15 de mayo de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

¡Llegó lo que esperabas, tira tu pasillo con Bailando en Cuba 2!

Desde el 4 de febrero de 2018 Cubavisión transmite el gustado show televisivo
Bailando en Cuba 2

Bailando en Cuba 2

Desde el 4 de febrero, el canal Cubavisión volvió a ser el más seguido el domingo en la noche, gracias al regreso del show televisivo Bailando en Cuba que llega en su segunda temporada con novedades y modificaciones comentadas a esta publicación por el director Manolito Ortega.

Antes de adentrarnos en esta nueva temporada quisimos conocer hasta qué punto fueron cumplidas las expectativas de la primera salida, el pasado año, a lo que el carismático creador comentó:
“Un reflejo del cumplimiento de esas expectativas está en el Premio recibido en el Concurso Nacional de Televisión como mejor programa musical, lo que nos enorgulleció. No quedamos conformes con esa primera etapa, por lo que hemos trabajado en la solución de errores cometidos.

“Al inicio del programa no se entendió bien de qué iba, por lo que la aceptación en las primeras emisiones no fue la esperada, aunque logramos que el público entendiera el manejo del programa y sus propósitos, lo que dio al traste con que cada vez que salía el espacio pedían más”.

En relación con los cambios para esta temporada conocimos de boca de Ortega que habrá un nuevo conductor, dos programas más al aire, una tematización diferente para cada emisión y una identidad visual que ha evolucionado, a lo que se adiciona un renovado sistema de votaciones del jurado, que se activará al final de la presentación de cada pareja.

Medio centenar de jóvenes se presentó a la convocatoria, de ellos solo 32 serán finalistas e integrarán 16 parejas, representando a toda la Isla.

En la primera temporada las parejas estaban integradas por un bailarín y un aficionado al arte danzario, en esta oportunidad no participan profesionales, todos los competidores traerán las experiencias adquiridas en salones, Casas de Cultura y otros espacios sociales.

“De esta segunda temporada esperamos que el público acoja con agrado la propuesta pensada en su entretenimiento, para un día y horario en que se hace imprescindible una propuesta similar, y que tengan un espacio para compartir en familia, siempre tirando un pasillo junto con nosotros”, apuntó.

La música cubana en sus diferentes ritmos y estilos seguirá siendo el mejor complemento de Bailando…, ya que defenderla es uno de los propósitos de RTV Comercial.

Para el futuro esta productora audiovisual mantendrá en la pantalla de los hogares interesantes propuestas, a lo que Manolito Ortega hizo alusión durante la entrevista: “en nuestro propósito está mantener todos los domingos un espacio de participación que comenzará con este programa y continuarán  otros de diferentes cortes, conformando un ciclo que se extenderá todo el año.

“Habrá proyectos de baile, uno para los instrumentistas, debe regresar la cuarta temporada de Sonando en Cuba y un nuevo proyecto que aún no está terminado, pero que será igual de interesante”, anunció.
Se vislumbra un desafío difícil en tiempos en que los presupuestos son cada vez más escasos, pero es algo muy interesante y necesario para satisfacer las demandas del público.

Un jurado de lujo para un proyecto con calidad

El tribunal encargado de impartir justicia en esta nueva temporada del show televisivo repite: los maestros Lizt Alfonso, Susana Pous y Santiago Alfonso harán nuevamente las recomendaciones, seleccionarán a los finalistas y ganadores y guiarán los pasos de los competidores con sus sapiencias indiscutibles.

Con la directora de Lizt Alfonso Dance Cuba dialogamos para conocer algunas de sus consideraciones sobre este proyecto televisivo.

Ella confesó haberse sentido satisfecha con la anterior temporada: “para ser el primer encuentro que teníamos con el programa fue espectacular su resultado, que sobrepasó lo esperado. Siempre estuve segura de la aceptación que tendría, porque la música y el baile forman parte de la identidad del cubano, pero que pudiéramos sentarnos en las salas de los hogares todos los domingos a las 8:30 p.m. fue algo que no esperaba.

“Siento que las personas en Cuba me quieren y quieren el trabajo de la Compañía que dirijo, pero realmente con Bailando en Cuba todo se multiplicó, y ha sido muy buen trabajo, con satisfactorios resultados.

“Esta segunda emisión pienso que debe ser superior, ya sabemos el camino que estamos transitando, y todas las adecuaciones, cambios y transformaciones que sugerimos se han tenido en cuenta. Partimos del hecho de que la conformación de las parejas ahora está en manos del jurado.

“Nosotros seleccionaremos, del total de concursantes, a los finalistas y luego acoplaremos las parejas, lo que indica que desde el punto de partida los expertos estamos determinado cómo debe moverse el programa”.

En su opinión, el principal aporte de Bailando en Cuba ha estado, primero, en entretener a la familia cubana en ese horario, propiciándole momentos para el intercambio y la polémica, pasándola bien, como debe ser.

“Ir al rescate de los valores de la música y la danza cubana, y a partir de ahí hacer una revalorización, desempolvarlo, darle su toque de contemporaneidad espectacular, urbano y sensacionalista, como debe ser para que funcione, según los patrones existentes para este tipo de espectáculo”.

Muchos esperaban una reedición del programa Para Bailar (1978-1983), y se quedaron un tanto insatisfechos al ver este programa más cerca del concurso coreográfico que uno propiamente de baile popular. ¿Hasta qué punto están erradas o no esas personas?

A esta interrogante la bailarina y coreógrafa respondió: “la vida evoluciona y los tiempos siguen, no podemos aspirar a reeditar ese maravilloso programa en los tiempos actuales, porque debemos situarnos en el pasado para ir hacia el futuro, y cada época tiene sus nuevas exigencias, por ese camino es que va la vida”.

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