28 de marzo de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

La telenovela cubana a debate

El espacio ComunicarTV permitió el intercambio sobre la novela entre públicos y realizadores
La telenovela cubana a debate

La telenovela cubana a debate

Ya se ha hecho habitual que el espacio de diálogo Comunicar TV, que organiza la Dirección de Comunicación de la TV Cubana, propicie encuentros muy enriquecedores entre los públicos y los especialistas y equipos de realización de los distintos programas.

El pasado 14 de septiembre, el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, sede de los encuentros, resultó pequeño para la cantidad de público asistente: escritores, directores, actores y, por supuesto, los televidentes, que intercambiaron diversos criterios acerca de la producción de telenovelas en Cuba.

Entre las personalidades conocedoras del referido género televisivo dramatizado que participaron en el encuentro, se encontraban las primeras actrices Aurora Pita y Nilda  Collado, los guionistas Yoel Monzón, Alfredo Pérez y Freddy Domínguez, y los directores Charlie Medina, Armando Toledo Magda González Grau y Consuelo Ramírez. La conductora del espacio fue la asesora e investigadora Nelia Casado.

El debate estuvo a la altura de lo que se esperaba, pues todos conocemos que el televidente cubano  es fiel seguidor de los espacios dramatizados, ya sean novelas, aventuras, teleplays o policiacos. Los asistentes coincidieron en que debe establecerse un  diálogo entre el público y la telenovela; es decir, que este dramatizado refleje la realidad de sus públicos, pero de manera recreada, de tal forma que se identifique con el mensaje concebido por los guionistas y directores de una manera directa y agradable, puesto que no todos los públicos poseen el mismo nivel cultural ni la misma edad.

La actriz Aurora Pita hizo un análisis minucioso el aspecto anterior, al tiempo que lamentó la insuficiente promoción que reciben las telenovelas, recordó cómo años atrás los avances ofrecidos en distintos horarios atrapaban al televidente, que entonces no quería perderse el capítulo anunciado.

Muchas intervenciones señalaron la poca duración de los capítulos, solo 27 minutos, y el hecho de que en el último capítulo todos los conflictos se resuelven atropelladamente; mientras las novelas foráneas duran una hora y tienen avances del capítulo siguiente.

Sabemos que la televisión es un medio muy costoso, pero eso no impide que seamos más selectivos a la hora de concebir y ofrecer las propuestas dramatizadas. En general, los televidentes que participaron en ComunicarTV manifestaron que muchas de las más recientes las telenovelas no educan, ni envían un mensaje positivo, sobre todo a  la juventud. Si bien los cubanos gustan de ver estas puestas en pantalla, las mismas deben satisfacer sus expectativas.

Como otro señalamiento a este tipo de producciones, trascendió que la mayoría de los escritores contemporáneos no son capaces de construir verdaderos melodramas, basados en el equilibrio entre las tramas de los personajes, sin abusar de la incitación al llanto o la risa.

También referidos a la labor del guionista, hubo planteamientos acerca de la función de entretenimiento inherente a la novela, algo que muchas veces no garantizan los escritores.

El director Armando Toledo apoyó el hecho de que la novela cubana tenga una duración de 27 minutos, pues, a su juicio, este tiempo resulta suficiente para que los televidentes disfruten del plato fuerte de la noche y queden expectantes de lo que podrán ver en el capítulo siguiente. Resaltó que en las provincias fuera de la capital cubana la teleaudiencia consume mucho la telenovela cubana.

Sobresalió el llamado a cuidar el lenguaje y la interpretación en especial de los actores jóvenes, que en ocasiones incurren en fatales errores de dicción y expresión oral.

Todos los asistentes a ComunicarTV quedaron satisfechos con este diálogo, que apostó sobre todo por el mejoramiento de un producto televisivo apreciado históricamente en Cuba: recordemos que fue la radio, primero, el medio que encantó a los públicos con obras como “El derecho de nacer”, y más tarde, con las creaciones de Iris Dávila, Dora Alonso, Caridad Bravo, Félix Pita Rodríguez, entre otros autores. Muchas de las novelas radiales luego fueron llevadas con gran éxito a la TV.

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