Las memorias de Luis Rielo
La librería Fayad Jamís, ubicada en el Centro histórico de La Habana, tuvo el privilegio de acoger el lanzamiento del libro Aquel niño que nunca fui, de Luis Rielo Morejón, “un actor imprescindible en el imaginario de los televidentes cubanos”, de acuerdo con declaraciones del periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa.
Al decir de Rodríguez Sosa, este volumen resume las memorias de uno de los más prestigiosos y reconocidos actores de la radio, la televisión, el cine y el teatro en la Mayor de las Antillas en las seis últimas décadas, quien nació en la Ciénaga de Zapata en 1933.
De acuerdo con el especialista, este afamado y conocido actor, devenido escritor, revela pasajes muy tristes de su infancia y adolescencia, al tiempo que describe el amor que siempre ha profesado por la actuación, sentimiento nacido siendo muy pequeño.
Al intervenir en la presentación del libro, a cargo de la Editorial En Vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt), Rielo Morejón recordó que este texto no es una novela, sino mas bien la historia de su vida, que comenzó a escribir después de sufrir un infarto y pensar en la razón de vivir y sentir la muerte tan cerca.
Insistió el artista que todo lo que aparece reflejado en el libro es verdad, al tiempo que rememoró que, en ese tiempo, en su terruño natal no había ni agua ni electricidad, aunque —recalcó— ya hoy es un lugar bastante desarrollado y famoso por su agricultura.
“A los cuatro años tuve la oportunidad de ver un primer filme silente y una versión de la película El Zorro que me llamaron mucho la atención y me dije a mi mismo, y a su vez, confesé a mi hermano que a partir de ese instante sería artista”, aseguró Rielo Morejón.
Tras rememorar varias anécdotas de sus inicios en la actuación, admitió que en 1954 subió por primera vez los escalones de la CMQ, hoy el ICRT, y nunca los ha bajado, en alusión a que todavía hoy le encargan algunos pequeños papeles en novelas y programas televisivos.
Por su parte Norma Gálvez Periut, directora de la Editorial En Vivo, subrayó que la vasta trayectoria que se recoge en Aquel niño que nunca fui, no trata solo de la carrera profesional de Rielo, sino que aborda la historia de un país y la de otros grandes artistas de los medios en Cuba.
Significó asimismo la también investigadora que leer la obra de Rielo es descubrir la historia de un artista maravilloso que se hizo a sí mismo, al tiempo que se preguntó: ¿cuántos actores cubanos se formaron en ese tiempo a fuerza de sacrificio?
Rielo Morejón, a su vez, expresó que en una oportunidad dirigió en teatro a un actor fascinante como Enrique Santiesteban, a quien consideró un gran amigo, una persona envidiable, muy educado, que jamás soñó pensar que dirigiría, y que catalogó como su gran maestro.
También reveló que le hubiera gustado haber interpretado el personaje de Carlos J. Finlay, por ejemplo, como lo hizo ese otro gran actor que fue Salvador Wood, no obstante, insistió sentirse satisfecho con todo lo que ha logrado hasta ahora en sus 88 años de existencia.
Contado en primera persona, la obra Aquel niño que nunca fui se asoma a la vida de muchas familias campesinas de la etapa prerrevolucionaria cubana, donde la miseria, el hambre y la pobreza eran el denominador común.
Destacan en el volumen un lenguaje coloquial, descripciones que hacen visibles los hechos y lugares, además de un alto valor antropológico que permite conocer detalles de las características de los momentos, personajes y sucesos narrados en la historia.
Nacido el 24 de julio de 1933, Luis Rielo Morejón ostenta importantes galardones como el Premio Caricato de Actuación Masculina, el Premio ACTUAR por la Obra de la Vida, la Distinción por la Cultura Nacional y la Medalla Raúl Gómez García, entre otros reconocimientos.
