19 de abril de 2024

envivo

Editorial del Instituto Cubano de Radio y Televisión

Revista Radio Selecciones: una publicación en pos del cotidiano de su público

En la República varias publicaciones radiales mostraban dinámicas del escenario radial y su contexto
Revista Radio Selecciones

Revista Radio Selecciones

Una buena documentación permite estudiar la capacidad de las publicaciones periódicas (revistas, periódicos, boletines, semanarios, censuarios y anuarios) de intervenir en un proceso social como es el fenómeno de la identidad cultural. Nos concede, en efecto, precisar en cierta medida el conjunto dinámico de los componentes dentro de un sistema único: el primero -el punto de partida- es la colección de las publicaciones y el segundo -el punto de llegada- sería la renovación del imaginario social de los hombres y mujeres que interactúan con esas fuentes.

La radio no escapó de esos itinerarios, pues la República fue rica en publicaciones radiales que anunciaban las dinámicas del escenario radial y su contexto. La Revista Radio Selecciones, de 1949 a 1950 fue reflejo de ese movimiento cultural.

Esta publicación tenía carácter mensual y se vendía a sus socios por un precio de 15 centavos. Radio Selecciones radicaba en la calle 17, entre 12 y 14, Apt. No. 21, Nicanor del Campo. Apartado de Correos  2617, La Habana.

Estaba inscrita en el Registro de la Propiedad Artística-Literaria del Ministerio de Educación, con el número de orden 39549. Esta revista fue miembro de la Unión de la Prensa Radial Impresa (UPRI) y de la Asociación Nacional de Publicistas Profesionales (ANPP).

El número de julio de 1949 es ilustrativo por presentar en la portada al artista Ernesto Galindo, quien era considerado El Primer Actor de la Radio. Él se escuchaba diariamente a las 7:00 p.m. en el Circuito CMQ-Radio Centro.

Radio Selecciones  se consideró una revista confeccionada para el hogar. El equipo editorial estuvo compuesto por: Mario de Zayas Bazán (Director), C. Zayas Bazán (Sub.-Director/Administrador), Armando Núñez Planas (Jefe de Redacción), y Miguel Vadell (Jefe de Circulación).

Como colaboradores se encontraban: Armando Pérez Blanco, Dr. Carlos Valdés Miranda, Dr. Armando Pérez Fernández, Francisco Manrique, Dra. Juana A. Manrique, Dr. Eduardo López Bobadilla, Profesora Carmen D’Ares, Norma González, Carlos Carbonell y  Beatriz Pelicio.

En el editorial de la revista, titulado: Otro paso de avance más, aparecían los objetivos  de la misma:
“Un impulso nuevo y un deseo nos permiten servir más al lector obligándonos a la renovación y a la superación de esta publicación. Otro nuevo paso de avance más en esta revista que ya conquista su lugar preferido en el público lector, significa un esfuerzo constante y un deseo profundo de ponernos a tono con el progreso del periodismo moderno.

“Radio Selecciones tiene ya vida propia, conquistada a través de una etapa informativa, de tonos elevados, con plena dedicación a la vida radial. Ahora se diversifica, una nueva proyección la lleva a planos superiores concentrando la atención del lector, que busca superación, interés y novedad en su lectura.

“Bajo la dirección de una nueva empresa, sus páginas amenas encierran todo el interés humano capaz de lograr la atención más entusiasta y el favor más decididos porque al recorrer su contenido  se nota el progreso, el esfuerzo y el anhelo de agradar a un gran masa de lectores que han mostrado sus deseos y su interés por la revista Radio Selecciones que siempre les ha llevado las informaciones más palpitantes y la novedad más deseada.

“A la vista está  el nuevo esfuerzo. Recorre sus páginas, lector amigo, y verás porque te decimos, que hay nuevos rumbos y superación en esta, tu revista.

“Es una conquista lograda con la más firme intención de agradarte, y si lo logramos nos serviremos sincera y profundamente satisfechos. Y así no será en vano nuestro Nuevo Paso de Avance”. 1

En Revista Radio Selecciones se anunciaba la publicidad de la entrega de automóviles y de viajes a las Américas o a Cuba (si el agraciado es del extranjero), además de refrigeradores, radios, prendas de vestir y muchos artículos más de gran valor).

En los anuncios se declaraban avisos importantes, como:
“La nueva Empresa de la Revista Radio Selecciones que la ha confeccionado para el hogar más exigente y con el afán que la misma no falte en ningún lugar, por muy lejano que éste se encuentre; solicita por este medio. Agentes, para la distribución de la misma, en los pueblos y ciudades del interior de la Isla, así como en las hermanas Repúblicas del Continente Americano”.2

La correspondencia de los socios con la Revista Radio Selecciones se enviaba a Apartado de Correos, No. 2617, Habana, Cuba.

Entre las secciones de la revista, estaba Buzón de la Amistad por el Caballero Carlos, y en la misma se expresaba:
“Si usted desea tener intercambio de correspondencia, así como consejos y todo lo relacionado con este Buzón de Amistad, soliciten sus pedidos o contesten las preguntas o mantengan relaciones con los jóvenes redactando en forma breve y dentro de normas de urbanidad, lo que pretende consignándose el pseudónimo al cual van dirigidas, así como su nombre y dirección, las que mantendrá en privado si lo desea, usando para su identificación un seudónimo también. Una vez puesto en contacto las partes interesadas, cesamos en nuestra responsabilidad e intervención. Dirija su correspondencia a: Caballero Carlos, Apartado 2617, Habana”.3

Estaba la Sección Cultura Doméstica, de la Dra. Juana A. Manrique, donde aparecían recetas de cocina y publicidad del cabello de las mujeres.

