Farah María, una artista para recordar
Cuba ha sido y es un crisol de donde surgen grandes artistas. Hoy quiero recordar que este año ha sido muy triste para el panorama cultural, pues hemos perdido a tres mujeres que vivieron para dar su arte a nuestro país: Alicia Alonso, Rosita Fornés y Farah María que nos ha dejado hace pocos días. A ella quiero dedicar este trabajo.
Nacida bajo el signo de Sagitario, el 7 de diciembre de 1944, Farah María García Callaba creció en una familia en donde la música y otras manifestaciones artísticas eran familiares. Su primera referencia musical fueron las canciones que de su abuela aprendió. Realizó estudios de canto, danza y expresión corporal.
Desde muy joven tuvo una figura que llamaba la atención, alta, esbelta, de bella cara y ese color canela propio de la transculturación de Cuba, heredada de españoles y mulatos. Todo eso estuvo acompañado de ese nombre poco común y un carisma que siempre la distinguió. Dice un viejo adagio que hay quien nace con estrella, y Farah María nació para ser una luz en el firmamento.
Muy joven comenzó a trabajar, a los 15 años integró el cuerpo de modelos y producciones del cabaret del Hotel Capri, con el dúo Las Tropicales, y en Tropicana, pero siempre le gustó cantar. La oportunidad le llegó un día que se enteró que el flamante autor y director musical José Manuel (Meme) Solís, estaba buscando una voz femenina para su cuarteto, y es así como Farah sustituye a Moraima Secada.
Con este grupo es que se da a conocer nacionalmente en la década de los 60 y alcanza relevancia por su voz y presencia escénica dentro de la agrupación. Ese aspecto caracterizó siempre al cuarteto, en el que cada miembro alcanzaba su propio estilo como solista, sin dejar de ser parte de la propia imagen del grupo.
Farah se presentó y fue muy bien acogida junto a Meme Solís, Miguel Ángel Piña y Héctor Téllez. Este grupo marcó pautas en la manera de cantar en las hasta los años 80 del siglo XX. Los cubanos bautizamos el cuarteto como Los Memes.
Sus canciones se convirtieron en grandes éxitos. Tras la desintegración del grupo, Farah se convirtió en solista. En su repertorio estaban las canciones de afamados compositores. Ella fue una de las cantantes que más obras interpretó del compositor Juan Almeida Bosque, también de José Manuel Solís y Raúl Gómez, entre otros muchos.
En 1969 ella comenzó a cantar como solista-vocalista, caracterizándose desde entonces por combinar su interpretación vocal con ademanes y desplazamientos de carácter danzario y un excelente movimiento escénico. Su repertorio ha abarcado sones, guarachas y fundamentalmente canciones románticas, colocando varios temas en la preferencia nacional, como fue el caso de “Y yo me muero sin ti”, de Jorge Estadella, y “Te quiero tanto amor”, del cantante y compositor Alfredo Martínez.
El público siempre disfrutó la forma peculiar de Farah María al interpretar el tango “Adiós muchachos”, o un buen son como “La negra Tomasa”, además de sus versiones muy personales de “La flor de la canela”, “El pájaro Chogui”, “Un cuento”, con el que fue premiada internacionalmente. También era admirable su sabrosura desplegada en el cha cha chá “Alardoso”, con la orquesta del maestro Enrique Jorrín, en su popularísimo “Tiburón”. Llegó a incursionar en la obra del trovador Silvio Rodríguez con excelentes versiones de “El mayor” y “El día feliz que está llegando”.
Para ella compusieron canciones maestros como Adolfo Guzmán, Juan Almeida, Meme Solís, Silvio Rodríguez, Mario Aguirre, Juan Pablo Torres, Eddy Gaytán y otros. La intérprete Compartió escenario en el Gran Teatro de La Habana con Josephine Baker y Bola de Nieve. En España, trabajó hace tres décadas y alcanzó grandes éxitos.
Estuvo en escena junto a Carlos Cano, Caco Senante, Enrique Morente, Pepe Habichuela, Miguel Ríos, Joaquín Sabina, y Pablo Milanés. Participó como invitada en diferentes conciertos y trabajó en la radio, la televisión y el teatro cubanos. Igualmente son memorables sus actuaciones dentro de la red de Teatro de Extremadura, en Badajoz, el Teatro López de Ayala, y en el Gran Teatro, de Cáceres.
En la década de los 70 del pasado siglo tuvo la oportunidad de filmar junto a Enrique Santisteban El jinete sin cabeza, en Checoslovaquia, y en los 80 protagonizó con el cantante Alfredo Rodríguez una comedia musical en el Teatro Carlos Marx, “Lola a la pelota”, donde pudo desdoblarse como comediante musical. Más tarde estuvo como actriz invitada en el largometraje Verde verde, bajo la dirección del recién desaparecido cineasta Enrique Pineda Barnet.
La prolífica cantante posee en su discografía más de 500 canciones grabadas en Cuba, cuatro placas de largas duración, una de ellas dedicada a la música del compositor René Barreras. Otro disco está dedicado al son y a obras antológicas de la vieja trova cubana. Sus dos últimos álbumes fueron producidos en España: Qué manera de quererte, de música cubana, y Farah María canta al bolero español, una recopilación de las mejores obras del maestro García Morcillo.
Algunos temas muy famosos en su voz fueron “Con juventud y experiencia”, “De amor ya no se muere”, “De esa gente”, “El recuerdo de aquel largo viaje”, “En mi lento caminar”, “Este camino largo”, “No me olvides, amor”, “Para el final de un año”, “Te quiero tanto”, “Y yo me muero sin ti”. Por sus interpretaciones fue premiada en los festivales internacionales de Dresde, Alemania, de Japón, de Bulgaria y de Polonia.
En Cuba le fueron otorgados varios reconocimientos, entre ellos, la Distinción por la Cultura Nacional y la Medalla José María Heredia. Su público aquí nunca la olvidó cuando ella pasó tiempo viviendo en España. Sus videos continuaron en nuestras pantallas. Hoy, que ha partido para siempre, la despedimos con un fuerte aplauso acompañándola en ese camino largo en el que ella seguirá siendo nuestra Farah María, La gacela de Cuba.