Inicios de los programas de cocina en la TV Cubana
Desde los primeros años de fundada, nuestra TV mantuvo para el público una variada oferta de programación sobre los asuntos del hogar. Dentro de este tipo de programación, la que abordaba temas relacionados con la cocina contó con una gran aceptación del público. Los espacios acerca del arte culinario se encontraban dirigidos principalmente a amas de casas o trabajadoras, encargadas de las labores en sus respectivas cocinas.
Recién creada, en el año 1950, Unión Radio Televisión, a través de su canal 4, transmitió el primer programa de cocina, llamado Teleclub del Hogar. Transmitido en vivo desde el teatro Alcázar, constituyó la primera revista utilitaria de habla hispana, conducida por figuras de innegable preparación, doctores en Pedagogía, en Farmacia y hasta en Filosofía y Letras. En esta misma década, surgió en el Canal 6 el programa Cocina Frigidaire, este, a través de la asociación entre la TV y la conocida marca de refrigeradores de igual nombre, se especializaba en la realización de cakes y bufés para eventos especiales. En 1953, el novel Canal 2 se sumó a esta tendencia y comenzó a transmitir El mundo en televisión, el cual ofrecía una variada e interesante revista informativa, con una sección de cocina protagonizada por el italiano Borciosecci1.
El indudable boom de programas de cocina de la década del 50, se reforzó con la llegada a la televisión de toda una institución: Cocina al minuto. Este espacio conducido, escrito y dirigido por Nitza Villapol2, acompañada por su eterna ayudante Juana Margarita Bacallao, más conocida por “Margot”3, se caracterizó principalmente por la rapidez con que se elaboraban las recetas, así como por la calidad de las preparaciones y las enseñanzas en torno a la nutrición que ofrecía su anfitriona.
Se comenzó a emitir el 3 de julio de 1951, por Unión Radio TV, con una frecuencia diaria, al principio en el horario de las 12 del mediodía. Concebido para “la mujer moderna que gusta de cocinar –o que necesita hacerlo– pero que apenas tiene tiempo”, el programa tuvo un récord de permanencia en vivo, con casi 45 años al aire. Como dato curioso destaca que la primera receta que salió en pantalla fue un flan o pudín de pescado. Cocina al minuto contaba con patrocinadores comerciales, quienes, a través de la propaganda a sus ingredientes, recibían cuantiosas ganancias, teniendo en cuenta que dicho programa era visto por muchísimas personas, contando con un alto raiting televisivo.
Luego del triunfo revolucionario de enero de 1959, este continuó transmitiéndose, aunque con modificaciones en su frecuencia, ya que se redujeron sus emisiones a cinco días a la semana, luego a tres, y sus últimas emisiones fueron solo los domingos. Se suprimió la propaganda comercial, derivando hacia la concepción de un programa de servicio público, sin patrocinadores ni remisiones directas a determinadas marcas de productos. Estos nuevos cambios respondían a las transformaciones de los nuevos tiempos, en consonancia con las medidas del gobierno.
Entonces, el programa subsistió a las nuevas condiciones, gracias a su capacidad de adaptarse a las coyunturas económicas de la época. Por ello, derivó hacia un marcado “sincretismo” entre el comer sano y el ahorro de determinados ingredientes que escaseaban en la década de los 60, como es el caso de las grasas. Las nuevas recetas, o la nueva forma de cocinar desde el “ahorro”, fueron gratamente acogidas por el público, que se sintió identificado con el programa, y asumió el disfrute del mismo dentro de la cotidianidad de las familias. Las arepas y mayonesas sin huevos, los huevos fritos en leche o salsa agridulce, y hasta procedimientos para quitarle a las grasas usadas el sabor y olor de alimentos previamente cocinados en estas, son solo algunas de las elaboraciones enseñadas a la población por Cocina al minuto.
A los saberes culinarios mencionados antes se sumaron la referencia a productos sustitutivos de las recetas originales, de acuerdo a la disponibilidad en el mercado. En dicho espacio televisivo recomendaban y usaban los recién introducidos productos provenientes de los países socialistas4. Gracias a estas ideas y recetas nuevas, durante las siguientes décadas el programa siguió gozando de la preferencia del público.
Esta situación se mantendría hasta el año 1993, cuando ante la nueva escasez de productos –esta mucho más crónica en comparación con la anterior– propiciada por el Periodo Especial, Cocina al minuto tuvo que salir del aire. Vale destacar que actualmente se considera el programa de cocina de mayor trascendencia dentro de la historia televisiva, pues a pesar de la existencia de varios espacios similares a lo largo de casi 20 años, ninguno ha contado con la popularidad de aquel conducido por Nitza Villapol: toda una institución si de cocina se habla en nuestra TV.
*Estudiante de 4to año de Licenciatura en Historia por la Universidad de La Habana
**Presidenta de la delegación de base de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales en la Televisión Cubana
Notas y referencias:
1 Jorge Méndez Rodríguez-Arencibia (2017): La maestra que enseña haciendo. En Catauro, año 19, no. 35, La Habana, p. 96.
2 Pedagoga graduada en 1948 en la Universidad de La Habana.
3 Anteriormente había trabajado en el programa Tele Hogar, dedicándose a temas relacionados con la economía doméstica y la culinaria.
4 Los países socialistas europeos comenzaban a tener convenios comerciales con Cuba.