La memoria de Félix B. Caignet, tan reverdecida como las palmas que amó
Las nuevas generaciones seguramente habrán oído a alguien de su familia hablar de esta novela cubana que tuvo en ascuas a los que tuvieron el placer de oírla, hace muchos años.
Luego de su estreno en Cuba, la historia y el formato episódico que inauguró aquí, fue exportado a varios países de Latinoamérica como: México, Argentina, Venezuela, Perú y Brasil. Como dato curioso, en el Gigante Sudamericano la dirigió el hoy famoso actor Lima Duarte.
El creador de la radionovela, origen del gran suceso comunicativo, fue Félix Belisario Caignet, oriundo de la provincia de Santiago de Cuba, prolífero escritor y autor musical y muchas veces actor.
En su creativa vida como autor, no solo escribió El derecho de nacer, también escribió mucho, hasta para los niños.
Creció en un ambiente familiar donde convivían muchos parientes y contaba, en una de las tantas entrevistas que le hicieron, que su interés por la producción literaria está marcada por los cuentos que escuchaba desde niño de los repatriados haitianos que vivían en Santiago de Cuba.
Tales historias oía el pequeño Caignet con interés. Más tarde se basó en esos relatos para para escribir un programa dedicado a los niños en la emisora santiaguera CMDF. El espacio se llamaba Chilín y Bebita. En él su escritor hacía las voces y hasta los efectos especiales.
En conversación con Renaldo Infante, quien fue su gran amigo, nos cuenta que poco se divulga la participación de Caignet en programas infantiles y todavía no se agota el caudal histórico y comunicativo que hizo famoso al detective chino Chan Li Po, otro de los famosos personajes del escritor, protagonizado por el actor Aníbal de Mar en Santiago de Cuba. Este dramatizado episódico tuvo la característica de utilizar por primera vez en la radio el narrador.
Félix también escribía en un suplemento del periódico Diario de Cuba, una sección titulada “Vida teatral”, apunta Infante.
Viene para La Habana en 1920 y comienza a escribir, tanto libretos como canciones. Hay un anécdota que no queremos dejar de escribir. Este autor, durante la dictadura de Gerardo Machado, escribe la canción infantil “El ratoncito Miguel”, que una de sus estrofas decía: La cosa está, que horripila y mete miedo de verdad”, y los esbirros de dictador le dicen que eso está dedicado a Machado y la canción debe ser suspendida.
Ya en la década de los 50, escribe El derecho de nacer, novela que tuvo en su mente durante mucho tiempo. La llevó a RHC, Cadena Azul, y se la mostró a Jesús Alvariño, que en esos momentos fungía como jefe de programación, y él le dice que el tema no le interesa.
Explica Infante que entonces se inaugura la CMQ, propiedad de los hermanos Mestre, también santiagueros. El autor le presenta el proyecto a Vaillant, su jefe de programación, y este le dice a Félix que con esa obra puede destronar a toda la programación de las 8:30 de la noche.
Así comienza la gran radionovela que puso en vilo a miles de cubanos. Se estrenó un día después del cumpleaños 56 del escritor. Según la historiadora de radio y televisión Mayra Cué: “El derecho de nacer es una historia de amor peculiar y un alegato a la vida con una postura firme y humana”.
Tuvo entre sus protagonistas a actores de la talla de Carlos Badías, Lupe Suárez y la actriz de origen español María Valero. Don Rafael del Junco estuvo interpretado por el actor José Goula y aquí tenemos la simpática anécdota. Goula pide un aumento de salario, por la popularidad de la novela, pero se lo niegan. Su personaje era el abuelo del protagonista, pero en la novela pierde el habla, y así se mantuvo durante casi todo el tiempo. Al final, viendo que esta se dilataba en su final, le dan el salario que pedía y dijo el bocadillo que ansiaban todos: “Albertico es mi nieto”. El pueblo entero expresó: “Al fin hablo Don Rafael del Junco”.
En 1958 se estrenó la novela por televisión y los personajes estuvieron interpretados por Salvador Levi, Minín Bujones y Lupe Suárez, entre otros. También la versión televisada fue un éxito. Los mexicanos hicieron una película y queremos subrayar el papel de Mamá Dolores lo interpretó la declamadora cubana Eusebia Cosme.
Esta novela hizo famoso a Caignet, quien además es al autor de varias canciones exitosas como: “Frutas del caney”, “Montañas de Oriente”, “Te odio y te quiero” y “En silencio”, utilizada en la banda sonora de El derecho de nacer.
Enfermo, Caignet va a operarse en Estados Unidos, donde le proponen quedarse, con todas las posibilidades económicas. Aunque ya era rico, incluso había fundado en México una compañía llamada Cuba-Mex, declinó la invitación y exclamó: “No me voy de Cuba, porque el día que me levante y no vea las palmas, me muero”.
Félix B. Caignet murió el 25 de mayo de 1976, posteriormente sus restos fueron trasladados para Santiago de Cuba, atendiendo a su deseo de descansar junto a sus padres, frente a las lomas del Caney.