Chucho Cabrera y el respeto por su profesión
Jesús Cabrera Acosta comenzó su trabajo en la Televisión el 3 de noviembre de 1950, en los estudios de Masón y San Miguel.
Recuerda que al llegar de Estados Unidos en 1948 visita la TV Cubana. Le interesaba encontrar un trabajo distinto al que hacía para la empresa Pepsi Cola.
Tenía experiencia en el medio televisivo, adquirida en el viaje al país norteamericano. En ese momento no había plaza en la TV y empezó como voluntario, desempeñándose como asistente de cámara. En seis meses aprendió autodidácticamente el trabajo de dirección y producción.
Cuando se ausentó un compañero y tuvo la oportunidad de cubrir como camarógrafo en el programa Cocina al minuto, que conducía Nitza Villapol.
En 1953 Pumarejo vende el canal a Barleta, a pesar del cambio, Cabrera se mantiene trabajando en los estudios de Masón y San Miguel, así como en los de 23 y M, por un solo sueldo. Hizo el programa Viernes de gala, con Ernesto Lecuona, además de Esta noche a las nueve y Palmas y cañas.
Aprendió dramaturgia con la ayuda de Eduardo Casado y el esposo de Raquel Revuelta.
Fue invitado por Gaspar Arias a inaugurar la televisión en Colombia. Allí se desempeña como director de programas y maestro para preparar personal de dirección y de cámara. Estuvo por un año entrenando a 12 personas.
Desde 1955 aprendió y trabajó en el campo de la publicidad con Rodolfo Fernández Peñalver, hasta el triunfo de la Revolución.
En esta época dirige tres programas de televisión, entre ellos, la novela de las 11 y programas musicales en Radio Progreso.
Con el triunfo revolucionario y la censura de la publicidad, pasó a dirigir programas como Horizontes, Teatro ICR, Comedia del domingo, el noticiero, entre otros espacios.
En la escuela formadora se desempeña como profesor. Dirigió la programación dramatúrgica entre 1967 y 1970.
Un hito importante de su vida fue en 1968, cuando en Santiago de Cuba formó la planta de Tele Rebelde durante un año de trabajo.
En 1970 dirige el programa Cuba va y el policiaco Sector 40. Se traslada a Angola para inaugurar la televisión allí en 1976.
Durante 1978 escribe guiones a petición de los órganos de la Seguridad del Estado por el 20 aniversario de estos. Así trabaja con Nilda Rodríguez y Vidal.
Concibió entonces su obra cumbre, En silencio ha tenido que ser, luego continuó con otras series muy recordadas como Julito el pescador y El regreso de David.
Colabora en Nicaragua para inaugurar la televisión en 1980. Allí se desempeña como director de programas y maestro preparando al personal de dirección y de cámara.
Al regreso de Nicaragua elabora otros guiones para los policiacos Salida 16 y Salida 19 que tratan el tema de la lucha contra bandidos, la historia se desarrolla en Holguín donde fueron ejecutados asesinos contrarrevolucionarios.
Es invitado a una reunión en el Comité Central, donde se acuerda estimular a los médicos cubanos. Allí le indican investigar profundamente la obra y la personalidad de Carlos J. Finlay; como resultado sale la serie Finlay, de 12 capítulos, comercializada en 86 países.
Docente y fundador del ISA.
Recibe el encargo de crear una facultad para formar trabajadores, de parte del entonces presidente del Icrt y Raúl Castro, quienes luego fundaron el Instituto Superior de Arte.
Este tenía como objetivo formar a directores, editores, productores, fotógrafos y sonidistas. Cabrera, primer decano de esa institución, gestiona durante los años noventa, un local con mejores condiciones, completa el colectivo docente e inicia el curso con 46 estudiantes.
Con el desarrollo en el trabajo de la escuela, que tiene carácter internacional, Cabrera logra comprar equipamiento durante 1993 en México, donde adquiere una cámara.
Más tarde visita Colombia y se mantiene en una Facultad de Comunicación en ese país hasta 1999.
A su regreso dirige los programas policiacos Mangosta 1 y 2 en los estudios fílmicos del Ministerio del Interior. Luego hace un serial de dos o tres capítulos y encabeza el equipo de realización de Tras la Huella, desde el 2004 hasta el 2013, cuando se jubila.
Entre las diversas condecoraciones y distinciones que le han sido otorgadas destacan 4 Premios Caracol, Doctor Honoris Causa del Instituto Superior de Arte. Recibió el Premio Nacional de Televisión en 2004 Además realizó una maestría en Dramaturgia.
Según Chucho Cabrera debe sentirse amor por lo que se hace, tener talento, ser ejemplo de disciplina y comportamiento, realizar un trabajo serio que exprese valores merecedores del respeto ajeno.