19 de abril de 2024

envivo

Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

¿Realidad o ilusión mediática? La “verdad” de los medios de comunicación

Para muchos investigadores la realidad a través de un lente no resulta tan verídica
medios de comunicación

Medios de comunicación

“La televisión no refleja el mundo, no reproduce la realidad, sino que genera un doble de la  realidad que vale más que el original”

Gérard Imbert, 2004

Lo dijo la televisión. Así resume un espectador cuando necesita justificar lo que vio o vivió. Y es que los medios de comunicación, sobre todo los audiovisuales, aparentan representar nuestra cotidianidad tal y como la vivimos. Sin embargo, para muchos investigadores la realidad a través de un lente no resulta tan verídica. Ellos, tras largos años de estudio, han demostrado que la noticia es el resultado de una labor de construcción social de los profesionales de la información, capaz de ejercer múltiples efectos en el público.

Este ejercicio constituye un proceso dinámico de actividades en la determinación, búsqueda y presentación de aquellos acontecimientos que serán publicados como noticia. Sucede como parte de las rutinas productivas de una institución reconocida y legitimada por la sociedad: los medios de comunicación.

Los estudios acerca de la sociología de los emisores, un campo de investigación aún en desarrollo, se han centrado en la organización interna de los medios y en los procesos y prácticas sociales que intervienen en la construcción de los productos informativos.

Fue en los Estados Unidos, en la década de 1950, donde comienza el análisis sociológico de la producción informativa de los medios. Diez años más tarde, el enfoque se orienta hacia los factores que intervienen en dicho proceso, centrándose esencialmente en los emisores y comprendiendo a los medios como organizaciones complejas “con una lógica de producción en cierta forma ‘industrial’ ”[1].

A partir de los setenta estos estudios cruzan fronteras y despiertan el interés en otras partes del mundo. Desde entonces viene entendiéndose a los mass media como máquinas productoras de informaciones, que caen bajo el telón del mercado y los constantes e inevitables cambios tecnológicos. Además, son mediados por las presiones de la política, la historia de cada país y la cultura nacional.

Según estas interpretaciones, existen tres enfoques a la hora de analizar a los medios: desde la organización social del trabajo, la significación subjetiva de la organización, y las formas de estructuración de los mercados de trabajo.

La organización se concibe como la recopilación y el procesamiento constante de los hechos noticiables, el rol asumido por el periodista dentro de su redacción, el estilo y el perfil editorial. La propia organización dicta al periodista el modo de asumir e interpretar la realidad.

Las redacciones y departamentos constituyen espacios de socialización. En ellos coinciden ideologías, modos de pensar, convenciones profesionales, estrategias, estilos y roles de los realizadores. La institución informativa está obligada a reconocer el diálogo, observar y regular a los periodistas.

Los medios también están conformados por la administración de las informaciones, el control de los subordinados, los niveles de autoridad, las condiciones de trabajo y el colectivo profesional. Los periodistas se adaptan a las reglas, y sus valores dependen de las propias exigencias que impone su trabajo.

Los organizadores escogen al personal de acuerdo con su línea operativa y favorecen activamente la socialización de los periodistas, de modo que prosperen actitudes favorables en su formación. En la socialización reconocen los conocimientos previos al ingreso a la profesión y su autoafirmación individual, manifiestos en la competencia y capacidad de cada uno.

A esto se le denomina “valoración de la actitud”, que para el investigador Lee Sigelman “es el resultante de dos mecanismos organizativos: selección del personal y socialización”[2] .

En esta dinámica está presente el control de la redacción que funciona para consensuar decisiones. La concordancia de estos factores permite la objetividad  periodística y la obtención de productos con calidad.

El trabajo informativo depende del modo de producción del medio y, generalmente, se resume en dos procesos: el de selección y jerarquización de la información.

En primer lugar, ocurre la selección y preparación de redes (entendidas como fuentes) para acceder directamente a las informaciones.

Más adelante sobreviene el control de la relevancia de los acontecimientos, la jerarquización y la revisión de los valores veraces de las enunciaciones seleccionadas sobre los sucesos.

Otra fase importante es la distribución del espacio y el tiempo, o de la competencia comunicativa entre los hechos seleccionados, teniendo en cuenta las expectativas del emisor, el público o ambos, pues los acontecimientos compiten entre sí para posicionarse en la narración informativa. Finalmente se realiza la evaluación de los acontecimientos seleccionados, su contextualización, interpretación y valoración.

