5 de diciembre de 2024

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Instituto de Información y Comunicación Social

El maquillista debe tener sensibilidad y pulso

Entrevista con Elda López Llanes, maquillista, peluquera y vestuarista
Enrique de Lagardere

El nombre de Elda López Llanes, a través de los años, ha sido visto en los créditos de la televisión y el cine, pero que algunas personas desconocen la interesante labor que ha realizado y realiza. Esta es de suma importancia en los medios en que se desarrolla, pues aunque el público ve el producto terminado, mucho influye  en este el trabajo del maquillista con los actores para que el personaje resulte creíble.

Confiesa que desde niña le gustaba pintarse la cara, los labios y ojos y hacerlo con las amiguitas, siempre le gustó el maquillaje. La vida la llevó por otros caminos y comenzó a estudiar Enfermería, pero pronto reconoció que esa no era su profesión y abandonó la carrera. Recibió un curso de maquillaje en el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), con el profesor Rolando Zaragoza, a quien Elda recuerda con cariño, por todas las enseñanzas.

Entre 1963 y 1965 trabajó en el ICAIC, contratada como peluquera. Así  trabajó en varios filmes, tales como: Soy Cuba, La salación, con Octavio Cortázar, Tulipa, Giselle, bajo la dirección de Enrique Pineda Barnet, y Asalto al tren central.

En 1966 pasa a trabajar en el Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) como maquillista. Recuerda que entonces todo era en vivo. Es ahí cuando comienza su vida en el mundo del  maquillaje, labor que le apasiona.

Comienza a realizar aventuras, teatros, telenovelas  y otros programas. Trabajó en: Sandokan, Los vikingos, Espartaco, El Conde de Montecristo, Enrique de Lagardere, El prisionero de Senda, Los mambises y El capitán Tormenta, entre las que más recuerda. Afirma sonriente que le decían “la aventurera”.

Estuvo durante doce años haciendo dramatizados entre los que destaca Horizontes. En esa etapa, comienza a preparar maquillistas, pues trabajaba sola y todo era en vivo.

Entre sus experiencias como maquillista para el espacio Grandes Novelas, recuerda las puestas en pantalla La Dama de las Camelias,  El jorobado de Nuestra Señora de París, Teresa Raquin, Bodas de Sangre, Camino de paralelas, El hombre que vino con la lluvia, Tres mujeres, y tantas otras que no recuerda.

En Teatro ICR realizó el maquillaje de obras como: La rosa tatuada, Las brujas de Salem, Otelo y Pedro y el Capitán, entre otras. Cuando comienzan a trasmitirse los policiacos, trabajó en Sector 40 y Móvil Ocho. Formó parte del colectivo de realización de Día y noche durante ocho años.

Paralelo a su trabajo en el Icrt, trabajó en el Icaic en el filme “Mella”,  que se realizó en saludo al primer Congreso del Partido. En ese mismo año fue seleccionada para trabajar en la televisión en color, realizando programas como: El Carrillón del Kremlim y Relatos sobre Lenin.

Entre las múltiples tares que realizaba también destacan los programas infantiles. Elda explica que disfruta hacer barbas y bigotes, en lo que se especializó, y que cataloga como “su fuerte”.

Asevera que el maquillista tiene que conocer de los programas, tanto como los directores, pues tiene que conocer el tipo de maquillaje para cada época y las características del mismo. “Este es un trabajo que hay que hacerlo con amor y la televisión da la destreza y la habilidad para esta especialidad”, sostiene.

Considera que su labor durante 55 años ha sido reconocida por artistas, guionistas y directores, de todo lo que ha hecho y aun hace, aunque está jubilada.

Esta inquieta mujer que ama todo lo que hace, recuerda de manera especial su participación en la serie En silencio ha tenido que ser, junto al multilaureado director Jesús (Chucho) Cabrera. Al respecto, comenta emocionada que este trabajo fue para ella lo más querido. Recuerda que trabajaban casi 24 horas diarias, para ella resultó una gran experiencia de trabajo, que realizaron con mucho amor.

Posteriormente, surgieron los demás seriados Julito el pescador, Para empezar a vivir, Por el mismo camino, La  frontera del deber, Fuego en defensa propia y Su propia guerra.

En 1984 fue solicitada por la televisión nicaragüense  para trabajar en un serial titulado El principio del fin. Además  realizó varios cuentos en coproducción con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y México, donde estuvo tiempo trabajando. Cuando se encontraba en Jamaica, filmando el serial Para empezar a vivir, asumió las tareas de maquillista y vestuarista e impartió un curso de maquillaje en ese país.

Ha realizado varias películas en RTV Comercial, entre las que se encuentran: Iona llega con la lluvia, Ciclos en el trópico, La rumbera y Locura azul, basada en la vida del famoso cuarteto Los zafiros, donde realizó el maquillaje y el vestuario. Este filme le proporcionó un premio Caracol de la Uneac.

Su jubiló en el 2001 y poco después trabajó en una serie titulada Operación Coraje. Desde el 2004 trabaja en Tras la Huella. Entre sus últimas películas  se encuentran: Cuba 1958, una coproducción cubano-canadiense.

Por su quehacer, Elda López ha recibido varias distinciones y condecoraciones, entre las que se encuentran: la Medalla “Raúl Gómez García”, la Distinción por Servicio Distinguido en el Ministerio del Interior, Artista laureada, Diploma en el Festival de la Radio y la Televisión, Reconocimiento por su participación en la serie En Silencio ha tenido que ser y Diploma de reconocimiento por su larga trayectoria en el sector de la entrevista/Caract_Elda_Lopezcultura.

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