19 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Oneida Hernández: “La experiencia no se improvisa”

Conocida por su inconfundible voz y el sentimiento que imprime a sus personajes, la locutora y actriz ha destacado en la televisión, la radio y el cine

Oneida Hernández

“Yo soy cubana, actriz y locutora desde 1959. Más tarde y con esfuerzo me hice licenciada en la Universidad de La Habana, pero soy de un origen humilde y campesino, tal vez por eso mido con mayor profundidad todas mis experiencias y conocimientos…”, así se presenta la primerísima actriz Oneida Hernández en las páginas de su poemario Óptica Azul (1998), publicado en Colombia.

Conocida por su inconfundible voz y el sentimiento que imprime a sus personajes, Oneida fue de la radio a la televisión, pasó por el teatro y el cine, donde trabajó bajo las órdenes de grandes como Humberto Solás. Licenciada en Historia, fue el primer rostro femenino que apareció en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana y está entre las fundadoras de Radio Taino, junto con José Antonio Cepero Brito, Orestes Martell, entre otros.

De 1964 a 1965 laboró en Radio Pekín como locutora y correctora de los materiales traducidos al español y también llevó su voz a Radio Moscú. Dos veces viajó a Angola y a Etiopía, en medio de la contienda, y en Colombia, además de trabajar con el grupo de teatro Arte de Bucaramanga, se unió al equipo de las emisoras Radio Todelar y Colmundo Radio.

Se le escuchó por muchos años en Radio Progreso en los espacios dramatizados. Junto a Julio Batista, quien fuera su compañero en la vida, fundó el programa Este es nuestro José Martí; en Radio Arte asumió otros roles como lo que es: una actriz sin fronteras. En los últimos tiempos la maestría de Oneida ha estado presente en filmes como Café amargo (junto con Coralita Veloz y Adela Legrá) y El traductor (junto con el actor brasileño Rodrigo Santoro).

“Nací en el campo de la provincia de Sancti Spíritus. Allí, el único contacto que había con la civilización era un radio de batería que mi papá se ocupaba de mantener, era el único entretenimiento. Oía novelas, programas y los repetía sola. Mi hermana mayor decía: ´mamá esta niña se va a volver loca´ y mi papá contestaba: ´déjala, está representando´. Mis padres tenían una inteligencia natural envidiable. Desde joven supe que la vida ofrecía oportunidades de crecer y ser actriz, nunca equivoqué el rumbo, era una enana sabichosa.

“En enero de 1959 llegué a La Habana, el mismo día que Fidel entró victorioso, venía en un camión al final de la caravana. Tiempo después, desde Unión Radio, La voz de los trabajadores, Wilfredo Rodríguez Cárdenas (del Movimiento 26 de Julio) llamó a mi hermana para trabajar.

“Sin embargo, ella ya estaba ubicada pero me recomendó y a los 15 días todo lo dominaba, era mi mundo. En Unión Radio había un programa en vivo, de corte dramatizado, que se llamaba La Guantanamera, con Joseíto Fernández en el estudio. Un día faltó una actriz que tenía bastante participación y le dije al director Manolo Suárez: ´usted quiere que se lo haga´. Así pasó y empecé poco a poco”.

En la Escuela de Arte Dramático, Oneida Hernández estudió con la guía de profesores como Loly Buján, Elvira Cervera, Mario Rodríguez Alemán… Primero llegó la radio y después el teatro. En la Sala Arlequín trabajó con la inigualable María de los Ángeles Santana.

“Para ser de verdad tienes que tener alma y, cuando la tienes, te sale a relucir con tan solo leer el texto, eso es a través de la entrega; la gente lo recibe. Yo llamo a eso: la honradez en la actuación. No hay otro modo de trabajar que entregándose de corazón y, cuando se hace así, la gente se da cuenta. Cuando tú le dedicas la vida a una carrera es porque te lo has tomado en serio”.

La gran señora Oneida Hernández es un nombre, un rostro, una voz imprescindible del arte dramático y la locución de este país.

(…)

voy tejiendo palabras, encerrando la noche

la sonrisa y el canto, en un verso de grana,

de creciente esperanza

para besar el mundo1.[1]

Referencia:

Hernández, Oneida (1998): Óptica Azul, Colombia.

[1] Óptica Azul, poemario de Oneida Hernández publicado en Colombia, 1998.

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