Veinte años de batallas en la Mesa Redonda
En diciembre de 1999, en el contexto del inicio de la Batalla de Ideas y por iniciativa del Comandante Fidel Castro, se creó la Mesa Redonda, un espacio televisivo de carácter político. En entrevista ofrecida al programa Entre tú y yo, el periodista, director general y de contenidos del programa, Randy Alonso Falcón, ha recordado que en aquel momento se inicia la campaña por el regreso del niño Elián González a Cuba.
La primera transmisión del espacio ocurre el 16 de diciembre de 1999. La organiza Carmen Rosa Báez, psicóloga que pertenecía al Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas. El tema tratado en esa oportunidad fue “En qué tiempo puede cambiarse la mente de un niño”, con las intervenciones de reconocidos psiquiatras, psicólogos y pedagogos como Cristóbal Martínez, Elsa Gutiérrez, Patricia Ares, Aurora García y Lidia Turner.
El nacimiento del programa a Fidel “le pareció una posibilidad extraordinaria de poder llevar a la población argumentos para la Batalla de Ideas”, asegura Randy Alonso, quien asume la dirección del espacio a partir del 16 de enero del 2000. Recuerda el también periodista que en esa fecha tuvo lugar la segunda transmisión de la Mesa Redonda para comentar qué había sucedido con el niño Elián durante ese periodo. Varias emisiones estuvieron dedicadas a exponer las características del entorno donde se encontraba el pequeño, comparar las realidades de Cuba y de Estados Unidos en cuanto a la salud pública, la educación, el sistema político, etc.
Apunta Alonso que salieron en pantalla un grupo de mesas instructivas, con grandes personalidades de las ciencias históricas, políticas, de la pedagogía, la salud pública. Los moderadores entonces fueron periodistas y personalidades como Rolando Segura y Fernando Rojas. En febrero del 2000 comienzan otras emisiones con carácter más informativo, de seguimiento diario a lo que acontecía alrededor de Elián.
Durante sus primeros años, el programa alcanzó records de teleaudiencia. Advierte Randy que eso se debió a que la Mesa estaba dedicada por completo al tema más importante en Cuba por aquellos años y tenía la participación directa de Fidel. También subraya que el programa “puso al enemigo en sus propias palabras. Nunca la gente había visto hablando con toda su crudeza a Ileana Ross ni a Lincoln Díaz-Balart, ni a ninguno de estos representantes de la mafia anticubana en Estados Unidos. También se pusieron en pantalla gentes extraordinariamente talentosa, formada por la Revolución y cuyos conocimientos muchas veces se quedaban solo en el aula, en un evento académico o en su centro de investigación. Además, el público conoció a muchos periodistas que leía en los periódicos o escuchaba en la radio, pero nunca los había visto en la TV”.
Los niveles de rating, aunque no tan altos, siguen siendo notables para un espacio informativo, algo que en parte se debe a que desde el 2006 TeleSur incluyó a la Mesa Redonda en su parrilla de programación. Este hecho generó cambios en la visualidad del espacio, sus contenidos y la intervención de los invitados. Se llegó a transformar en un programa de análisis y debate.
Transformaciones necesarias
Para Alonso la televisión, como medio, requiere renovarse constantemente, “si no, un programa fenece”, sostiene. A juicio del director existe la necesidad de transformar la visualidad y los contenidos, pero estos últimos sin cambiar la esencia del proyecto televisivo. “En el caso de la Mesa Redonda, Fidel la concibió como un programa que sirviera de orientación e información al pueblo, por eso trata de educar, de orientar, de informar. Hemos mantenido esa esencia. Cuando comenzamos lo que más nos interesaba era el contenido. Con el paso del tiempo y la incorporación de la Mesa a la parrilla de TeleSur, nos empieza a preocupar también el sentido televisivo, es decir, cómo se ve el programa, cuál era su visualidad, los tiempos en la televisión. Hemos tratado de ir cambiando la visualidad y la manera de hacer el espacio”.
Luego de 8 años de realizar la Mesa Redonda Internacional, ya no se encuentra esta propuesta dentro de las transmisiones de TeleSur, aunque se ha pensado un proyecto nuevo, derivado de la Mesa, para esa multinacional.
