetivos ambientalistas se traicionan si al filmar dañan, al olvidar que el primer patrimonio es la calidad de vida de todos, incluso las otras especies.

El hombre y la Tierra (serie documental sin precedentes de Televisión Española)

A la par de programas como El Hombre y su Mundo y Viajemos por el Mundo, y series documentales como El Mundo de los Animales y Encuentro con la Naturaleza, en 1985 se repuso en Cuba esta obra excepcional de referencia mundial para documentales sobre naturaleza de 26 a 33 minutos cada capítulo, que devino nueva forma de documentación para España y otros países; estrenada en 1974 (marzo 4, hasta 1981, junio 20) hubo que reponerla entre 2009 (marzo 12) y 2012 (septiembre 24). Dirigida por el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, nacido en Burgos (Castilla y León) en 1928 (marzo 14), eran 124 capítulos en tres temporadas: Venezolana (18 episodios, 1974, marzo-agosto), Fauna Ibérica: 92 episodios en España de 1975 (marzo 21) a 1981 (junio 6), y Canadiense que incluía Alaska, de 1979 (diciembre 14) a 1981 (junio 20), inconclusa al desprenderse uno de los hidropatines de la avioneta estrellándose en Alaska y morir en el acto con el piloto y los dos camarógrafos en 1980 (marzo 14) al cumplir 52 años de edad, rodando la más famosa carrera de trineos con perros para este, uno de los programas de televisión más vistos en todo el mundo. Reivindicó las especies consideradas malditas, acercándonos a la naturaleza y a los animales salvajes. Los capítulos faltantes (117-124) los presentó el locutor y actor madrileño Teófilo Martínez (1913-1995). Mereció el Gran Premio de Montecarlo Príncipe Rainiero (1975), Mejor Programa Nacional (1976), II Gran Premio de París (1977 y 1978), y Mejor Producción de Historia de la Televisión en España (2000).

Televisión cubana: Del mundo y su Naturaleza en los años 80; desde 1992, Entorno

Muchos países tenían programas sobre la naturaleza; aún disfrutamos en Multivisión de .documentales especializados del Discovery Channel que los exhibe 24 horas diarias, aunque enfatizan la violencia en función de atraer público. Había varios programas de radio en provincias y municipios cubanos: Cienfuegos (El triángulo de la confianza, interactivo del público por ejemplo, con funcionarios sobre la recogida de basura), Santa Clara (Alto Voltaje), Camagüey (En torno al entorno), cuando el habanero Jorge Ramón Cuevas (1941, marzo 30-2000, agosto 2; accidente automovilístico en Camagüey filmando sus programas, muerte similar al español Félix Rodríguez), biólogo (1969), Dr. en Ciencias Ecológicas (1974, Alemania) y Presidente de la Sociedad Pro-Naturaleza, inició semanal este programa, que levantó desde 1992 (año de la Cumbre de la Tierra), como otro nombre: Entorno, que calaría profundo en el pueblo cubano, inusual al perfil.

Cada capítulo se detiene en alguna especie o ecosistema, sea la pradera africana o las selvas amazónicas, a partir de viajes de investigación, con versión radial en Habana Radio; fue nominado en 1995 al Volvo Plise Foundation (Suecia) por su defensa del medio, entre otros muchos reconocimientos en Cuba y otros países. Su nombre lo ostenta el Festival Imagen de la Naturaleza, el Premio Anual de Educación Ambiental Comunitario, y desde inicios del año 2001 el Museo de Historia Natural en el valle de la Prehistoria que a 26 Km de la ciudad de Santiago de Cuba, data del 22 de julio de 1983.

En el Canal Educativo 2, decenas de premios nacionales a una obra sistematizada

Nacido en la Finquita (Cerro habanero), Randol Menéndez Cruz se formó en la huella de estos programas y de su vecina y amiga, la cantautora ambientalista Teresita Fernández, y como su padre Lázaro, devino camarógrafo y director de televisión; tras algunas grandes telenovelas, filmó extra plan sus documentales Ana y las Cotorras (2002), El ocaso de una orquídea (2005), El naturalista perdido (2009) y sus series Historias de un Zoológico (2006, ocho capítulos que asumió RTV Comercial), Ecòpolis (2007) y Guanahacabibes (2008); fue el germen de Hábitat (2011), cuya cuarta temporada (2014, casi 40 capítulos) incluyó en el verano Arca de Noé sobre los animales donados por Namibia a nuestro Zoológico Nacional. Realizó también el histórico De lo real maravilloso (2008 y 2010) con Eduardo Vázquez, Lomas de Banao (2010), el programa científico-técnico Todo Natural (2011), Todo listo, y en Cubavisión Internacional Naturalmente. Aun sueña un dramatizado cuyo protagonista sea un animal.

Otros valores de interés ambientalista en torno a la televisión cubana

Para el evento teórico del 38 Concurso Caracol 2016 (Unión de Escritores y Artistas de Cuba; octubre 28, mañana de viernes) coordiné el panel El medio en los medios con Manuel Acosta Cao (cine), Lázaro Sarmiento (radio) y por televisión: Mara Roque González, bioquímica nacida en 1963, animadora devenida periodista con su espacio Señales y desde abril de 1993 guionista y directora del programa Antena. Otros programas han sido de los estudios Mundo Latino, La Naturaleza Secreta de Cuba, con más de 17 años dirigido por Omelio Borroto Leiseca y Carlos Rodríguez Diaz, Premio Nacional de Medio Ambiente 2007; secciones como Horizontes (Lilain Lee); desde 2006 en el Canal Educativo la revista informativa A Tiempo, conducida por Mariana Saker Labrada; Verde Habana en Canal Habana desde su fundación (2006). Entre nuestras telenovelas, al menos Con palabras propias (2012, director Paco Anca) elevó al protagonismo la problemática ambiental; y La Otra Geografía de Alexis Schlachter Premio Nacional de Periodismo Científico fallecido en 2023 (abril 5), cuya hija Diana ha seguido sus pasos, por ejemplo, con su sección Expediciones.

A manera de epílogo

Distan muchísimo de ser los únicos ejemplos positivos, y a pesar de las subsistencias, van quedando atrás aquellos antropocentrismos según los cuales, quienes querían a los animales no querían a los humanos, estereotipándolos como orates, burgueses y “problemas ideológicos”. Falta muchísimo en estos apremios: ante todo, mejorar el trabajo artístico con los animales, al igual que con los “extras” para las ambientaciones que tanto deciden, y con los niños, salvo excepciones; se debe generalizar mucho más una relación más familiar y cotidiana con toda nuestra fauna y flora doméstica, y silvestre, en lo que los mejores y mucho más abundantes ejemplos continúan en la programación extranjera en nuestra televisión; y promover nuestro patrimonio e identidades ambientales, porque leones y osos no son cubanos, lo cual no quiere decir en lo absoluto que se excluyan: incluirlos, conocerlos y promoverlos también progresa nuestra cultura, universal por definición en su cosmopolitismo que es una de sus grandes tesoros, pero debemos enriquecer la palestra internacional con nuestros vastos tesoros naturales, incluidas flora y fauna doméstica y silvestre. Falta muchísimo para la cultura que necesitamos de amor o al menos, respeto e interés por nuestra flora y fauna y entornos en general, el valor de la vida, en lo que los medios en tanto arte para todos, son los educadores idóneos: es una deuda con nosotros mismos, el futuro y toda la Humanidad, que bien nos lo agradecerá.

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