19 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Suaritos y Sor Petra Vega

Mediante Radio Cadena Suaritos se divulgó la obra pedagógica de la querida “Monjita del Cerro”
Radio Cadena Suaritos

Radio Cadena Suaritos

Muy tenue refleja la historiografía de la radio en Cuba la obra de Laureano Suárez Valdés, conocido popularmente como Suaritos. A sugerencia de otros socios de su empresa, llamó a la emisora Radio Cadena Suaritos. Instalaron los estudios en el edificio de calle 25, número 1113 en el Vedado. Proyectaron convertir esta planta capitalina en una cadena nacional con estaciones repetidoras en todas las provincias pero no les fue posible.

Suaritos, en cambio, fue de los primeros empresarios radialistas en disponer de frecuencia modulada. Desde principios de 1948 salió al aire desde los 102.7 megaciclos en con el indicativo de CM-2I-L. Además, su programación podía también escucharse en los 9833 de onda corta como la COBL. Por supuesto, la más escuchada era en los 860 kilociclos con el indicativo CMBL.

Laureano Suárez era el principal locutor y animador de sus programas y anuncios, todos muy originales e ingeniosos, como sus no menos simpáticos juegos de palabras, a partir del pie: “no es lo mismo…”.1

Muchos pensaban que Suaritos, por su acento, era español. Pero nació en La Habana. Su padre era asturiano al igual que dos coterráneos amigos con quienes laboró en un almacén, Angulo y Toraño. En sus programas podía apreciarse su amplia formación cultural, en particular en la obra martiana adquirida por la vía autodidacta. Musicalmente era un apasionado de la trova, la guaracha y el repentismo. Sentía mucha admiración por Toña La Negra y otros intérpretes mexicanos, al igual que por los españoles, especialmente Imperio Argentina, y sobre todo era amante de la música rioplatense.

Tanto fue su fanatismo por determinados intérpretes de la música que quienes le conocieron muy de cerca – como Andrés Castillo o Rolando Ozón – me comentaron que Suaritos era más melómano que empresario. Utilizó la emisora para promover a sus artistas favoritos como los cubanos: Fernando Albuerne, Celina y Reutilio, o el olvidado Emilio Ramil, a quien el radialista apodó El Carlos Gardel cubano, que tuvo gran éxito internacional.

Suaritos convirtió su emisora en una fábrica de discos exclusivos. Tenía en su fonoteca una inmensa colección de placas con grabaciones que solo Radio Cadena Suaritos transmitía. Así promocionaba al medio luego de empezado el número musical, de manera que no pudieran pirateárselo desde el aire. Llegó a tener un fondo patrimonial maravilloso (no comercial) incluyendo más de un centenar de temas inéditos de Sindo Garay.

Fue muy criticado por quienes afirmaban que Radio Cadena Suaritos ponía demasiadas canciones e intérpretes pasados de moda. A mediados de la década del 50, Suaritos estaba totalmente arruinado y tuvo que vender su frecuencia en FM al ingeniero Ventura Montes Martínez. Finalmente con mucha pena entregó su CMBL y la onda corta a los empresarios periodistas Sergio Vidal Cayro y Carlos Caleu Vázquez, quienes la convirtieron en Radio Aeropuerto Internacional.2

Muchos atribuyeron el fracaso económico de Suaritos a la ayuda a los músicos y por no cobrar determinados anuncios. Un ejemplo de la divulgación gratuita de los productos que vendía la Escuela Taller Aula “San Vicente de Paúl”, donde la superiora (directora) asumía el principio martiano de vinculación del estudio y el trabajo.

Se trataba de Sor Petra Vega Ordás, quien a pesar de haber nacido en León, España, fue llamada con mucho cariño “La monjita del Cerro”. Había nacido el 28 de enero de 1862, el año en que falleció José de la Luz y Caballero. Casualmente sería designada por su congregación religiosa la compañía Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, a dirigir la escuela llamada antes Colegio del Salvador, fundado por De la Luz y Caballero en el Cerro.

Admirada por estas coincidencias, la religiosa abrazó creadoramente el ideario pedagógico martiano junto al paulista. Guió a varias generaciones de niñas huérfanas o de familias muy pobres. No dejó de ocuparse por todas ellas ni aún después de adultas. Procuraba hasta matrimoniarlas y, para las que inevitablemente quedaban solteras construyó un edificio con el autofinanciamiento de la escuela. 3

No solo las preparaba en las labores propias del hogar sino también como obreras. Las instruyó y preparó para la vida.

En el orden patriótico destacó en la enseñanza de la Historia de Cuba a personalidades como el joven general Juan Bruno Zayas Alfonso, quien nació en la casa contigua al colegio. Llegó a comprar ese edificio e incorporarlo a su plantel docente para poder mantener mayor cantidad de alumnas. Una de sus máximas fue inculcar la defensa consciente de la utilidad de la virtud.

Sor Petra Vega recibió, por su extraordinaria obra educativa entre los sectores más desposeídos, la orden al Mérito Carlos Manuel de Céspedes. Sin embargo, la historiografía pedagógica de Cuba tiene aún la asignatura pendiente de su legado. Por eso nos pareció justo, para rendir tributo al Maestro en el aniversario 165 de su nacimiento, honrarla a ella también en estas líneas, junto al querido Suaritos.

Gracias, donde quiera que estén, por su modesto pero apasionado aporte a la cultura de la nación cubana.

Notas:
1 Entre un número musical e informaciones, decía: “No es lo mismo que Anita juegue con su arito a que Suaritos juegue con el arito de Anita”.
2 Estos periodistas era, a su vez, la cara visible de otro periodista y empresario testaferro de Fulgencio Batista: José López Vilaboy. Con la muerte de Laureano Suárez en 1958, gran parte de los fondos de discos de Radio Cadena Suaritos se perdieron.
3 Frente al antiguo cine Maravillas, por Calzada del Cerro y Palatino, el edificio conserva la inscripción Sor Petra Vega. Fue hecho en 1949, después de su fallecimiento.
Fuentes:
Bartolomé Barguez, Carlos: Historia del Cerro. Editorial Imágenes (digital), La Habana, 2005.
Bracero Torres, Josefa: Silencio… se habla. Editorial Pablo de la Torriente Brau, La Habana, 2007.
Castillo Mesa, Andrés: Testimonio al autor sobre Laureano Suárez Valdés, Guanabacoa, 1994.
López Fernández, Oscar Luis: La radio en Cuba. Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1998.
Ozón, Rolando: Conversación con el autor sobre Laureano Suárez y su emisora Radio Cadena Suaritos, en el Instituto Cubano de Radio y Televisión.

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