Respecto al devenir del programa, Alonso indica que hubo “un momento de impase cuando el Comandante sufre la enfermedad y sale de la escena política diaria, entonces la Mesa se dedicó mucho a temas internacionales y quizás tuvimos los más bajos ratings. Después, entre los años 2010 y 2011, comenzamos a hacer emisiones sobre temas nacionales, con contenidos de mucho interés como los lineamientos del Congreso del Partido. Eso permitió el acercamiento a temas de interés popular. A partir del 2013 comienza otra etapa en la cual no solo asistían al espacio los dirigentes del país, los funcionarios, solo a exponer, sino que en un segundo día respondían preguntas de la población”. Esa interacción se ha reforzado con el apoyo del actual presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, quien insiste en seguir empleando el espacio televisivo para que el gobierno y los dirigentes políticos expongan las líneas de acción del Estado y el gobierno cubanos.
“Llegar al aniversario 20 con una renovación de conceptos es lo mejor que le puede suceder al programa”, resalta Randy Alonso. Asimismo, destaca el rol creativo de Arleen Rodríguez, subdirectora de la Mesa Redonda y fundadora del espacio, quien además de coordinar los contenidos y las líneas editoriales, ha estado encargada en buena medida de los más recientes cambios del programa. A ella le pertenecen las ideas de realizar emisiones los viernes dedicadas al debate, de las entrevistas En persona, con los héroes de la República de Cuba, los programas de historias de vida.
Reconoce Randy que se trata de una producción televisiva “muy tensa”. “A veces nosotros queremos hacer más y que el producto nos salga mejor, pero la realidad es que con dos editores hacemos todos los días el montaje y la transmisión, empleando un solo Avid. La Mesa se nutre de todo el sistema informativo de la Televisión Cubana. Lo importante es que existe una capacidad de reacción de nuestro colectivo. Lo que hacemos para preparar la edición es vernos al mediodía con los panelistas para enfocar temas, escoger imágenes. Además, buscamos la noticia del día. Indira Andrés se encarga de la producción general, localiza imágenes, músicas que hacen falta. A veces llegan materiales justo antes de comenzar la transmisión o durante su desarrollo”.
Confiesa Randy Alonso que lo más importante para él de este programa no es la posibilidad de hacerlo, sino de aprender con tanta gente valiosa que ha pasado por ahí.
Memorias y reconocimientos
Roberto Ferguson, director fundador de la Mesa Redonda, recuerda que tuvo varias reuniones con Fidel y un grupo de psicólogos, psiquiatras y pedagogos con la finalidad de organizar la salida al aire del programa. Subraya que el Comandante era el director general, estaba al tanto de todo. “Después de la emisión inicial nos volvimos a reunir para analizar los detalles e hicimos luego otros programas. Era una responsabilidad tremenda, porque era tener a Fidel en el estudio de TV todos los días. Se sabía que la transmisión comenzaba a las 5:00 p.m. pero no sabíamos a qué hora se terminaba, a veces a las 10:00 p.m. Siempre digo que el Noticiero, donde me formé, constituyó la escuela que me permitió dominar la técnica, el switcher, pero la Mesa Redonda representó otra escuela donde conocí qué debía hacerse y qué no. Además, en el programa participaban las principales figuras del ámbito político, económico, médico, cultural, etc. Yo estaba captando todo lo que decían en las emisiones. Eso me estaba nutriendo. Por eso digo que la Mesa es mi etapa superior. Estuve dirigiendo ese programa hasta el 2010”.
Además del director fundador, la mesa ha tenido otros directores, como Francisco García y Joaquín Betancourt, Mauricio Núñez. En este momento asume la dirección del espacio Víctor Núñez Estévez. Dentro del “grupo de excelencia”, referido por Ferguson, se encuentran la editora Teresa Cantillo, que se ha mantenido por 20 años, así como el equipo técnico, que agrupa a muchos camarógrafos, coordinadores, luminotécnicos. “La labor es exhaustiva por la responsabilidad que tienen todos”, sostiene el reconocido realizador.