Museo de Artes Decorativas, otro espacio de tributo a nuestra Rosa
El Museo Nacional de Artes decorativas fue otro de los espacios capitalinos que, en la tarde noche de este 11 de febrero, rindió homenaje póstumo a Rosita Fornès en el centenario de su natalicio (11-02-1923) y a propósito de la 31 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana.
En la ocasión se presentó “Yo conocí el talento” de los autores Ángel Manuel Pérez y Rosalía Arnáez, un texto de Ediciones En Vivo y bajo la dirección de la Dra Norma Gálvez quien valoró a la Vedette de Cuba como “actriz de pueblo”.
“Podía estar en las más altas cumbres, pero también compartir una guardia de las milicias nacionales revolucionarias, un trabajo voluntario u otras acciones vinculadas con nuestro sistema social”, sentenció.
El cariño de los cubanos, indicó la también pedagoga, “se demostró en su sepelio cuando ni la pandemia ni las limitaciones con el transporte impidieron que habaneros de los rincones más apartados de la capital llegaran hasta las calles de nuestro Vedado para dar el último adiós a quien enalteció la cultura cubana con gracia y versatilidad”.
Muchas personas colmaron el jardín del Museo Nacional de artes decorativas este 11 de febrero, fecha del nacimiento de la Fornés, una mujer que adoptó a Cuba como su país y aquí consolidó su carrera profesional, ofreció todos sus saberes artísticos y recibió vítores y aplausos de varias generaciones de cubanos que aún la recuerdan.
El homenaje fue un recorrido por canciones interpretadas por Rosita en voces de nuestros artistas. Algunos de ellos fueron Leonor Zayas, Yenni Santamaría, Sergio Gattorno y Maureen Iznaga. Estuvieron también Milada Milè, Rafael Espín, María Elena Pena, María Cristina Puentes y Ana Iris Pena de una lista mucho más amplia.
En materia musical se escucharon los temas: Mientras haya una canción, de Sergio Gattorno; Nosotros, de Pedro Junco; La chica Yeyé, de Augusto Alguerò; Que te pedí, con letra del compositor mexicano Gabriel Luna de La Fuente y música del pianista cubano Fernando Mulens, así como la emblemática Siboney compuesta por Ernesto Lecuona.
Al concluir el tributo individual de los solistas vocales a Rosita Formès, todos se unieron e interpretaron Sin un reproche de la autoría de José Manuel Solís, conocido en el universo musical como Meme Solís.
En el colofón del tributo se vendió el libro “Yo conocí el talento” a un público ávido por ahondar en la vida y obra de quien interpretó todos los géneros de la música cubana y fue fuente de inspiración para muchos de los compositores más reconocidos del país.
Fotos: Tomadas por María Regla
