27 de marzo de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Duaba y La otra guerra: series de éxito

Reseñas de investigaciones sobre el impacto en los públicos de estas series históricas
series históricas

Series históricas

Conocer la historia de nuestros países es un hecho muy valioso, es la única manera de poder analizar, pensar y concientizar de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Los medios de comunicación, en especial la televisión, pueden contribuir a este objetivo y responder muchas de las preguntas que surgen en el seno de la sociedad cubana actual, sobre todo, de las nuevas generaciones.

Forma y contenido son dos categorías importantes y válidas en cualquier tipo de espacio, pero en este caso, en los históricos toma una connotación fundamental en la recepción de los públicos.

Afortunadamente existen dos de reciente realización que han roto esquemas en las maneras de decir y de hacer,  me refiero a  Duaba, la Odisea del Honor y L.C.B: la otra guerra, series de contenido histórico, propuestas de formato novedoso y de atractivo visual para el público.

Ambas abordan periodos poco conocido de la historia de Cuba. Son productos audiovisuales dotados de información interesante, susceptible de ser absorbida, aprendida y aprehendida por los públicos más heterogéneos.

Transmitir estos temas en televisión es una  fortaleza y constituye un aporte de carácter educativo y de reafirmación de valores para todas las edades. No existen dudas de que estas series ocupan un lugar importante en el rescate de la memoria histórica de la nación cubana.

El tiempo pasa, pero la historia nunca se olvida
Cada familia construye su propia historia, recuerdo las anécdotas que mi abuela me contaba y ahora entiendo, comprendo y hasta sufro por todo lo que tuvo que resistir en el pasado.

En mi familia también se vivió la triste experiencia de los maltratos y las torturas, fue una época dura aquella antes del triunfo revolucionario y el tiempo pasa, pero la historia nunca se olvida.

Las personas que fueron protagonistas de hechos dolorosos tienen ante sí un reto: vivir, seguir adelante con el dolor de lo vivido, pero con la certeza de que se defendió una causa digna y respetable, huellas que quedan marcadas de por vida.

La televisión es uno de los medios de comunicación más importantes para la difusión de valores, una herramienta que nos permite mantenernos en continua comunicación con los distintos sucesos sociales, políticos y económicos. Para que la historia no se olvide y quede en el recuerdo de todos, especialmente de los más jóvenes, la productora de audiovisuales RTV Comercial produjo La otra guerra y Duaba, la odisea del honor.

Si bien es cierto que es necesario garantizar la existencia de espacios como estos, pues forma parte de los principales Lineamientos por Tipo de Programación: Inculcar el amor y la defensa de la Patria, la historia, sus héroes y mártires;1 resulta importante también conocer las regularidades en el impacto de este tipo de programas en los públicos.

Los históricos, por ejemplo, poseen bajos Índices de Audiencia si los comparamos con el resto de la programación, registran Índices de Gusto aceptables, con valores superiores a 75 puntos, lo que indica que gustan al reducido público que los consume, además de que habitualmente son insertados en la parrilla de programación entre espacios de mayores audiencia y preferencia.

No obstante, estas dos series conquistaron a la teleaudiencia: Elenco de lujo en el caso de La otra guerra; apreciación de especialistas de la talla de Eusebio Leal, Eduardo Torres Cuevas y Hugo Crombet en el caso de Duaba, la odisea del honor.

Las dos se complementan en solo 15 capítulos con actuaciones convincentes, un trabajo serio de dramaturgia e introducción de elementos novedosos, reflejo de la realidad, credibilidad, un buen guion con historias que el público merece conocer, fueron claves para atraer a los públicos. Los artífices mostraron en pantalla aquella parte de la historia que muchos desconocían.

También me hace feliz que a pesar de todas las dificultades con las que lidian los realizadores, dígase  insuficiencia de recursos materiales y logísticos; los televidentes se sensibilizaran con las series de alguna manera. Las propuestas audiovisuales lograron poner un pedazo de la historia cubana en los ojos de sus espectadores y seguidores, muchos fieles a ellas.

Según resultados de estudios sobre espacios de esta índole y más recientemente de Duaba, la odisea del honor, más del 60 % de los públicos se expusieron a la serie, los adultos de 55 años en adelante fueron los más expuestos al programa, en cambio, los jóvenes la consumieron menos, tanto la realización como el contenido de la serie fueron calificados de positivos por parte de los públicos y de los expertos.

Cerca del 94% evaluó la serie en general entre Muy buena y Buena2, y más del 85% de los públicos encuestados consideró pertinente la trasmisión de programas dramatizados de contenido histórico en la Televisión cubana. Esta última recomendación es vital para consolidar aún más los compromisos que posee el medio televisivo de continuar esta trayectoria apoyándose  en valores históricos y comunicativos.

Ya resulta gratificante que muchos sientan la necesidad de ver espacios de este tipo y este es el primer paso. Proyectarse para estremecer a los cubanos con la verdad sobre Cuba, universalizar el sentimiento patrio, encontrar temas que seguramente se convertirán en un referente para las nuevas y viejas generaciones. Los públicos deben encontrar en los espacios históricos sus por qué de manera acertada en lenguajes asequibles y llenos de veracidad.

Uno de los problemas en la actualidad es que los jóvenes aún desconocen mucho de nuestra historia, ambas series permitieron que el público en general obtuviera un conocimiento más profundo de los sucesos ocurridos en aquellos períodos. Por ende, se convirtieron en series de éxito, ojalá continúen las buenas producciones, ojalá se sumen más los auditorios juveniles.

Referencias:
1    Política de Programación dela Radio y la Televisión Cubana, 1998, p. 43.
2 Yaimara Sánchez Martínez y Somalia Gutiérrez Lomba: Informe de investigación “Duaba, la odisea del honor y su relación con los públicos”, 2014.

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