20 de abril de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Imágenes más allá de la realidad

Sobre los efectos de video en postproducción
efectos de video en postproducción

Efectos de video en postproducción

Letreros que giran o flashean, cintillos que pasan mostrando nombres, títulos y mensajes, figuras humanas colocadas en escenarios virtuales como los de dibujos animados, objetos desafiando la fuerza de gravedad… Diversos efectos adornan las imágenes tras la filmación.

Después de que la cámara capta un pedazo de mundo o una representación de este, en postproducción las imágenes se transforman. Durante esta etapa de elaboración de cualquier producto audiovisual, se incorporan efectos especiales a partir de medios tecnológicos.

Estos se utilizan en el cine y la televisión para construir escenas imposibles de conseguir en la realidad, cuando la generación del efecto es demasiado cara o peligrosa, y para mejorar el material filmado mediante la inclusión, extracción y perfeccionamiento de elementos dentro de la imagen fotografiada.

Pueden diferenciarse tres tipos: digitales o visuales, mecánicos y de sonido. Los mecánicos, también llamados efectos prácticos o físicos, ocurren durante el rodaje en vivo. Engloban la utilización de muñecos mecánicos, la creación de la escenografía, la lluvia artificial, los disparos y la pirotecnia. Generados a veces de forma artesanal, los de sonido corresponden a la incorporación de efectos pregrabados.

Denominados en inglés Visual effects (VFX), los visuales o digitales se conciben a partir de la integración del material rodado con imágenes generadas por ordenador (CGI) u otros elementos, por ejemplo explosiones, para crear ambientes. Se basan en la manipulación de imágenes o fotogramas de película, videos de modo y formato digital.

Desde los años 80, los softwares más empleados con tales fines han sido: Amiga 500, Imagine 2.0, Amiga 4000, LightWave 3.5. En Cuba se ha recurrido sobre todo al Amiga, el Avid, el 3D Max, y a programas de la familia Adobe: Premiere, Photoshop, After Effects.

Algunos de los efectos más comunes son la animación, el chroma key (filmar un elemento o personaje con fondo azul o verde y luego sustituir ese fondo por una imagen), maquetas, transparencias (cuando se graba a los actores en el estudio creando la impresión de que se encuentran en exteriores) y morph (metamorfosis de un elemento)

VFX a lo cubano

Puesto que hoy existen varios canales nacionales y el procesamiento de imágenes emplea determinados softwares, la incorporación de efectos de video ya no depende solo del primer Video Tape que tuvo la Televisión Cubana.

Sin embargo, esta empresa de producción atiende las necesidades de trabajo del Instituto Cubano de Radio y Televisión en general. Según explica Emilio López, coordinador de producción, allí se realizan hasta 60 programas semanales. Cada teletrasmisora envía sus demandas, entre las cuales solicitan añadir efectos a las imágenes.

“El trabajo se ha especializado, porque hay una serie de equipos para realizar la postproducción de los programas, tanto en vivo como grabados. A estos se incluyen efectos digitales de video como la gráfica y la cámara lenta”, expone Francisco (Pancho) Curbelo.

Con una experiencia superior a los 30 años en la postproducción, los ingenieros Pancho Curbelo y Rodolfo Martín Rodríguez revelan algunas de las interioridades de su quehacer profesional. Ambos coinciden en resaltar la desventaja tecnológica que limita las posibilidades de trabajo en Video Tape.

“La última gran inversión en esta área fue en 1991, con motivo de los Juegos Panamericanos. Aunque después de eso se han introducido cosas más modernas, estamos un poco atrás respecto a lo que se hace en el mundo en este tipo de actividad”, señala Curbelo.

No obstante, Pancho destaca la sustitución del equipo de efectos de video por uno “aunque mejor, no profesional y sin las ventajas del anterior, pero con otras diferentes”. Sobre las causas que conllevaron al reemplazo del primero, de procedencia canadiense y con tecnología norteamericana, refiere Martín la imposibilidad de adquirir las piezas de repuesto y menos aún de comprar uno similar por su elevado precio en el mercado.

