20 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

“Desde la distancia yo extraño y valoro más lo que hacemos en la Televisión Cubana”

Confiesa la actriz Mariela Bejerano
Confiesa la actriz Mariela Bejerano

Confiesa la actriz Mariela Bejerano

Mariela Bejerano es tal cual la vemos en la pequeña pantalla. Es una mujer hecha a sí misma. Dice las cosas sin tapujos y demuestra las cualidades que la ha encumbrado dentro del arte escénico de nuestro país.

Desde que uno intercambia las primeras palabras con ella, tiene la sensación de conocerla de toda la vida. Su carácter alegre, vitalidad y cercanía captan la atención, pero más aún te atrapa la historia de una mujer que ha entregado su vida por perseguir su sueño.

Muchos de tus personajes han sido muy exigentes desde el punto de vista psicológico, ¿cómo afronta una actriz este tipo de personajes?

– Afronto todos mis personajes con amor, entrega y responsabilidad. Un personaje está inspirado en un ser, una persona que tiene alma, sentimientos, conflictos y una conducta en su vida, como todos. Eso merece un respeto porque los actores contamos historias, hacemos reír, llorar, pero también somos educadores y, a través del arte, podemos sensibilizar, esclarecer, guiar y muy importante saber cómo hacerlo.

 “A mí me gusta leer el texto varias veces. Hay palabras, frases que no te alumbran la primera vez por muy sencillas que sean. Cuando empiezas a recibir señales, despiertan tu alma, tu mente; visualizas, contactas con esos sentimientos, emociones que pueden ser dolorosos, no cercanos a ti, por lo que me voy familiarizando con ellos, me voy entrenando con la intención de lograr naturalidad. Tener dominio de lo que voy hacer a mí me da mucha seguridad incluso a controlar el miedo, que por muchos años que pasen siempre te acompaña.

¿Cuánto te marcó el personaje de Marlén de la telenovela Salir de Noche?

–  De Marlén he recibido mucho cariño, alegría, oportunidades. Es de esos regalos maravillosos que te da la vida. Para el cubano, donde quiera que yo esté soy “Marlén, la mujer del papa”, es increíble como repiten frases que nos decíamos. Se ríen mientras me comentan y entonces yo recuerdo aquellos momentos de grabación, cómo nos divertimos, improvisábamos, éramos una verdadera familia.

“Había compañeros de filmación que en ese momento no estaban grabando y se iban para el estudio nuestro, se entusiasmaban tanto que hasta aportes le hacían a nuestros personajes. Para mí era una gran fiesta. Y luego Marlén era una fiera cuando defendía algo que parecía injusto, sin embargo, desprendía ternura siendo una mujer que había recibido muy pocas muestras de amor en su vida.

“De poco recursos pero desprendida, capaz de regalar su canastilla, que tanto sacrificios le había costado. Atrevida, guapa exigiendo respeto a todos los hombres que la rodeaban, pero cuando había que bajar el tono porque el papa se ponía » malito» pues lo hacía. Un personaje con muchos matices querido por todos y sobre todo por mí”.

¿Qué le resulta tan gratificante de su profesión que le resulta imposible desprenderse de ella?

–   Desengancharse de esta profesión es complicado. Primero todos los que nos dedicamos a ella nos gusta. Desde pequeña he tenido esta vocación, han sido muchos años trabajando primero como aficionada, luego estudiando en el Instituto Superior de Arte y, finalmente, como profesional. Mi profesión es dedicación pero también diversión. Los procesos de creación son muy aleccionadores, terapéuticos, luego el público y las muestras de cariño dan una satisfacción muy grande.

Repasando su carrera vemos que se ha movido entre el cine, radio y la televisión. ¿Qué te han aportado cada uno de estos medios?

– Soy una actriz que he incursionado en muchos medios y de todos he recibido lecciones útiles. El teatro es una gran escuela, sin embargo la radio me dio una experiencia incalculable humana y profesionalmente. Aprendí mucho y agradezco siempre todo el cariño y conocimientos que allí adquirí. Cada medio tiene su lenguaje, hay actores especialistas en doblaje, radio, televisión. Hay quienes dedican toda su vida al teatro, al cine, al espectáculo y son maravillosos. Pienso que hay que adaptarse y poner en práctica todo lo útil.

Ha trabajado en proyectos con grandes directores. ¿Es un elemento primordial para usted a la hora de elegir un personaje?

– He tenido la suerte de trabajar con excelentes directores, aunque no he rechazado los proyectos de los que inician su carrera. Como todos tuve un primer día y nunca me faltó apoyo, cariño. Incluso me ha gustado trabajar en tesis de estudiantes, todo lo que pueda hacer por ayudar y enriquecer el trabajo, lo intento. A lo mejor el guion no es lo que tú quieres pero, si le pones todas tus ganas, eso se nota.

¿Qué características debe tener una actriz para ganarse al público?

– El público sabe cuándo ni tu misma te crees lo que estás haciendo. Si no eres capaz de convencerlos, hacer vibrar tus emociones, ni defender lo que haces con sinceridad es imposible que haya conexión. El teatro nos da tiempo para prepararnos, investigar, improvisar, jugar de todas las maneras posibles para llegar a construir tus personajes.

¿Cómo ve el panorama de la televisión en Cuba desde la distancia?

–  Desde la distancia yo extraño y valoro más lo que hacemos en la Televisión Cubana porque, a pesar de que se trabaja con dificultades, aprecio el respeto, la educación y el afán de hacer programas instructivos. No me dan gracia esos programas donde no se respeta nada, donde todos hablan a la vez, por darte algún ejemplo.

“Nosotros somos más cuidadosos en lo que queremos hacer y no sé si es porque llevo muchos años educada de esta manera, pero para mí es algo que no debemos perder”.

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