Escriba y lea: baluarte televisivo de la cultura general integral cubana
Jimmy Sariol Carballo dirige Escriba y lea hace ocho años aproximadamente. Según refirió a esta reportera, el programa siempre lo atrapó, a tal punto que, adolescente aún, jugaba a ser uno de sus panelistas tratando a toda costa de identificar las incógnitas literarias de cada semana.
Con ello nos reseña su admiración por el espacio, uno de los programas, a su juicio, más cultos, instructivos e interesantes de la Televisión cubana con un alto impacto en la formación de la cultura general integral de los cubanos.
¿En qué medida el programa se mantiene en la preferencia del público a pesar de los años?
Con Escriba y lea, me sucedió algo muy particular, porque desde mi perspectiva de director quizás me faltaba medir, in sito, la repercusión del programa. Entonces, llegar a lugares como Nicaro, en la provincia de Holguín, o a Guantánamo, y constatar los altos niveles de teleaudiencia a través de palabras de elogio y agradecimiento, me hizo reflexionar ante el fenómeno cultural que conduzco y sentirme más motivado en esta labor.
“Hace más de un año el programa dejó de transmitirse, y muchos televidentes no se olvidaron de él; enviaron cartas, correos electrónicos a nuestro colectivo, hicieron llamadas telefónicas. En todos los casos solicitaron la reincorporación del espacio a la programación. Además, si de aceptación popular hablamos, no olvidemos que Escriba y lea alcanzó el premio de la popularidad en encuestas realizadas por Entre tú y yo en varias ocasiones.
Durante muchos años el espacio entró a los hogares cubanos a través de Cubavisión, ahora lo hace desde el Educativo, ¿por qué el cambio?
Quienes decidieron el cambio me explicaron que el programa pasaba al Educativo por su carácter instructivo. Lo acepté, aunque pienso que un espacio patrimonial como Escriba y lea, solo antecedido en longevidad por Palmas y Cañas, merece un canal de mucha más audiencia, aun cuando el Educativo poco a poco se abre paso en el gusto de todos los públicos. Entiéndase que con mis palabras no intento minimizar el nuevo canal pero sabemos que el número de televidentes de los educativos es mucho menor que el de Cubavisión.
¿Entonces considera que el cambio de canal restó seguidores al programa?
Cuando el programa se transmitía por Cubavisión, en un horario estelar, los niveles de audiencia eran arrolladores. Lo confirmábamos con las incontables muestras de respeto a nuestros profesores, cuando en ocasiones viajaban por toda Cuba.
“El número de personas que escribía al programa era superior al actual, así como los comentarios en las calles. Hoy los reportes de sintonía continúan llegando pero sus niveles bajaron ostensiblemente, a un extremo tal que muchas personas piensan que el programa desapareció.
¿Cómo fue la acogida en el Educativo?
Sorprendente, nos dieron el mejor estudio, el más grande, aunque todavía luchamos con algunas limitaciones tecnológicas. Por ejemplo, la escenografía está bastante apretada y tenemos problemas con las luces. Claro, las incongruencias escenográficas son porque esta se hizo para un estudio mucho más grande, el 15 de la TV.
“Tenemos igualmente problemas con el sonido por la calidad de las balitas. Sin embargo, nos sobreponemos a las carencias, hacemos el mayor esfuerzo para llevar a todos los públicos un producto con calidad como merecen.
Los seguidores del espacio preguntan por qué ha estado fuera del aire por tanto tiempo.
Detuve el programa por problemas escenográficos (la escenografía era horrible) pensando en una solución a corto plazo. Sin embargo, entre una cosa y otra la situación se extendió por más de un año, si bien podía resolverse en menos tiempo. Eso me hace pensar que Esciba y lea no estaba entre las prioridades de la televisión, a pesar de su valor histórico cultural dentro del medio y de la sociedad en su conjunto.
El espacio sale nuevamente en pantalla desde el 5 de septiembre. En visita al nuevo set de grabación observé la presencia de muchos jóvenes.
Uno de los grandes méritos de nuestro espacio y del Canal Educativo, en general, es el número elevado de jóvenes que se vinculan a los proyectos. La mayor parte de nuestro personal técnico no sobrepasa los 35 años de edad. Además de la juventud, se caracteriza por el entusiasmo y la disciplina, algo importante porque los más experimentados nos sentimos motivados a continuar por un sendero, que si bien tiene espinas también tiene rosas, y esas rosas son el resultado final de nuestro trabajo y el reconocimiento de los públicos.
“Escriba y lea es una familia, todos aportamos algo, sin tener en cuenta la especialidad de cada cual. Los jóvenes se nutren de nuestra experiencia y nosotros de sus habilidades, pues solamente desde esa concepción de unidad el programa marchará bien.
¿Retos?
Mantener los objetivos del programa: elevar la cultura general integral de la población, difundir lo mejor de nuestra música, continuar ofreciendo al arte universal el protagonismo que siempre tuvo y rescatar los niveles de teleaudiencia. Hacemos hasta lo imposible para que Escriba y lea vuelva a ser el programa de la familia cubana.