“Antes podíamos programar los efectos y diseñar unos cuantos. El equipo nuevo no los genera, viene con algunos elaborados que pueden incorporarse a imágenes fabricadas en otra computadora y así lograr movimientos”, acota.

El propio ingeniero ahonda en la comparación de esas tecnologías. Cuenta que con anterioridad, la realización de efectos solía corresponderse en cierta medida con la idea exacta del director del programa.

“Había limitaciones, aunque un sinfín de variantes de compresión, trayectoria, rotación de imágenes y efectos 3D. En la actualidad, se dispondrá de mayor cantidad de efectos si se compran las tarjetas necesarias o se cambia el equipo por uno profesional”.

Antaño, los equipos poseían sendos canales de video. Ello permitía poner en pantalla dos imágenes a la vez, comprimirlas, rotarlas en el plano. Ahora se procesan sin hacer ningún tipo de diseño a los movimientos.

Por su parte, Curbelo aprecia importantes atributos de la tecnología actual, como la inclusión de estudios virtuales predeterminados y la ventaja de integrar varias funciones. Se usa como equipo de audio, de efectos especiales, switcher de video y generador de caracteres.

Lograr efectos ¿sin defectos?

Presentar imágenes “depuradas” a la teleaudiencia, estriba en la calidad con que se procese la imagen en vivo y grabada. A pesar de que la postproducción comprende el examen de idénticos parámetros de video, siempre se corre mayor riesgo con la señal en vivo.

“Ciertas cosas se salvan durante el tiempo de chequeo antes de iniciar una transmisión en vivo. Pueden ajustarse y comprobarse los parámetros de la imagen recepcionada. Hay una cadena donde se establece la comunicación para el mejoramiento de la señal; sin embargo, es inevitable que en determinado momento ocurran fallas”, detalla Pancho.

Igual menciona algunas soluciones recurrentes para el tratamiento de la imagen en vivo. “Si queda mal un movimiento de cámara, puede insertarse otra imagen. Cuando los parlamentos de algunos personajes son demasiado largos, realizamos cortes para insertar imágenes que reflejen el tema de marras. Eso prácticamente resulta imperceptible para el televidente”.

Aludiendo al comentario de Curbelo, advierte Martín cual imperativo inviolable, el intento de mantener el mayor control posible, en aras de disminuir la probabilidad de errores durante las trasmisiones en vivo.

El ejemplo por excelencia de ese tipo de programas son las emisiones de la Serie Nacional de Béisbol. En directo, los cubanos viven cada año la pasión beisbolera, mientras desde los camiones del remoto, ubicados en los estadios, se trasmite la señal hacia la sala de postproducción. Allí se incorporan la cámara lenta, las estadísticas y las imágenes de los locutores, quienes hacen las presentaciones en el estudio.

Familiarizarse con la tecnología

Ciertas particularidades del procesamiento digital de imágenes, conciernen a la preparación imprescindible para explotar al máximo cualquier herramienta tecnológica. En tal sentido, Curbelo subraya la histórica (pre)ocupación a nivel institucional con el propósito de proveer conocimientos a los profesionales de la televisión.

“Cuando me incorporé al ICRT, en 1976, se impartían muchos cursos, sobre todo de adiestramiento del personal nuevo. En aquella época, cuando entraban equipos, existían condiciones económicas que permitían traer a los técnicos de las firmas comercializadoras y aprender con ellos. En otras ocasiones salían a prepararse nuestros compañeros con el compromiso de instruir a los demás. Había que entrenarse por grupos y adquirir un conocimiento general, aunque no fuera tu área específica”, rememora.

Refiriéndose a su formación en Video Tape, complementa Martín: “También pasé cursos. Estudié por mi cuenta, buscando libros de Televisión. Se trata de una especialidad muy detalladita que no se aprende en ninguna escuela. En Cuba no existía cátedra de televisión. Aprendí leyendo los manuales de los equipos. De ese modo perfeccioné mis conocimientos”.

