27 de julio de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

La promoción del hábito de lectura en los niños desde la televisión

La incidencia de la televisión en el desarrollo y la educación de los seres humanos desde la niñez

XV Feria del Libro

El libro ha sido históricamente un elemento esencial en la difusión de la cultura a nivel mundial. La lectura resulta fundamental para la adquisición de conocimientos, así como para el desarrollo psíquico-social de los niños.

En nuestro país, las políticas culturales implantadas después del triunfo revolucionario difundieron la lectura como un eslabón importante en la conformación de la cultura del ser social y en la identidad del hombre.

En la formación de una sociedad cultural como la nuestra donde se aboga por la masificación de la cultura; el trabajo de las instituciones (la escuela, la familia y los medios de difusión) son un elemento de importancia cimera en las mediaciones culturales y la conformación de las nuevas generaciones. De ahí que la promoción de la lectura, como eslabón fundamental en el desarrollo cultural del sujeto, sea una necesidad sobre todo en la llamada “era de la información”, en la cual la competencia media entre el flujo de información aportado y las nuevas tecnologías.

Se conoce por algunas investigaciones realizadas que los hábitos adquiridos en las edades tempranas de los niños están dadas por la influencia que ejercen sobre ellos, en primera instancia, la familia como órgano rector de la educación del infante, y la escuela como difusor y conformador de las ideologías a seguir. Luego, a partir de segundo ciclo los procesos de selección, adquisición y consumo se habrán desarrollado, en cierta medida, en concordancia con los elementos inculcados en las primeras edades (de 0 a 7 u 8 años de edad aproximadamente) por la familia y la escuela.

Por una investigación realizada en la XVI Feria del Libro, año 2007, sobre los hábitos de consumo de lectura del público habanero, en primera instancia como acto de compra, se pudo constatar que entre los elementos atractivos para el consumo del libro está ¨la publicidad en los medios de difusión¨, además de la nota de contracubierta, el prólogo, la calidad del papel, el tamaño del libro, la impresión, el diseño gráfico y la casa editorial.

Por otros estudios de medios llevados a cabo por el Centro de Investigaciones Sociales del ICRT se ha constatado que otro elemento fundamentales para la adquisición de un libro son los préstamos, por las pocas tiradas o reediciones de los títulos o géneros más atractivos para el público. También, y elemento primordial, está la moneda en la que son comercializados los libros, así como el precio de los mismos, que en ocasiones no es asequible a la media.

Estos son elementos importantes en la promoción de la lectura sobre todo si se conoce que quienes compran el objeto social son los padres de los infantes; de ahí que del tipo de comercialización dependa la adquisición. También, la compra no asegura la lectura de los libros o las revistas; en ocasiones, la compra de los mismos es puramente de consumo material y no espiritual, es decir, la lectura no es un fin en sí mismo.

Conociendo todo esto y además las dificultades en los mecanismos esenciales del desarrollo intelectual durante la primaria y la secundaria, como pueden ser los problemas de lectura, calidad de la caligrafía, faltas de ortografía y empobrecimiento del vocabulario[1], se coloca una alerta indiscutible en la promoción urgente del consumo de lectura y la divulgación de la literatura hecha para los niños y adolescentes, otra deficiencia que ha conllevado al desconocimiento de figuras cimeras en la literatura para este público, así como títulos a nivel nacional e internacional.

La televisión cubana está al servicio de las grandes masas y es, al igual que a nivel internacional, una de las principales mediadoras entre los diferentes grupos sociales. Mas, como la palabra lo indica, es “mediadora” y como tal la analizaremos en este primer acercamiento al tema del consumo cultural desde la televisión.

Los niños adquieren sus primeros hábitos de televisión desde las edades tempranas, y al igual que la lectura, por las mediaciones de la familia, que regula para ellos los programas a consumir. El subsiguiente desarrollo estará influenciado por estas exposiciones.

La televisión cubana tiene varios espacios que promueven el consumo de lectura para adultos hablamos de “Para leer mañana”, “A trasluz” (Canal Educativo) y “Entre Libros” (Tele Rebelde). Todos ellos son apoyados por el Instituto Cubano del Libro. Sin embargo, actualmente en la programación infanto-juvenil, que debemos acotar está bastante deprimida dada su poca realización nacional y de espacios creativos y faltos de atracción, no se encuentra un programa que satisfaga puramente las necesidades de promoción del consumo de lectura, a excepción del espacio “Barquito de Papel” de la provincia Matanzas, transmitido por televisión nacional, que incluye una sección denominada Buscando al Homero, en la cual se hace una competencia de lectura que da lugar a la promoción del autor y el libro del cual se saca el fragmento a leer.

