25 años de un Brindis por lo nuestro
Por las ondas de Radio Ciudad de La Habana, entre las doce y la una de la madrugada y durante toda la semana, los enamorados o quienes se desenamoran, pueden escuchar Brindis por lo nuestro, un programa que desde hace 25 años está al aire.
En un inicio este espacio se centraba en el ambiente de descarga para establecer la comunicación con los oyentes; luego, con los necesarios cambios que ocurren en la programación, se convirtió en una velada informal en la que no solo prevalece el bolero como manifestación musical anfitriona, sino que ofrece oportunidad de conocerse la gran gama de melodía romántica que existe en Cuba y el mundo.
Brindis por lo nuestro se convierte, entonces, en seguro asidero de temas musicales emblemáticos de todos los tiempos; goza de un amplio acerbo poético, en tanto logra “apropiarse” de esa manifestación literaria, logrando a través de ella esa cercanía que comparten, en la actualidad, las voces de Orestes Martell y Dayne Fernández.
Estos profesionales, bajo la égida de Pedro Hernández, han logrado un espacio de proximidad emocional de valía en la madrugada de la emisora más joven de la capital.
Muchas voces se han adueñado por temporadas de los atractivos de este programa, entre ellas, Zadi Flor, Yamilé Hernández, Mirta Aleida. Todas ellas le han impregnado su sello a una esencia que se mantiene intacta: un canto al amor desde la primacía de la belleza de la buena música y del buen decir y hacer.
Igualmente, desde hace mucho tiempo, la asesora musical del espacio ha sido Marta Lucisano, mientras que por estos tiempos se estrena Frank Carvajal, editor y realizador de sonido.
Se trata de una familia corta en cuanto a integrantes, pero profunda en su comunión de deseos, ideas y proyectos. Entre estos últimos destaca la idea de establecer un espacio más enfocado en la poesía, para que esta no sea solo complemento dentro de las emisiones sino que logre una vida propia.
Mientras estos proyectos se concretan, las ondas quedan expectantes ante el choque de copas que muestra el comienzo de este brindis por un amor eterno que, durante la madrugada se declara a los radioyentes desde la radio joven de la capital.