Héctor Armas Duque: «He hecho mi vida para los medios con todo mi ser y pasión»
Entró al Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) por casualidad, en el año 1969, y hasta ahora continúa trabajando con la misma intensidad de aquel tiempo cuando se desempeñaba como instructor de arte en el grupo de aficionados de Hilario Ortega.
A sus 75 años recuerda como si fuera ayer ese momento: “Yo comencé escribiendo para la televisión y la radio en ese mismo año. Pasé por distintas etapas, escribí para los programas dramatizados que tenía en aquel entonces la emisora nacional Radio Rebelde; fue una serie nada más, una aventura que yo escribí y dirigió Cristóbal Sosa”.
En un ambiente informal en la sala de su casa, Héctor Armas Duque me comenta que no esperaba que lo reconocieran con la distinción Artista de Mérito. «Ciertamente recibí una llamada telefónica de una colega de Radio Arte y enseguida me emocioné. Pienso que me lo merezco, he hecho una vida para los medios con todo mi ser y pasión. “Siempre buscando no solamente entretener sino sencillamente educar, enseñar, o sea un teatro político que tenga un mensaje y ese ha sido mi derrotero siempre. Creo que es un reconocimiento importante, no me va a hacer trabajar mejor, porque siempre he tenido ese postulado”.
De sus inicios confiesa Armas Duque: “en la televisión me sentía muy atado, por ejemplo si quería escribir de Siberia la televisión no tenía condiciones para que pareciera este lugar. Y si tenía que sacar el Kremlin menos todavía, no había recursos para la escenografía ni de vestuarios ni mucho menos. Pero logré hacer una aventura nombrada El Águila, basada en una novela de Pushkin, una novela inconclusa que yo atrevidamente la terminé y la llevé a este género. Y hacer el vestuario fue una tarea heroica, era otros tiempos que había más posibilidades».
Pasa el tiempo y llega 1984, entonces funda acompañado de otros colegas Radio Arte, una emisora encargada de producir novelas, cuentos, aventuras y series en función de satisfacer el elevado consumo de estos géneros por la población cubana. También dejó su impronta en Radio Liberación con la consolidación de su carrera como escritor.
En el decurso de su carrera literaria ha tenido la oportunidad de compartir su sabiduría en la Universidad de Puerto Viejo, Ecuador. De su ingenio como profesor conocieron Ernesto Daranas (Escritor y Director de cine), Alberto Pedro (Teatrista), Silvio Hernández Laborit (Director de televisión), entre los más destacados.
Asimismo sus obras han sido distinguidas con Premios Caracol, en los Festivales de la Radio con la novela Mi barrio (considerada paradigma de lo que debe ser una novela histórica). Muchos galardones adornan las paredes del cuarto donde crea sus famosas obras literarias.
Ha incursado en diferentes especialidades de los medios de comunicación, ha sido guionista, asesor, hasta director de televisión, donde se estrenó con el programa Hola Mamá, dirigido a las madres, que le mereció la distinción Mariposa, otorgada por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Asegura Héctor que se destacó en las novelas, cuentos y aventuras. «Yo creo que lo que más disfruto es la aventura, pero no creo que haya sido en lo que más me he distinguido. Esas cosas suceden en el arte. Creo que en lo que he impactado ha sido en el cuento. Mis cuentos han tenido un impacto así, muchos premios, mucho reconocimiento. No he podido dar en el clavo con los infantiles», explica.
«Trabajar con niños y para la música para mí es un misterio, lamento no haber tenido talento para ello.»
Continúa Héctor Armas Duque mostrando su alma a esta reportera, con relatos sobre su paso como instructor de teatro por una Escuela de Rehabilitación de Menores. «Yo monté una obra de teatro con aquellas reclusas, que eran niñas y no sé cómo lo hice. Pero a ellas les encantó».
Acerca de la radio apunta: “te da la posibilidad de hacer lo que quieras, hasta viajar a la Luna, a Martes. Fui un escritor que se adelantó al viaje de un cubano al cosmos».
Además sostiene: «Si me exijo a mí mismo también exijo a los demás. La radio y la televisión, ambos medios me encantan aunque no he incursionado en el cine».
Menciona a la Directora de Radio Liberación, Odilia Romero, quien lo catalogó como un escritor muy cinematográfico en sus libretos de radio; calificativo de su agrado y aceptación.
Y llegó el amor…
En una ocasión la asesora Orieta Cordeiro solicitó sus habilidades literarias para la sustitución del escritor que hacía obras transmitidas en el espacio La Novela de las 2 en Radio Progreso. «Y allí me raptó y además me casó», dice jocosamente.
Su estreno fue con la versión de dos novelas del autor francés Francois Sagan: Una cierta sonrisa y Buenos Días tristeza. La novela que realizó para el espacio, con la unificación de ambas, recibieron premios de todo tipo. Las dos novelas las convirtió en hechos que iban paralelos pero no se vinculaban, sino que las protagonistas dialogaban e intercambiaban criterios pero no se metían en la acción dramática de cada una. Fue una novela dirigida por Héctor Pérez y las actrices fueron Irela Bravo y Leonor Cabal.
En presencia de su compañera de hace cinco lustros, Héctor asevera: «no quiero pasar por alto el agradecimiento eterno a mi esposa, Orieta Cordeiro. Para mí ha sido una base, un apoyo tremendo. Fue mi asesora durante mucho tiempo y logré varios premios gracias a ella».
En la actualidad está terminando la versión de la película Gigante, que se encuentra en proceso de grabación para luego ser estrenada en Radio Progreso.