En la sección Estampas habaneras de la ciudad y el puerto de La Habana; no aparecía firmas del actor del texto, y en la misma aparecían reseñas tan interesantes como esta, que recrean la nueva cartografía urbana anclada en los cánones de la modernidad:
“La vieja Habana puede ser comparada, en lo que a figura topográfica atañe, con la cabeza de un buldog, a la cual sirven de bozal los restos de las antiguas murallas que la rodeaban. La porción protegida antes encierra así la mayoría de las antigüedades con que cuenta la ciudad. Al lado opuesto las calles son más amplias y los edificios más modernos conforme uno avanza en la dirección de los barrios residenciales de reciente creación. A cada vuelta que se da en la parte de la población antigua, la mirada advierte divertidos contrastes. La calle de Obispo, que todavía es la principal vía comercial, mide escasamente die y ocho pies de anchura, incluyendo sus aceras patéticamente estrechas.

“Los constructores españoles parece que no previeron la época en que llegaría a ser un infranqueable río de ruidosos automóviles. Seguramente que quedarían mudos de asombro y aturdimiento si les fuera dable contemplar a estos extraños y diabólicos vehículos reposando en los zaguanes, detrás de las fuertes puertas de madera y clavos de bronce de las regias mansiones de los días coloniales, como igual les sucedería a las preciosas damas al ver cómo la capilla de la familia se había convertido en un cuarto de baño para los excomulgados bárbaros del Norte.

“Edificios para oficinas que parecen haber sido transportados desde Nueva York se alzan sobre los cimientos de lo que ayer fueron añosas iglesias y conventos”.4

En la Sección Mesa Resuelta del Director, aparecían notas como esta: “No se valoriza el periódico por la magnitud del formato, la elegancia de la impresión o su abundancia de palabras inútiles, sino por sus escritos razonados y por la energía de su conducta”, p. 11. J. de Escudero.

Se discutió el Proyecto de la Ley del Radio, con la anuencia del Primer Ministro del Gobierno, senador Antonio de Varona; los representativos de la Federación de Radioemisores de Cuba, con la presencia de los senadores. Antonio Martínez Fraga y Simeón Ferro, para discutir y coordinar un proyecto de Ley confeccionado por el doctor Martínez Fraga a favor de la industria radial, para así adecentar las transmisiones en nuestro país.

Textos medulares lo constituyeron: “Función Social del Maestro”, del Dr. Carlos Valdés Miranda:
“[…] Trabajemos con ardor por una obra escolar completa. Y por una “política pedagógica sana y sin banderías. Actuemos, dentro y fuera de la escuela, sobre el medio social, para acrecentar en el pueblo el verdadero sentido de la Escuela Popular y su enorme trascendencia para lograr que se levante el ideal y se afiance hasta favorecer en los presupuestos la obra amplia y robusta de la Escuela, con todo su alcance e integridad. Y para que los gobernantes se ciñan gloriosamente a los altos fines, a la grandeza de su obra-y no la adulteren ni mitifiquen-, tenemos crear en el pueblo las apetencias de una escuela “profusa y eficaz” como lo anhelaba Varona.

“Un pueblo atrasado no es capaz de estimar bien las necesidades de una escuela suficiente ni el mérito de un maestro eficiente. Y cuando logremos generalizar estas creencias y eternizar este concepto en la sociedad nacional, vendrán aquellas estimaciones y los mejores miramientos a la vida del educador y a sus necesidades de persona culta, en función de plena preparación y cultura pública, como personalidad cuyo influjo y mérito crecen, como personalidad progresista, agente de una preciosa encomienda, cada vez más responsable y digna del general aprecio”.5

En la revista además se dedicaba páginas a la “Educación física y deportes”, por el Profesor C. Zayas Bazán, donde se anunciaba que:

  •   Debe la mujer desarrollar su fuerza física.
  •   La resistencia depende de la salud de la gimnasia.
  •   La salud guarda estrecha relación con la fuerza.
  • ¿Por qué se dice que es débil la mujer?
  •  Fuerza.
  •   La fuerza para la mujer.
  •   Conseguir resistencia física.
  •   Adquirir fuerza muscular.
  •   La fuerza muscular depende de tres elementos principales:
  1.    Del sistema muscular.
  2.    De la potencia del sistema nervioso.
  3.    De la voluntad.
  •    Destreza
  •    Que se entiende por una mujer vigorosa y fuerte 6

Quizás estas posiciones nos ofrecen una cultura de género avanzada para la época, pues se someten juicios de valor acerca de las mujeres y la cultura deportiva. Se presentan posiciones renovadoras en el discurso que rompen con los cánones patriarcales tradicionales establecidos, lo que constituye un desafío para la época. Estas formulaciones nos insertan a la Revista Radio Selecciones en un universo dotado para la conquista del bregar cotidiano de sus mujeres que actuaban como público, al personalizarlas y representarlas.

Además, estas visiones permitían darles a las lectoras el estatus de derecho con la identificación de sus usos y hábitos recreativos en pos de crear un ambiente de armonía y espiritualidad. Por lo cual Radio Selecciones estuvo acorde con el aliento vital de su tiempo, lo que justifica el interés de su estudio.

*Historiadora, profesora e investigadora. Labora en el Instituto Cubano de Antropología.

Referencias bibliográficas:
1  Véase: Revista Radio Selecciones. Julio1949, Año IV, La Habana, No. 30, p. 9.
2  Ibídem, p. 4.
3  Ibídem, p. 4.
4  Ibídem, p. 6.
5  Ibídem, p. 12.
6  Ibídem, p. 13.

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