La radio es arte, magia y ciencia
Pertenecer a la familia de la radio cubana es un privilegio. Quienes hayan estado frente a un micrófono en un programa, en vivo, saben de la adrenalina del momento, del gusto de entrevistar a personas invitadas y viceversa, del placer que se siente al transmitir información y ser escuchado en cualquier parte del mundo.
Esos minutos u horas de felicidad demandan profesionalismo, esmero, así como capacidad de improvisar y convencer. Los anteriores han sido algunos consejos del radialista Silvio J. Blanco Hernández en su libro La radio, arte, técnica, magia, experiencia, publicado por Ediciones En Vivo, cuya presentación tuvo lugar este 12 de febrero en el Centro de Estudios del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt).
El encuentro se convirtió en una clase teórica a cargo del autor, con suficientes años experiencia en las labores de periodista, escritor, asesor, analista de información y otros trabajos. Un hombre que conoce la radio como la palma de su mano.
El volumen, el segundo de su autoría, deja una serie de consejos sobre los métodos de hacer radio con calidad y eficiencia. Sus primeras páginas homenajean a personalidades como Félix B. Caignet, Aníbal de Mar, Fernando Collazo, Goar Mestre Espinosa, entre otras figuras. Luego siguen varias instrucciones sobre programas informativos, revistas, noticieros y demás espacios, con sus especificidades y maneras de transmitir información al público.
Continúan las enseñanzas con un análisis de las deficiencias en la práctica informativa, los vicios que lesionan el mensaje radiofónico, las frases y palabras acuñadas, junto con sugerencias y recomendaciones de Blanco Hernández. Tampoco podían faltar unas páginas dedicadas al pensamiento martiano, porque como buen radialista y hombre de pensamiento, las lecciones del Apóstol son un referente imprescindible de conocimiento.
“No se trata de una obra de alto vuelo académico, es sencillamente un texto que constituye una recopilación de más de cuatro décadas de experiencia en el retador, inquietante y mágico mundo de la radio”, afirma el autor en sus palabras de introducción al texto. La radio, arte, técnica, magia, experiencia deviene un libro de consulta para que la radio siga siendo “ese sonido para ver”.