26 de julio de 2024

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Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Porto, el Korimakao

Entrevista a uno de los más conocidos y admirados actores cubanos, creador y fundador del Conjunto Artístico Korimakao

Manuel Porto

A Manuel Porto, uno de los más conocidos y admirados actores cubanos creador y fundador del Conjunto Artístico Korimakao, lo sorprendí en los preparativos para festejar junto a Lila, su esposa. Hoy 28 de septiembre, el onomástico 75 del artista coincide con la fundación de los Comités de Defensa de la Revolución, organización de masas a la cual él pertenece desde que fuera constituida en 1960.

Luego de saludos y felicitaciones, y la invitación a sentarme en la acogedora sala de su hogar, en la barriada de Pogolotti, con el necesario distanciamiento físico, constaté que el actor de Cuando el agua regresa a la tierra, Algo más que soñar, La semilla escondida, La séptima familia y La frontera del deber, entre otras series, está como todos nuestros hombres y mujeres del arte: sin salir de la casa para evitar el contagio.

Gusta de los ejercicios físicos, tanto para mantenerse en forma corporalmente como para contribuir al buen estado de salud en una rutina que usualmente hacía al aire libre, antes de la pandemia, y que ahora realiza en la casa, pero que de cualquier manera es efectiva.

Rehúsa un poco el empleo de las redes sociales. Para él no hay nada mejor que el contacto directo con sus congéneres, si bien reconoce que el empleo de las plataformas digitales ha sido algo muy oportuno en tiempos de pandemia, aunque alerta sobre las secuelas de su excesivo uso.

Ahora que no hay grabaciones ni ensayos y que mantenerse en la casa es de vital importancia, Porto aprovecha el tiempo para leer, ver televisión (desechando lo que no le gusta o carece de valores artísticos) y apoyar en los quehaceres domésticos, aunque aclara: “No soy un experto en las tareas caseras, pero me defiendo. Hace algún tiempo mi esposa Lila, con quien llevo 32 años de matrimonio, estuvo aquejada de dolencias óseas que le impedían realizar múltiples actividades, y aunque quizás mi sazón no haya sido tan buena como la de ella, cociné, lavé, planché (ayudado por mis vecinos y amigos más allegados) e hice todo lo necesario hasta su recuperación y que volvió a tomar el mando hogareño. Sin embargo, Lila prefiere que sea yo quien prepare el desayuno porque hago un café con leche y un chocolate como para chuparse los dedos”.

La herencia artística

Porto ha tenido la dicha de ver prolongada el arte en sus tres hijos. “Mixael, el mayor, es el director de los programas televisivos La pupila asombrada y Cuadro a cuadro. Alejandro, el del medio, que hoy vive en Portugal, se formó como bailarín en el Conjunto Artístico Korimakao, fundado por mi hace 29 años, y el más chiquito, Arturo, forma parte del equipo de producción de esta idea originaria del Comandante de la Revolución Faustino Pérez y que contó con el apoyo incondicional de nuestro Comandante en Jefe y de directivos de la cultura en el país”.

Porto desecha lo fútil y banal, el amor excesivo por lo material, considera la hipocresía el engaño la calumnia y la envidia los sentimientos más mezquinos del ser humano, mientras estar rodeado por personas emprendedoras, sobre todo jóvenes con la mirada puesta en el futuro, lo estima un regalo de la vida. Por estas razones ama y defiende Korimakao a capa y espada.

“Ese conjunto artístico es parte de mi vida y, aunque la mayoría me atribuye su fundación, en su puesta en marcha estuvo el esfuerzo de muchas personas que creyeron en mí. Al inicio se llamó Proyecto Artístico Experimental Ciénaga de Zapata, y la primera reunión con los que resultaron elegidos como integrantes, y de hecho su fundación, tuvo lugar el 13 de agosto de 1992. Cuatro meses después, el 2 de diciembre, imbuidos por el compromiso contraído con Armando Hart, entonces Ministro de Cultura, tuvimos la primera presentación.

Estrenamos la obra La Hoguera, con temática cenaguera del guionista de Cuando el agua regresa a la tierra, Saúl Roger. Fue un espectáculo con danza, teatro y música. A partir de ahí supe que el proyecto devendría en lo que es actualmente: el hijo que vi nacer crecer y evolucionar, aglutinar a cientos de muchachos que canalizaron sus inquietudes artísticas y aprendieron a convivir en colectividad, a conocer la verdadera valía del arte más allá del entretenimiento, su importe educativo como arma de defensa, formador de aptitudes en correspondencia con los valores de la cultura cubana, escudo y espada de la nación.

“Lo dirigí durante 17 años, y en el 2009 me vi obligado a alejarme de él por cuestiones de salud, debuté como diabético y tuve complicaciones renales. Pero el distanciamiento es a medias, porque continúo ligado a la institución como consultor; ello significa que todavía formo parte del conjunto, aunque desde la retaguardia. El Director Artístico General de Korimakao hace nueve años es Yander Roche. Con él me siento satisfecho porque lo está entregando todo por la permanencia y el avance de la entidad”.

El Conjunto Artístico Comunitario Korimakao no fue solo la institución creada por Porto, sino el sitio donde el artista, junto a sus muchachos, creció profesional y humanamente: “Siempre que una persona elabore algo y ayude a hacer el bien colectivo, a cambiar conceptos errados, enrumbar actitudes, modificar positivamente sentimientos, de alguna manera alcanza la cima del mejoramiento humano y, por consiguiente, avanza en su desarrollo profesional teniendo en cuenta que el actor es el medio para contar historias positivas o negativas, que siempre ejercen influencias, le hacen recapacitar y llegar a conclusiones. Siempre he preferido a una buena persona por encima de un buen actor, algo bien conocido por mis muchachos. El actor medianamente bueno se puede convertir en una estrella con enseñanzas y el trabajo diario, pero cuando la calidad humana es mala entonces sí la cosa es difícil de enmendar”.

El 13 de agosto de 2020 fue estrenado el documental Porto, el Korimakao en la sede del conjunto. Sobre el audiovisual habla su protagonista: “Es parte de mi vida y de la labor realizada en el conjunto artístico, desde su fundación hasta mi semiretiro de la dirección general, creo que está por encima de mí. Es mucho más de lo que esperaba y lo digo sin falsa modestia. Ver el material fue regresar a momentos difíciles de mi persistencia por sacar adelante la institución y a momentos de felicidad con cada uno de los éxitos alcanzados dentro y fuera de la comunidad cenaguera.

“El material es de igual manera el trabajo de diploma de Say Morales, estudiante de periodismo de la Universidad de Matanzas, con la ayuda de TV Yumurí. Ellos hablaron conmigo, expusieron su idea, yo accedí y salió el documental para satisfacción de todos”.

Ya en las postrimerías de nuestra conversación, Porto llamó a todos a cuidarse y a adoptar las medidas sanitarias correspondientes para evitar el aumento de la proliferación de la covid-19. “Esta es una batalla por la vida que los cubanos ganaremos si somos capaces de elevar la disciplina, la responsabilidad y cortar el paso a aquellas personas que incumplen con lo establecido, un bando en el que participan personas de todas las edades, a pesar de las múltiples llamadas de alertas del personal de salud que hoy salva vidas en Cuba y en otras partes del mundo.

“No importa cuán lejos estén o la dura situación de su sistema sanitario, allí están los cubanos como parte del internacionalismo proletario aprendido de nuestra Revolución y de sus líderes”, concluye el actor.

                                                                               Manuel Porto y su esposa Lila

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