Día mundial de la radio: un universo siempre abierto
La radio es el medio masivo de comunicación que llega a mayor número de personas, independientemente de sus condiciones económicas, sociales y variedad etaria. Muchos especialistas la consideran como perfecta aliada, en tanto los radioyentes privilegian el sentido de compañía que reciben de ella.
En cualquier circunstancia la radio entretiene, informa y aúna voluntades, y en tal sentido recuerdo el criterio del Premio Nacional de la Radio, Eduardo Rosillo cuando al versar sobre su entrañable relación con el universo de las ondas sonoras expresó: “La radio es una casa grande donde uno como profesional entra y no sabe ni quiere saber, cómo salir. Desde el micrófono se puede conversar con el radioyente como si fuera un amigo, un cómplice ante determinados temas. Entramos en su casa sin pedir permiso y ahí nos quedamos interactuando muchas veces a través de la línea telefónica y para sorpresa hasta usan las vías tradicionales de correo para comunicarse. Es entonces cuando descubrimos letras distorsionadas por la edad, o la de muchos principiantes ejercitando sus primeras clases. Es maravilloso».
Y realmente el alcance de este medio es increíble, aún en momentos donde las redes sociales ganan más adeptos, no obstante la cabina, y su encanto mediático ha sabido insertarse incluso en las zonas de silencio, incentivando el alcance de las radios comunitarias. De igual modo, la radio en lenguas originarias se convierte en el único medio de acceso a la información y participación de las minorías poblacionales.
Es que la radio, tras su inmediatez se convierte en voz y acción de hombres, mujeres, niños y ancianos. La radio es un negativa absoluta al aislamiento, por ello en los recientes años de pandemia logró acercar a los más incrédulos a la dinámica de una vida que continuaba llena de mortales escollos.
En esta fecha en que se celebra la vida de la radio en el mundo, unido a las merecidas felicitaciones a sus hacedores, en cualquiera de las épocas y labores desempeñadas en ella, va el agradecimiento de los escuchas; de los amantes de las radionovelas, espacios musicales»siempre los más seguidos»los especializados en deporte; ciencia y tecnología, informativos.
Ellos constituyen una puerta siempre abierta a la información y al conocimiento, por tanto el jolgorio es merecidamente compartido porque el goce que posibilita los escenarios que desde ella se descubren, son tan inmensos como la imaginación que queda abierta en quienes los compartimos.