5 de diciembre de 2024

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Instituto de Información y Comunicación Social

La crítica radial y la piña en TV

En 1958 los dueños de medios radiales y de TV discriminaron a artistas afrodescendientes y mujeres

Los medios señalaron con fuerza en 1958 el predominio de criterios estéticos discriminatorios y excluyentes, por encima de la calidad de los intérpretes. Con todas sus letras se habló de la “piña en televisión”. Los decisores de quienes debían participar en los espectáculos artísticos de la pequeña pantalla imponían este tipo de conceptos: “fulanita es muy prieta, la otra es muy vieja o muy gorda, menganito no tiene figura de galán, ni pega al lado de esta, nacida al calor de la televisión”. (1)

Evidentemente por el color de la piel –salvo excepciones imprescindibles– eran discriminados valores como : Paulina Álvarez, Amelita Frade, Loreta Quintana, Ela Calvo, Gloria Antunez, Nancy Álvarez, Iluminada Zequeira, Gina León, el grupo Guaguancó Matancero (Los Muñequitos de Matanzas), Las Hermanas Bravo, Pío Leyva, Roberto Jaramil, Reynaldo Henríquez o las excelentes pianistas Zenaida Manfugri y Numidia Vaillant.  Esta última, al ser relegada –como se supo – volvió a marcharse a Europa avergonzada por el trato de “advenedizos productores” de la televisión en Cuba. (2)

Olga Rivero, entrevistada en Pantalla en el aire (4:30 p.m. – 5:30 p.m.) en Radio Minuto Nacional, denunciaba ante la conductora y cronista María López Salas: “La televisión cubana no quiere reconocerme mi labor, ni nada”. (3)

Explicó cómo en cualquier canal le daban evasivas, sobre todo Carlos Suárez en CMQ TV. “Me tratan injustamente –afirmó– siempre alegan que tienen compromisos con artistas extranjeros y no pueden darme trabajo (…) es inhumano lo que hacen conmigo, a pesar de que el público me responde. Quiero cantar en mi patria, para mi pueblo. Es triste tener que viajar para poder vivir (…)”. (4)

Luego de una fugaz presentación en el Casino de la Alegría, sin nuevos contratos ni perspectivas en Cuba, regresaba a Caracas el cantante Miguel D`Gonzalo imitando el peregrinar del eterno viajero Pepe Reyes, también cultor del filin. Miguel ofrecía su testimonio de la discriminación no solo a los afrodescendientes y nuevas figuras sin padrinaje.

Denunció cómo estrellas de la talla de Zoraida Marrero (5), Tomasita Núñez, Hortensia Coalla o Miguel de Grandy, tuvieron que alternar en otras artes y encargos de la televisión para poder subsistir a pesar de haber prestigiado internacionalmente el teatro lírico cubano.

El programa Lo nuevo en la radio y la televisión (1:00 p.m. – 3:00 p.m.) en la CMBQ Radio Continental, estuvo conducido por Calos Bermúdez y Armando Rodríguez. Del Circuito de la CMQ criticaron las reducciones de plantilla ese año, donde hasta figuras de primer nivel como Ramón Veloz pasaban a la categoría de “boleros”. (6)

Fue en la gustada sección del espacio El micrófono en la calle, donde se le hizo una de las primeras entrevistas a Pedrito Rico.

Pablo Medina, por su cultura musical, ingenio y carisma, debió ser una figura omnipresente en los musicales de la televisión. A principios del año tuvo en Telemundo un pequeño espacio junto a Chicho Jordán, llamado Ad Libitum (7). Pero por falta de patrocinador pronto se fue del aire.

El Gondolero, en su sección de Carteles, escribió: “¿Por qué no hay en la televisión un programa de apreciación musical a cargo de Pablo Medina? Eso abriría el camino al mejoramiento futuro de la calidad en los programas. Y estamos seguros de que, haciéndolo Medina, no sería un programa minoritario porque él sabe hacer las cosas con gracia y lenguaje comprensible”. (8) Se le volvería a contratar en Telemundo como coordinador de un panel llamado Siete y cuarenta y cinco.

Los hermanos Manuel y Hugo del Cañal, conocidos promotores en los medios, crearon para el Circuito Occidental de Radio el programa Mesa revuelta (12:45 pm a 1:30 p.m.). Ellos fueron abanderados de un sensible tema que estaba dañando la televisión en Cuba. La reiteración hasta el aburrimiento de las mismas cosas.

De las agrupaciones musicales se veían todos los días a Los Faxas y Los Llopis, ambos premiados por organizaciones de cronistas. Pero también la crítica se ocupó de las ausencias. Un leído cronista comentó: “Poco, muy poco se ve al trío Taicuba en televisión (…) no hay derecho a que ignoren así al mejor trío de Cuba”. (9)

El cronista Diego González, Tendedera, quien ayudó a la niña Digna Guerra a tener su piano de estudio, desde el programa Tertulia en Telemundo (Sábado, 1:00 p.m.) marcó otras injustas omisiones en el video : “¿Qué pasa que se ausentan de la televisión las Hermanas Martí, mientras traen a otras tantas hermanitas?” (10). Cuando alguien trató de justificar los olvidos a Berta y Amelia, Dieguito interrumpió: No me hagan reír, que tengo el labio partido (11).