Otro elemento importante también en las fases de producción de las noticias es la tematización. Constituye la operación de discriminación de la información preseleccionada, con el objetivo de reconcentrar en ella la atención pública. Una de sus funciones más relevantes es la relación de la tematización con la política, pues no solo la trasmiten, sino la definen.

Una noticia recorre el mundo

Parte importante también de los estudios de los emisores es la sociología de la producción de noticias. En su naturaleza y proceso de construcción se han enfocado muchos investigadores. Las principales propuestas han intentado desmontar las fases de producción de la noticia, a través del conjunto de prácticas, valores y negociaciones aceptados por los profesionales que la elaboran.

Existen innumerables conceptos de noticia, con disímiles significados. Resulta difícil elegir uno solo si tenemos en cuenta los diferentes enfoques utilizados por los teóricos para conceptualizarla.

“La noticia no puede ser interpretada en un sentido reduccionista a tenor de que es un fenómeno mutable, difícilmente aprehensible por simplificación y que depende de la estructura social. La noticia queda vinculada y revitalizada por un contexto espacio-temporal de referencia hasta el punto de que la definición podría ser múltiple y tan plural que sería imposible una única definición”[3].

La noticia es la divulgación de un hecho o la narración de los sucesos importantes ocurridos en la sociedad. La particular construcción del discurso de la información que narra eventos generalmente públicos.

Para los receptores, la noticia deviene como la imagen del presente. Es el relato de un acontecimiento que implica a los propios sujetos y lo ubican públicamente.

El teórico Miguel Rodrigo Alsina afirma que no existe un concepto universal de noticia, sino que llega a ser el producto de una sociedad muy concreta. Para este investigador, las definiciones de noticia se producen a partir de dos grandes grupos: como espejo de la realidad y a modo de construcción de la realidad.

La primera, se relaciona con la concepción más tradicional de las noticias y toma a la objetividad como factor primordial. Este caso no comprende la actividad productiva de la noticia sino que la muestra realizada. El segundo caso, se centra en las actividades de los periodistas dentro de su medio informativo. La noticia está definiendo y redefiniendo, constituyendo y reconstituyendo fenómenos sociales.

A pesar de su negativa a aferrarse a conceptos, Alsina define la noticia “como una representación social de la realidad cotidiana producida institucionalmente que se manifiesta en la construcción de un mundo posible”[4].

Casi siempre, las noticias son el resultado de los intereses del medio de prensa y constituye un método de estas instituciones para que los hechos lleguen a los receptores. De tal manera, la noticia es un producto de los informadores que actúan dentro de procesos institucionales y de conformidad con prácticas institucionales.

En este caso, la noticia sobresale como el producto esencial de la labor de los periodistas y, por tanto, está atravesada por sus prácticas, consensos, valores profesionales.

¿Máquina de hacer noticias?

La noticia tiene una serie de propiedades inherentes, que posibilitan descubrir cuándo un acontecimiento es noticiable. De acuerdo con una visión clásica del periodismo, segúna Mar De Fontcuberta[5] existen cinco características esenciales de la noticia: la actualidad, novedad, veracidad, periodicidad e interés público.

El acontecimiento (event) es la «materia prima» que, después de un complejo proceso productivo, se convierte en noticia. Los medios de comunicación aportan la relevancia a los hechos y construyen la realidad para difundirla. Su principal requisito es que pueda ser compartida socialmente.

La noticiabilidad está presente cuando los periodistas emplean sus convenciones profesionales y sus criterios para seleccionar la noticia y trabajan los acontecimientos para transformarlos en ella, legitimando así el proceso de producción. La noticiabilidad se manifiesta solo en el marco de la organización periodística, específicamente en las rutinas diarias de los medios de comunicación.

Este criterio no responde a patrones rígidos, sino que es fruto de una negociación, que implica varios niveles y donde operan las relaciones entre el medio, los periodistas y la opinión pública.

Los valores de la noticia, por su parte, son un conjunto de reglas para calibrar los acontecimientos para decidir si se convierten en noticias, atendiendo a los modos de organización del medio. Son opiniones que actúan relacionadas, aunque existen algunas aplicadas a todas las informaciones y otras a secciones o áreas temáticas específicas. No sólo se emplean para definir la noticia, sino para destacar otros aspectos importantes de ella.

La teórica Cecilia Cervantes explica que estos valores son “ciertas convenciones que de manera condensada –y en este sentido, negociada- utilizan los periodistas durante los procesos de recolección y procesamiento de la información”[6].

