“El trabajo de asesor es muy anónimo, pero…”
Cuando Tania Alarcón se graduó en 1988 en la Escuela de Letras de la Universidad de La Habana, pensaba como muchos otros graduados que la televisión era la última carta de la baraja. Sin embargo, al poco tiempo de entrar en ese medio, su percepción cambió drásticamente para bien.
En entrevista exclusiva con la revista En Vivo dijo que los graduados de su año querían ir a centros de investigación, a la Casa de Las Américas, a todos los grandes centros culturales del país; mientras que la televisión era vista como la hermana menor.
“Una vez que estuve aquí aprendí la gran fuerza de la televisión. Cuando haces algo bien concebido el impacto es inmediato”, afirmó Alarcón, quien invita a otros a descubrir lo fascinante de este mundo donde labora hace 27 años.
Es de las que piensa que muchas veces se trabaja por amor al arte, pero “ese trabajar por amor al arte vale la pena”.
Confiesa orgullosa que su vida adquiere más sentido cuando el programa que asesora sirve para solucionar un problema o proteger a una niña, un niño o un adolescente.
¿Qué es un asesor?
“Un asesor, prácticamente nadie lo toma en cuenta. Pero, sin ánimo de ser petulante, creo que es importantísimo en el grupo creativo. A los asesores hay que darles su lugar.
“Es un trabajo muy anónimo porque cuando un programa es exitoso, lo es básicamente porque el director es bueno o porque tiene un buen guionista. Es una especialidad muy invisibilizada, aunque es esencial en un buen programa”.
Respecto a su experiencia laboral con el profesor Manuel Calviño comentó: “Para mí trabajar junto a Calviño en el programa Vale la pena fue como otra universidad. Él prefería que su asesora no fuera psicóloga porque le iba dar el pulso de la vida desde una mirada diferente a la suya.
“Calviño consideraba que una asesora que no fuera psicóloga le ayudaba a realizar un intercambio más creativo. A veces los temas los proponía él -y otras- cualquier persona del equipo o yo misma le decía: ‘Manolo veo que está pasando esto o las investigaciones dicen…’
“Vale la pena tiene un público, fundamentalmente, femenino. Las mujeres son las que trasladan la información a la familia sobre salud y educación. Le debemos a Calviño parte del empoderamiento de las mujeres en la sociedad cubana”.
A juicio de Tania, para nutrir su trabajo diario “un asesor no puede ir por la vida de largo. Debe mirar la realidad pensando en qué puede poner en su programa informativo, juvenil o cinematográfico para que esté al servicio de la gente. Hay que andar por la vida con una mirada activa para captar todas las señales posibles.
“Hay que buscar información, investigar y actualizarse. Nosotros los asesores vamos mucho a talleres, a eventos de salud, de educación, de cultura, que nos nutren mucho y nos ayudan a ser capaces de llamar la atención sobre cosas que están pasando”.
En torno a la creación audiovisual en las provincias, valoró:
“En provincias hay un poder extraordinario. Cuba tiene esa maravilla de sorprenderte con un master o un doctor en cualquier parte. Siempre que iba a talleres en provincias les sugería a los realizadores que contaran las historias como ellos eran.
“Es un error pensar que en La Habana está el modelo, él modelo está en ellos mismos. Cuando uno es auténtico llega a cualquier parte. La experiencia de la Televisión Serrana ha sido excelente, pues se reproduce a sí misma desde una realidad muy específica, totalmente universal porque en las historias particulares que cuenta se apela a lo humano y afectivo.
“Tanto en los festivales de telecentros (televisoras locales) de cualquier parte del país, como en las convenciones de radio y televisión, uno se da cuenta de la cantidad personas que quieren trabajar por este pueblo y este país desde la realización audiovisual.
“Esos creadores son capaces de reconstruir, desde su sensibilidad o su formación, las historias de sus localidades de modo atractivo y universal”.
¿Qué le falta a las propuestas infantiles y juveniles de nuestra televisión para mejorar?
“A los programas infantiles y juveniles, que tienen una misión social muy importante, les falta casi lo mismo que les falta a los otros. Por cierto, hace muchos años se celebra el evento Infancia y Comunicación, en el cual siempre se ha reflexionado sobre lo que se debe hacer en los programas de ese corte.
“A este tipo de programación le faltaría visualidad contemporánea y tener más historias particulares que contar.
“El debate creativo necesita un sitio donde debatir. A veces las condiciones para el diario laboreo son bastante desgastantes para todos los creadores. No obstante, aquí la gente tiene una ética y por eso sigue haciendo el trabajo en esas condiciones.
“Entiendo las necesidades económicas del país, pero de acuerdo con la prioridad estratégica de los medios se debe invertir para poder preservar lo que tenemos y ayudar a niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres a ser más felices, a encontrar alternativas y a tener más claros sus proyectos de vida”.