Y apunta: “Debido al desarrollo vertiginoso de la tecnología es necesario aprender constantemente. A veces hay baches tecnológicos, porque no tenemos acceso a suficiente información. Hace un tiempo a los ingenieros nos facilitaron navegar en Internet.

“Este medio ofrece una parte de la información, aunque nunca será tan completa como la trasmitida por los especialistas que conocen cómo funciona determinado equipo. Tampoco es posible comprar en la web el conocimiento comercializado por las empresas. Eso dificulta el manejo óptimo de los equipos y obliga a experimentar”, reconoce Martín.

Asimismo, una aureola crepuscular envuelve el ímpetu histórico dirigido a potenciar la capacitación del personal de la televisión. En relación con esta problemática reseña Curbelo: “el departamento de superación se desempeñaba muy bien. Organizaba cursos de idioma y de todas las especialidades. Incluso hasta la biblioteca tenía un boletín que creo se distribuía mensualmente. En él aparecían referencias bibliográficas actualizadas. Ahora no oigo hablar de eso, ni se informa sobre la nueva literatura”.

Compartir engrandece

Como elemento significativo en el crecimiento profesional descuella la voluntad de intercambiar saberes. Eso lo sabe bien Pancho, portador de las destrezas y el acervo de los fundadores de la Televisión Cubana.

“Tuvimos la suerte de tropezar con esa gente y con otros recién graduados. Cuando la Revolución llegó, la televisión no tenía tantos años. Había una experiencia acumulada y muchos veteranos se habían formado empíricamente. Eran muy receptivos. Reconocían que veníamos con la teoría pero sin práctica.

“En mi época, la carrera de ingeniero en telecomunicaciones ni siquiera estaba reconocida. Ya se impartía pero el título decía ingeniero electricista. Televisión era un semestre dentro de la carrera. En el curso di una clase de Video Tape y vine a trabajar en eso”.

También significa Curbelo cuánto enriquecía el trabajo la comunicación entre los diferentes departamentos. “Sabíamos qué estaba pasando en el FOCSA, en P y 23, en Mazón y San Miguel, qué cambiarían allí, quién estaba en el control maestro. Existía verdadera unión en el área de postproducción. Ahora es un poco más difícil porque existen varios canales. Se han dividido las áreas. A veces no conozco al personal de la TV”, se lamenta.

Avistamientos del cambio tecnológico

Avanzar en la postproducción de programas plantea un “salto” tecnológico. El quid de esa problemática no radica en “estar a la altura” de la hi-tech, más racional será apreciar cuál conviene mejor a las exigencias reales y alcances futuros de la Televisión Cubana.

Adentrándose en ese debate razona Curbelo: “Antes, la modernización de los equipos consistía en incorporarles nuevos aditamentos. Actualmente cada seis meses la tecnología sube otro escalón, es una carrera muy difícil para los países de pocos recursos. En Cuba existen estudios para pasar de una tecnología a otra. Y el día que se concrete el cambio, supongo se hará dentro de los presupuestos para adquirir la tecnología más moderna en ese momento”.

Glosario de términos subrayados:

CGI: (Computer Generated Image): se refiere a todas aquellas imágenes creadas por ordenador, las reales retocadas por ordenador, composición o proceso de integración de todo.

Animación digital: implica modelar, iluminar, texturizar, animar y hacer render en 3D de elementos gráficos generados por el ordenador.

Maquetas: permite crear efectos visuales mediante utilización de elementos en la creación de ambientes. Incluye el Sistema Zoptic (consiste en sincronizar el zoom de la cámara con el del proyector. De esta forma, ambos zoom se acercan o alejan al mismo tiempo dando la sensación de movimiento del objetivo) y la Maqueta Colgante (miniatura que se interpone entre la cámara y el fondo verdadero, para obtener un fondo de tres dimensiones).

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