Los valores noticias responden a las preguntas básicas del periodismo: qué, quién, cuándo, dónde y cómo. Así, observamos tres aspectos esenciales que conforman los valores noticias: la naturaleza de las noticias, o sea, el lugar donde surgen los hechos; los actores públicos considerados como noticiosos; y los temas que se eligen, su particular relevancia.

Sin embargo, para Mauro Wolf “los valores noticia se derivan de consideraciones relativas a las características sustantivas de las noticias, a la disponibilidad del material y a los criterios referentes al producto informativo, el público y la competencia”[7].

Por su parte, el investigador Salvador de León[8], considera que la notoriedad, la objetividad del acontecimiento y la proximidad son los valores noticias más relevantes.

Otros atributos pueden ser, por ejemplo, los valores relativos al medio, que guardan relación con la apuesta que hace este respecto a un determinado acontecimiento. La relación entre el acontecimiento y el medio determinará su elección como noticia.

Para entender este proceso se tienen en cuenta los criterios relativos a la audiencia. Los cuales son entendidos como la imagen que comparte el emisor con sus destinatarios. Los relativos a la competencia son los referidos al papel que juega la imagen de los receptores compartida por los periodistas.

Aunque algunos valores noticias sean más utilizados que otros, todos operan en función de las características de los hechos, las necesidades organizativas, la cultura profesional de los periodistas y el público.

Esta jerarquización se logra siguiendo una serie de pasos o fases en el interior de las organizaciones informativas.

Los periodistas, en primer lugar, seleccionan el acontecimiento, no como la forma de elegir uno entre tantos, sino mediante la inclusión y exclusión de datos textuales o audiovisuales, así como la jerarquización de los elementos que la componen y su estructuración.

La investigadora Pamela Shomeaker refiere tres niveles para estudiar el proceso de selección: “El individual, que incluye los modelos y valores de autoridad e influencias que pasan sobre aquel que elige; el de las rutinas de trabajo, donde se estudian los puntos de decisión y los estándares que permiten observar; y el nivel organizacional e institucional extramediático, que remite a la circulación de flujo de noticias a través de las organizaciones”[9].

La fase de selección es medular para diseñar un informativo. Luego, el periodista busca y recopila el material y se documenta sobre los sucesos de la realidad. La vía principal son las fuentes periodísticas.

Finalmente, durante el procesamiento del material informativo, las noticias pasan por nuevos procesos de selección, exclusión y jerarquización.

Posterior a la elaboración, entrara jugar diversos criterios de subordinación y gradación para posicionar las noticias a partir de su relevancia o actualidad. En ese momento no solo interviene la opinión del periodista, sino la del personal relacionado con su construcción: desde el jefe de información, hasta el propio director del medio.

De este modo, es como los teóricos han entendido la organización interna de los medios de comunicación y los procesos por los que pasa un acontecimiento para convertirse en noticia. Actualmente los investigadores continúan entendiendo el papel de los emisores para así llevar a los receptores productos inmediatos y con calidad. La dinámica de la sociedad y los avances tecnológicos conllevan a la construcción de noticias legibles ante la cada vez mayor capacidad interpretativa de los públicos. Es importante reconocer la labor de estos investigadores por descifrar a los medios, verdaderas máquinas productoras de noticias.

NOTAS

[1] Hernández, ME. (s/f). La sociología de la producción de noticias. Hacia un nuevo campo de investigación en México. Universidad de Guadalajara. Departamento de Estudios de la Comunicación Social. Versión Digital, p. 211.

[2] Sigelman en Alsina, M. (1989). La construcción de la noticia. Madrid, Ibérrica. S.A, p.145.

[3] Vázquez, M Á (2005). Periodismo de declaraciones: el pseudoacontecimiento como base de la producción de la noticia. Los casos de El País, El Mundo y ABC. Versión Digital.

[4] Alsina, MR. 1989,  La construcción de la noticia. Madrid, Ibérrica. S.A,p. 334.

[5] De Foncuberta en Vázquez, 2005, p. 75

[6] Cervantes, C. (S/F) La sociología de las noticias y el enfoque Agenda-Setting. Departamento de Estudios de Comunicación Social. Universidad de Guadalajara. Versión Digital.

[7] Wolf, M. (S/F). La investigación de la comunicación de masas. La Habana. Editorial Pablo de la Torriente.

[8] De León, S. (2003).  La construcción del acontecer. Análisis de las prácticas periodísticas. México. Universidad Autónoma de Aguascalientes.

[9] Shoemaker, P y Reese (1994). La mediatización del mensaje. Teorías de las influencias en el contenido de los medios de comunicación. México. Editorial Diana.

error
fb-share-icon

Autor

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 × uno =