Loas para Cuba por seguir sonando
El popular show televisivo Sonando en Cuba vive a plenitud su tercera temporada y continúa sacando a la luz excelentes talentos “escondidos” en varias regiones del país.
Voces de toda la Isla han llegado al escenario del Teatro Astral para demostrar sus cualidades al ejecutar ritmos cubanos que irán cogiendo fuerza con el paso del tiempo.
Hasta el momento han predominado boleros, baladas y canciones, pero de seguro con el transcurso de los programas los apadrinados de Mayito Rivera, Hayla María Mompié y Paulo Fernández Gallo, representantes de cada región del país, subirán la parada con la defensa de sones, salsas, mambos y otros géneros autóctonos.
Un excelente grupo de preparadores están también representados en cada salida a escena de los jóvenes competidores: Alain Pérez, Niurka Reyes, Luna Manzanares y Geidy Chapman, junto a otros excelentes cantantes, han tenido a su cargo la preparación de quienes aspiran a convertirse en figuras reconocidas del panorama musical cubano.
Sonando en Cuba, sin dudas, ha superado las expectativas de sus creadores y del público, antecedentes de esta iniciativa hay muchos en el país: Todo el mundo canta y Buscando el sonero, son dos de los más cercanos en el tiempo, pero la actual propuesta de RTV Comercial ha mostrado muy buena preparación y una puesta en pantalla de superior calidad, gracias a la labor de técnicos y creativos.
En mi opinión, si algo puede superarse en este programa es la ejecución de la orquesta acompañante, porque no siempre ha estado a la altura de los intérpretes.
Las palmas para el popular Paulito FG, artífice de Sonando en Cuba por una idea que ha devuelto a la música cubana y sus principales géneros, la vitalidad que había perdido, además de darse a la tarea de escudriñar en todo el territorio nacional para que allí, donde muy pocos llegan, también sean descubiertas las voces muy poderosas y versátiles.
La idea se solidifica
Cuando comenzó la iniciativa, en el verano de 2015, los televidentes notamos una intención expresa en función de potenciar la música popular bailable, esa fue la manera en que Karen Giselle se alzó con el Primer Premio en una competencia en la que hubo muchísimas interpretaciones que pudieron haberlo obtenido también.
Luego, el pasado año, la calidad de los intérpretes aumentó de manera notable, se hizo mucho más difícil determinar quiénes llegarían a la final y un jurado de excelencia tuvo a su cargo el veredicto final, con el que la mayoría de los televidentes estuvo de acuerdo: Yulaisy Miranda Ferrer dejó poco espacio para las dudas, una voz que dobla su constitución física, su tamaño deslumbró a periodistas y expertos.
Ahora el show televisivo ha mantenido la expectativa de conocedores y público en general, cada domingo después del Noticiero Nacional de Televisión, los hogares acogen a la familia, como en los viejos tiempos, para frente al televisor dar sus opiniones y escoger a sus preferidos, ese es un excelente síntoma de aceptación.
Sonando en Cuba ha sido durante el verano de 2017 una de las “tablas de salvación” dentro de la programación concebida para esta etapa, en la que las opciones no son aceptadas ampliamente por el público, ya que no satisfacen sus expectativas.
Otros espacios radiales y televisivos mantienen un apoyo visible a este programa, Pa´ que suenes es otra buena manera de mantener en la memoria de los públicos a quienes iniciaron la historia en este concurso.
Radio Taíno y el espacio homónimo, conducido por Daniel Villasana, es especialmente aclamado por los oyentes de Cuba y el extranjero, que esperan cada emisión para deleitarse con anécdotas, experiencias y la interpretación de los que ya han transitado por el concurso.
Como toda obra humana Sonando en Cuba es perfectible, pero de seguro los lectores coincidirán conmigo en que es una manera loable de no dejar morir la música cubana, la misma que ha dado la vuelta al mundo y de la que muchos en el extranjero se han adueñado, por descuido nuestro, hemos contribuido con que géneros foráneos se apoderen del pentagrama cubano y muchos jóvenes desconozcan y no muestren interés por lo genuino, con este espacio despierta la motivación por acercarse a los archivos, a los discos o a los espacios donde se hace muy buena música popular cubana.
Al escenario cada domingo vuelve Benny Moré en una nueva voz, no falta el son del maestro Adalberto Álvarez, ni los temas de Manolito Simonet, por solo citar algunos ejemplos de quienes a ultranza han defendido el son, la rumba, el danzón y otros géneros cubanos por excelencia.
Debemos agradecer a estos valientes jóvenes por desafiar, tal vez a sus coetáneos, y subir a escena para defender un tema nacido en su tierra, con arreglos contemporáneos, pero con el puro sabor cubano que le han dado sus creadores.