Esta iniciativa apoyada por la sección de la UNEAC, que atiende la literatura dirigida a niños y jóvenes, se está incentivando, junto a la División de Infantiles y Juveniles de la TV, para llevarse a todos los programas dirigidos a este grupo etáreo o, a su gran mayoría, dependiendo del perfil que cada uno de ellos abarca. Por otro lado, el asunto es tomado en cuenta como tema de algún programa, en la inclusión de algún personaje importante de la literatura nacional o internacional, propiciando su conocimiento, o en los segmentos de juegos, categoría importante en la calidad y desarrollo del niño que puede propiciar la lectura. Por ejemplo, en el programa RBG, Los enredos de Rubagia, transmitido por el Canal Educativo, los domingos a las 5:00 pm, y dirigido al segundo ciclo, se incentiva la lectura a través de algunos juegos de habilidad  con los cuales el niño expresa el conocimiento de la literatura infantil a través de títulos, nombres de personajes, signos que demandan la relación con un libro leído.

Por otro lado, hubo una campaña de spots que promovió la lectura para las edades más tempranas y continuamente se promueve, por este medio, las actividades relacionadas con la literatura infantil ya sea en el espacio de la Feria del Libro como en las Noches de Lecturas. También el Instituto Cubano del Libro y el Canal Educativo están proyectando un programa que supla, en mayor cuantía, esta necesidad de promoción del consumo de lectura en los niños con el nombre de Tesoro de Papel, referencia al espacio que en la Feria del Libro se dedica a los más pequeños de casa.

No obstante,  son insuficientes las iniciativas empleadas y, a veces, no llegan de la manera más correcta. Primeramente, para lograr la efectividad de ese mensaje comunicativo se debe trabajar en una investigación nacional sobre el consumo de lectura tanto por los adultos como por los niños, en el primer caso por ser estos los principales mediadores en la adquisición, por los pequeños, de los hábitos culturales. Este estudio  propiciaría el conocimiento de los hábitos culturales y el uso que se  hace de los medios de comunicación como agente propiciador de un mensaje masivo que difunda el consumo de lectura para niños y jóvenes. A partir de ahí se trazarían las estrategias para lograr una mayor comunicación, emisor-receptor, desde la gran pantalla.

Algunos de los criterios de los  especialistas del CIS (Centro de Investigaciones Sociales del ICRT) son tomados en cuenta aquí para propiciar nuevas maneras de hacer para nuestros niños y jóvenes. Por ejemplo, un plan de promoción de lectura no solo para los grandes eventos, sino también para hacer de ello un hábito cotidiano tanto en los adultos como en los niños, propiciando una interacción directa padres-hijos, familia-niños a la hora de recepcionar los conocimientos favorecidos por la lectura.

Campañas de promoción de lectura para niños dirigida a los adultos porque son estos los principales decisores a la hora de comprar los libros.

Un estudios de audiencia de los programas infantiles para colocar en los más gustados, dependiendo de su ficha técnica, secciones o temas de consumo de lectura que propicien el conocimiento de la literatura infantil cubana y universal. Ejemplo, Catálogo del Canal Habana, espacio dedicado solamente a la promoción de la literatura para adultos, pero la flexibilidad en su estructura, a manera cápsulas publicitarias, podría servir para la promoción dirigida al público infanto-juvenil.

Escoger los géneros de mayor aceptación por los infantes, hablamos de los dramatizados, musicales, cinematográficos, ganchos para la adquisición de nuevos saberes. Por ejemplo, recordamos el espacio cubano ¨Había una vez¨, y los internacionales ¨Mamá Oca¨ y ¨El narrador de cuentos¨. Esto pone de relieve la premisa de que la televisión debe entretener y este entretenimiento no está exento de enseñar y masificar la educación, solo son nuevas maneras de ganar adeptos y llevar a ellos un conocimiento.

Una manera de inculcarle a los niños de la sociedad de la información y las nuevas tecnologías, lo que algunos puedan pensar como viejos, es llegar a ellos con las mismas herramientas que, hoy por hoy, propician el gusto de los más jóvenes.

Bibliografía

  • Laguardia Martínez, Jacqueline, Diosnara Ortega González y Ernesto Morejón Sosa.  Consumo de libros y literatura en Cuba. Búsqueda, nociones y nuevas interrogantes, año 2007.
  • Rivero, Yisel. El consumo cultural en Cuba: Trayectoria en su conceptualización y análisis.
  • Mañalich Suárez, Rosario. Lectura e intertextualidad en la creación literaria de niños y jóvenes. Tomado de: Memorias del Congreso Internacional Lectura 2009: para leer el XXI.
  • Jiménez Marata, Anette María. Para leer el mundo. Consumo de literatura en los niños de Cayo Hueso. Tesis de Maestría, La Habana, 2009.
  • Jiménez Marata, Anette María. Para leer el mundo. El consumo de literatura en los niños cubanos. Revista Eletrônica Boletim do TEMPO, Ano 4, Nº37, Río, 2009.

[1] Estudio preliminar sobre el impacto de la Teleclases en los estudiantes de primaria y secundaria realizado en el Palacio de Pioneros, en 10 municipios de la capital. Este estudio abarcará todos los niveles de enseñanza para los cuales están hechos estos programas de televisión.

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