Un Pérez cualquiera (7:30 p.m.) fue la versión radial del cronista Armando Pérez Blanco, columnista de la sección Farandulera en el periódico Ataja. Salió al aire a través de la CMK y señaló el avance de los materiales fílmicos  procedentes d Estados Unidos, en contra de los programas en vivo.

Ángel Fernández Huerta, Víctor Godoy y Alfonso Torres (conductor del Club de los Noctámbulos) crearon otro programa semejante en la emisora y entre otros temas candentes abordaron las prohibiciones de números musicales abundantes este año.

Se creó otro programa originado en la radio: Con la manga al hombro. Salió al aire a las 11:00 p.m. en Telemundo. Le señalaron a Don Artalejo su excesiva pasión en la crítica, veraz pero no pocas veces demasiado incisiva. Muy duros fueron sus comentarios sobre la actuación de la vedette Kary Russi el 19 de junio en Jueves de Partagás. Ya habían criticado la labor de dirección de Joaquín M. Condall por presentar a modelos muy ligeras de ropa, con shorts que parecían “pintados” en la piel.

A Kary, llamada por algunos La mujer sexy, no le fue difícil interpretar un papel de vampiresa y recibió duros sermones. La muchacha con sugerente mirada le dedicaba una foto al veterano radialista donde aparecía con uno de sus shorts cortos.

Radio Capital Artalejo tuvo otros dos escuchados espacios con debate artístico: Hablemos de… con el Preguntón, a cargo de Justo Méndez Zubizarreta, y Crítica Musical con la manga al codo, los lunes, miércoles y viernes, donde Pedro Machado insistió en lo nocivo de los excesivos anuncios. La propaganda, mucha veces vulgar, rompía el hechizo  de temas melódicos reiteradamente hasta ser “una falta de respeto al televidente” (12).

Desde las secciones de radio y televisión en la prensa escrita hubo notables aportes de críticas y reflexiones (13). Uno de los temas más abordados y que marcaba un cambio en la producción televisiva fue la cantidad creciente de películas y seriales de aventuras importantes.

Un titular era representativo de aquel proceso: “La ofensiva del celuloide”. Si bien oxigenaba un poco la presencia de los mismos rostros en la pantalla, significó el comienzo de la discriminación progresiva de la programación en vivo.

Notas y referencias:
(1) Entrevista a Miguel Ángel Gonzalo desde la corresponsalía de Caracas, Venezuela, para la revista Show, a finales de 1958, cuando pertenecía a la orquesta de Aldemano Romero. Archivo personal del Dr. Carlos M. Palma Valdés.
(2) ídem.
(3)  Entrevista reproducida parcialmente en el reportaje: “Olga Rivero: una cancionera olvidada”, publicado el 16 de febrero de 1958. Archivo personal del autor.
(4)  Ídem
(5) Pumarejo, conocedor de las deficiencias que tenía en CMQ-TV, le ofreció un espacio donde fue acompañada al piano por Zenaida Romeu y la Orquesta de Escuela de Televisión. Cantó no solo temas líricos sino populares como el bolero de Portillo de la Luz, “Tú mi delirio”, el programa se llamó Media hora con Zoraida Marrero.
(6) Los boleros eran artistas libres o independientes, sin contrato permanente con ninguna empresa.
(7) Juanito Camacho, rockero, radialista y popular conductor de programas, creó tres décadas después un programa de igual título en Radio Ciudad de La Habana.
(8) El Gondolero. ¡Qué poca suerte tiene el cubano!, Carteles, 21 de septiembre de 1958, p. 88.
(9) Núñez Rodríguez.  Verdades, Carteles, 22 de junio de 1959, p. 88.
(10) Diego González se refería a las Hermanas Castro, las Valdivia y las Benítez. Su intervención se produjo en Radio y TV, Ataja, 28 de septiembre de 1958.
(11) Ídem.
(12) Diversas organizaciones de la sociedad civil  se pronunciaron contra el exceso de           anuncios en televisión y su vulgaridad, entre ellas la Asociación de Televidentes de Santiago de Cuba.
13 Entre los cronistas se distinguieron: Francisco Pita Rodríguez (Pacopé)Andrés Castillo Mesa, Heriberto Espinet Borges, José Ramón González Regueral, Germinal Barral López (Don Galaor), José Alfredo López (Joaló) Manuel Martín Benito (Don Martín), Eduardo Lezcano Abella, Armando Nunez Planas, Rafael Martínez Sixto, Angel García Torres, Alberto Giró García, Olga Abreu Sánchez, Agustín Tamayo Fernández, Emma Pérez Tellez, y los escritores Francisco Vergara y Enrique Núnez Rodríguez-
anc

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