Comunicación en Cuba: los medios al servicio del fin

Anteproyecto de Ley de la Comunicación Social
Según una bíblica frase «en el principio reinaba el caos». Y habría seguido reinando si al aparecer la raza humana sobre la faz de la Tierra los hombres no hubieran sentido la necesidad de comunicarse entre sí, primero con gestos y sonidos guturales que dieron origen al lenguaje hablado, y posteriormente con representaciones pictóricas y gráficas que les permitieron expresar de un modo visual sus pensamientos, sentimientos y emociones. Así fue como nuestro planeta comenzó a convertirse en mundo.
Un mundo que seguimos habitando, transformando y desarrollando en un incesante proceso que no sería posible sin la comunicación y sus cada vez más avanzados y poderosos medios, que desafortunadamente no siempre son utilizados en función de los más nobles, justos y beneficiosos fines para la humanidad.
Precisamente para garantizar el más enaltecedor, participativo, abarcador y sistémico ejercicio comunicacional en nuestro país, la Asamblea Nacional del Poder Popular ha adoptado el Anteproyecto de Ley de la Comunicación Social. Un imprescindible documento sometido en la actualidad a la consulta, tanto de los difusores como de los receptores de los contenidos de interés púbico que se comparten a través de diferentes formatos, vías, canales y soportes.
En consecuencia, la radio y la televisión cubanas, como ejecutoras y a la vez beneficiarias de los preceptos sustentados en dicho Anteproyecto, se erigen en masivos e insustituibles medios al servicio del fin de informar, formar y entretener, socializando y defendiendo los valores y principios sobre los cuales se fundan nuestra historia patria y la sociedad socialista que seguimos construyendo de cara a todas las adversidades.
La veracidad, la transparencia, la objetividad, la inmediatez, la ética y la estética han de seguir sustentando el quehacer radial y televisivo en nuestro país, frente a todo desestabilizador intento imperial y pretensión neocolonial. Suficiente experiencia ha acumulado en esas complejas lides las mujeres y los hombres que en Cuba se han consagrado en cuerpo y alma a la comunicación.