Pasión por la música y los efectos sonoros (Parte II)
Más de cuarenta años ha dedicado Guillermo Piñeyro Álvarez a la radio. Su paso por distinas emisoras como Radio Liberación, Radio Progreso, Radio Taíno y Radio Habana Cuba, le ofrecieron los conocimientos suficientes para trabajar como director de programas, editor, musicalizador y actor para el doblaje de películas. Hablamos de un hombre-radio, de un profesional que sabido crecerse y sacar hacia adelante proyectos de gran éxito en este medio de comunicación.
La revista cultural de Rebelde
Cada vez que pasaba un invitado por el programa Sonido, Guillermo le grababa un spot. Ese gran archivo de voces lo incorporó, posteriormente, a la revista cultural Así que dirige desde 1997.
“Franco Carbón fue su locutor fundador. Lamentablemente, era débil visual y por esa razón tuvo que dejar de trabajar en Reloj y otras emisoras. A Rosendo Reyes se le ocurrió empezar a dictarle ideas completas que Franco captaba y les daba forma”.
En Así, Guillermo asumió esa metodología de trabajo y el locutor repetía grandes párrafos, a medida que el director se los iba dictando. “Cuando empiezo a trabajar con él estaba muy bien de salud y daba las intenciones que yo había escrito en el guion. Franco incorporó al programa frases célebres cortas y largas”.
Juntos viajaron una semana a Acapulco, México, como parte de un intercambio cultural para hacer un programa sobre los vínculos entre ambas naciones y la presencia en el país de azteca de Rosita Fornés, Portillo de la Luz o el cineasta Miguel Torres. “Allá todos se quedaron maravillados con la comunicación que teníamos Franco y yo”.
Una de las trasmisiones más difíciles que asumieron fue en ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba, cuando su santidad se reunió con el presidente Fidel Castro Ruz en el Palacio de la Revolución.
“Tuve que narrarle todo lo que iba pasando. Se estableció una gran empatía entre los dos. Él tenía un ritmo tremendo y eso nos ayudó mucho: le abría el micrófono en el momento exacto para que Franco hablara”.
Para garantizar el éxito de una transmisión desde Holguín, Guillermo Piñeyro y su equipo de profesionales ensayaron todo el recorrido del Papa Francisco y fueron marcando los kilómetros de las zonas de silencio.
Un reportero iba en el camión narrando lo que veía a su paso y durante los intervalos en que no había señal intervenía la periodista que estaba en el Centro de Prensa Internacional o se hacían pases con el locutor Humberto López, quien se encontraba en la Plaza Calixto García, de la oriental provincia.
“Aquello fue una experiencia inolvidable para mí. Por la calidad de la transmisión recibimos el reconocimiento de la máxima dirección del país”.
Tiempos de cambios inevitables
Guillermo comprendió que algún día tendría que sustituir a Franco. La banda sonora del programa estaba creada en función de su voz, por lo que tuvo que grabar nuevas cortinas y temas de presentación y despedida.
Incorporó como locutor de las noticias culturales a Pedro Martínez Arcos para que los oyentes se fueran acostumbrando a escucharlo. Por eso, la transición no fue tan brusca cuando el veterano profesional de la palabra le comunicó que se iba a jubilar.
“Mantuve la sección con Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC). El programa se ha ganado un prestigio. He sido muy afortunado. Por él han pasado desde los Premios Nacionales de Teatro Nelson y Nicolás Dorr, Alicia Alonso, las cuatro joyas del BNC, Carlos Acosta hasta Viengsay Valdés. Por el cumpleaños 25 de Así entrevistamos a José José y tuvimos por teléfono a Álvaro Torres mucho antes de que viniera Cuba”.
El director de la gran revista cultural ha dejado su impronta también en las transmisiones radiales de la Mesa Redonda y en una veintena de Tribunas Abiertas.
“Me tocó estar cerca de Fidel en las Tribunas. No solo se transmitía su discurso. Ya había un nuevo montaje artístico en función de la danza, el repentismo y otras manifestaciones y todo eso había que narrarlo. Si la Tribuna era fuera de La Habana teníamos que prepararnos con los periodistas de la provincia”, advierte quien en esos instantes asumía varias responsabilidades como arreglar una antena o ayudar al operador en la consola de sonido.
Otras transmisiones especiales que evoca con orgullo son la llegada de Barack Obama a la Mayor de las Antillas, la visita del Patriarca Kirill o las dos galas en el Teatro Astral para celebrar la fundación de Radio Rebelde.
En todos estos años ha dirigido de manera esporádica espacios como Haciendo Radio, Sábado deportivo, el Noticiero Nacional de Radio y Sumario 15. Laboró también en Progreso y Radio Habana Cuba como operador del máster y editor. Estuvo entre los fundadores de Taíno. Se desempeñó como presidente del Sindicato en el departamento de Transmisiones de Rebelde y actualmente preside el Consejo Artístico de esa emisora.
Como una forma de agradecer a quienes lo ayudaron en los comienzos de su carrera ha pasado sus conocimientos a las nuevas hornadas de realizadores.
“Sin proponérmelo he tenido muchos alumnos en los estudios de grabación y eso me ha servido de retroalimentación, porque a medida que uno va enseñando también aprende. Impartí clases en Tele Cristal y en Baracoa. Fui pionero de los tribunales de evaluación de diferentes grupos de realizadores en el territorio oriental”.
Por otra parte, ha producido seis fonogramas. Ha incursionado en la realización de documentales para la televisión. El más reciente de ellos, La Aragón. Orquesta de la radio y la televisión, codirigido con Bruno Suárez Romero, en saludo al cumpleaños 80 años de esa orquesta charanga. Tiene el plan de dirigir un audiovisual por el centenario de la Radio Cubana.
Este hombre apasionado ostenta la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Raúl Gómez García, el Micrófono y sello de la Radio y la condición Maestro de Radialistas.