10 de octubre de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Cultura: siempre próxima

El libro que glosamos estudia de modo acucioso y profundo el cúmulo de procesos culturales que lleva aparejado el hecho de hacer televisión de proximidad en nuestro país.

Nadie pone en duda que la televisión, ya incluida en trasmisiones online por Internet, sigue siendo el monstruo dominante de los llamados mass media o medios masivos de difusión. Claro, este gigantesco alcance, pluralidad de canales, parrillas con programas todo el día y acceso inmediato a miles de millones de personas, casi siempre va acompañado de un duro precio. Es notable la degradación de la calidad y las explícitas intenciones comerciales de una gran parte de toda esa programación. Por desgracia, sobran ejemplos de mala televisión, incluso en nuestro país.

Por eso es de aplaudir cuando aparece la otra cara de la moneda. Es obvio que satanizar a la televisión por sí misma y sus capacidades es un sinsentido. Las trasmisiones televisivas y su enorme poder de comunicación son solamente una herramienta más.

El buen uso y provecho que pueda lograrse de ellas solo depende de las personas, entidades y del pensar que se ponga en función de sus posibles utilidades. Por caminos como ese, se mueve el texto Televisión de proximidad en Cuba: ¿Cultural?, que publica la editorial En vivo y que pertenece a la autoría de Juan Ramírez Martínez y Alicia Martínez Tena.

Los autores son dos calificados profesionales que unen sus saberes en esta indagación. Juan Ramírez es Doctor en Ciencias Filosóficas y tiene una maestría en Desarrollo Cultural Comunitario. Además de ser profesor de Apreciación de las Artes Visuales, ha fungido como asesor, escritor, director de programas de televisión y realizador de documentales.

Su vasta obra incluye varios libros publicados en diversos géneros y la hechura de plurales documentales. Por su parte, Alicia Martínez es Doctora en Ciencias Filosóficas y Profesora Titular del Centro de Estudios Sociales Cubanos y Caribeños. Conjuntamente con la docencia y los estudios de procesos y consumos culturales, tiene publicados varios libros y diversos artículos en editoriales y revistas cubanas y foráneas.

El libro que glosamos estudia de modo acucioso y profundo el cúmulo de procesos culturales que lleva aparejado el hecho de hacer televisión de proximidad en nuestro país. En específico, la dupla autoral que escribe este volumen escogió la ciudad de Bayamo y su telecentro Crisol de la Nacionalidad Cubana para realizar la investigación que relata la obra que reseñamos. La primera afirmación que defienden ambos investigadores es el hecho de que “el estudio de estas televisoras de proximidad como estructuradoras de las prácticas culturales de sus públicos, es relativamente nuevo” y poco tratado en la Isla.

En sus tres capítulos, el libro cumple sus objetivos de describir toda la pesquisa realizada y plasmar sus resultados. Primeramente, hay una amplia definición de la televisión de proximidad cultural, sus antecedentes y cuáles son las bases socioculturales que la sustentan.

Más adelante, se contextualiza en la realidad cubana cuáles son las realidades y las posibilidades de este tipo de proyectos. El tercer capítulo ejemplifica, desde la investigación directa en el telecentro de Bayamo, cuáles fueron los estudios realizados y qué contrastes existen entre las percepciones de los realizadores y sus públicos sobre la programación. El epílogo deja ver las conclusiones y herramientas que ofrece esta investigación.

Como bien plantean los autores, es un trabajo complejo llevar adelante la implementación de este proyecto de las televisoras de proximidad cultural. Sin embargo, la propuesta a la que conduce esta investigación, merece el esfuerzo de encarar tal propósito. Esta labor persigue “la construcción de una televisión co–participativa, endógena, generadora de diálogo culturales con sus públicos próximos, alentadora de imágenes y narrativas creíbles, cercanas a la gente común, a sus tradiciones y expectativas, complementadas con la universalidad de la cultura.” Así, sería posible hacer una televisión “con nuevos conceptos de indagación sociocultural frente a los cánones de la hegemonía cultural que aún nos somete a sus desafueros.”

En resumen, hablamos de un libro profundo, de provecho y que pudiera ser muy aportador en esa eterna batalla por una mejor cultura y un mejor ser humano que debe estar siempre presente en los medios. La invitación a la lectura de Televisión de proximidad en Cuba: ¿cultural? queda hecha.

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