Mi papá sigue siendo mi ejemplo y mi verdad
Argelia nos cuenta, con esa facilidad de palabras que la caracteriza, que un día le dijo a su papá que quería seguir sus pasos y estudiar locución. Su progenitor, el inolvidable y talentoso Antonio Pera, no se opuso a la decisión de su hija, pero le dijo: “si escoges esa profesión, tienes que ser buena; esta es una profesión que parece fácil, pero hay que ser bueno porque los mediocres no llegan”.
Ella matriculó y fue de los graduados de la segunda promoción en el año 1968. Así demostró que su vocación de locutora en ella tiene origen genético. En 1969 comienza a trabajar en la Televisión Cubana como locutora, junto a Jesús Esteban y Marianita Morejón.
Lo primero que hizo fue voz en off, presentando la tanda de Muñequitos. Después la pasaron a los programas educativos; debemos recordar que todos estos programas se hacían en vivo y ella apareció en uno de educación general sobre Psicología.
Rememora que le dieron un libreto para que se lo aprendiera, confiesa que le parecía imposible aprenderlo en tan poco tiempo y su colega Eva Rodríguez le dijo: “tú si puedes, además yo te voy a ayudar. Coge lo fundamental del tema y estúdiatelo, o sea, la idea central”.
El día de la presentación se apareció Eva con un cartel, escrito a mano, pues no existía el telepronter, donde aparecía el tema del guion. Todo salió bien y Argelia, muy asustada, pasó la prueba de fuego frente a las cámaras.
Le agradece mucho, además, a su padre por ser su más ferviente crítico, y a Germán Pinelli sus valiosos consejos, sobre todo porque insistía: “el locutor tiene que creer en lo que dice y no ser un papagayo para repetir”. También le aconsejó que “el locutor tiene que formar un equipo con el grupo operativo para que todo fluya de manera excelente, pues ellos forman parte del programa”.
Recuerda Argelia que pasó una segunda etapa en el curso, en el cual impartían la especialidad en Radio Progreso por las noches, e incluía, entre otras asignaturas, Inglés, Geografía e Historia. Ya estaba trabajando pero sin percibir salario, sin embargo rememora esta etapa con mucha alegría, “porque todos se llevaban bien, no existía la competencia, nos queríamos”.
Trabajó en diferentes programas como: Tránsito, Listo Estudio y Mediodía, entre otros. También hizo bastante locución en cabina para los noticieros que se hacían para fin de año. Se desempeñó como presentadora, conductora y hasta animadora, pero lo que siempre le gustó más fue la noticia.
Es miembro del colectivo nacional de locución y ha impartido clases de su especialidad en los cursos organizador por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt). Posee la medalla por los 80 años de la Radio, siete diplomas por la Mejor voz femenina en Radio Reloj, Diploma del Mérito Artístico del Instituto Superior de Arte, y este 2016 fue condecorada como Artista de Mérito del Icrt.
Aunque jubilada, se siente muy feliz cuando aun el público la reconoce y ella recibe muestras de cariño y respeto por su labor de tantos años. Siempre responde en los intercambios con un sincero agradecimiento.
Para Argelia Pera su padre sigue siendo su guía y mejor ejemplo en todos los momentos de la vida.