A la memoria de Emérito Martínez: corazón de Nocturno
Un programa para soñar y recordar, más que un slogan, es la razón de ser de Nocturno, espacio radial que nació el 6 de agosto de 1966, y hasta hoy es un referente para los enamorados: Nocturno, desde las ondas de Radio Progreso, representa una cita ineludible para disfrutar de un repertorio que no conoce de las férreas exigencias de la moda.
Los días finales del pasado mes de abril trajeron la triste noticia que dejaría de acompañarnos Emérito Martínez, director del ya emblemático Nocturno, entre otros espacios. Hombre sencillo, generalmente acompañado de refranes y singulares anécdotas, su nombre queda inscrito entre los reconocidos directores de la familia radial.
Martínez llegó a Nocturno como musicalizador en 1975 y se convirtió en su director de más tiempo (más de cuatro décadas). Él logró una feliz relación con los radioyentes, en tiempos en que solo la correspondencia u ocasionalmente la vía telefónica eran los vínculos posibles entre creadores y los escuchas. No obstante, encontró en las misivas recibidas la respuesta oportuna para su constante quehacer. Así lo hizo entender a su colectivo.
En una entrevista acerca del éxito del programa reconoció: “El secreto está en complacer al radioescucha, conocer lo que busca y desea de nosotros (…). El programa atrapa a su audiencia, porque respeta las leyes de la Teoría de la Comunicación y no tememos la competencia del horario porque constantemente estudiamos la audiencia y respondemos a sus preferencias”.
En ese sentido Pelegrín Vargas, hoy asesor y director de espacios de Radio Progreso, expresó: “Mi primera alianza con Emérito Martínez fue cuando trabajé en la revisión, sinopsis de cartas e ideas de los fieles oyentes del estelar Nocturno. Con él se aprendía a continuar la tradición de lo que es la realización de producciones musicales. Pienso que el aportó y evolucionó el espacio Nocturno al más alto nivel, hasta llevarlo a la forma de espectáculo.”
Nocturno, bajo la égida de Emérito Martínez, sostuvo la excelencia musical con la adecuada elección de los segmentos de poéticos, hecho que conquistó al público desde la sensibilidad.
La relación del Emérito con los oyentes de Radio Progreso caracterizó su quehacer en otros programas de gran aceptación como Cuba y su música, propuesta dominical de la Onda de la Alegría, con una hora de duración, a través de la cual la Isla sonaba, en toda su dimensión, con los géneros y agrupaciones más destacadas dentro de su amplio arsenal. Se trataba de una discoteca bailable que ofrecía información, promocionaba eventos musicales de primera línea y, sobre todo, recreaba sonoridades distintivas de la nación.
El prestigioso director de programas dictó un camino que hoy es seguido por otros talentosos creadores. Nocturno, su “hijo mayor”, desde hace relativamente poco tiempo es dirigido, producido y escrito por el valioso Juan Carlos García del Vallín, profesional joven con una meritoria trayectoria para contar dentro de la radio cubana.
Los locutores Ramón González Ramos, Pastor Felipe, Fernando Alcorta, Julio Alberto Casanova son parte del recuerdo más sincero de Nocturno. El reto de la complicidad radica, en estos momentos, en manos de otro importante colega del micrófono, Marlon Alarcón Santana. Se erige así una nueva etapa que, con resortes propios, será homenaje perenne a Emérito Martínez, aquel señor menudo, de gafas de gran aumento que entraba y salía de Radio Progreso con la seguridad de siempre regresar.