Rolando Chiong: Un tipo imbatible
Rolando Chiong es un “tipo imbatible” y utilizo esa expresión porque ni la terrible enfermedad, ni la pérdida de amigos entrañables han podido con él.
Siempre animoso, el niño que llegó a dominar todas las artes de la montería en la Isla de la Juventud, se graduó de actor en la Escuela Nacional de Arte.Tras sus experiencias teatrales en los grupos TIJO, Conjunto Artístico de las FAR y Arte Popular, inició su carrera en la televisión de los años 80 y 90 de la mano de directores como Abel Ponce y Erick Kaupp, en los espacios Horizontes y Aventuras.
Como miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), Chiong escribió el guion de Amándonos, junto a Alberto Pedro Torriente, con el anhelo de protagonizar la historia. Por azares de la vida, de protagonista pasó a ser su director.
Rolando reconoce que en esos momentos solo conocía de realización lo poco que había observado como actor, pero, con muchas ganas, dirigió el que quizás sea el primer telefilme producido por la televisión y la AHS.
Con la cámara de la Asociación, Orlando Cruzata, Rudy Mora y otros creadores lograron sus primeros audiovisuales y el “Chino Chiong” continuó su formación empírica como director de cortometrajes y telefilmes hasta cursar la especialidad de Dirección en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual.
El “Chino Chiong” junto a los actores Yuraisy López, Beatriz Viñas y Carlos Gonzalvo conforman el nuevo elenco de actores de los “Identifícalos” del programa El selecto club de la Neurona Intranquila (Foto: Perfil de Instagram del programa)
Recuerda el “Chino” las circunstancias en que se graduó del ISA al realizar la serie Retablo Personal, escrita por Inés María López. La producción, lograda con éxito a pesar de las difíciles condiciones del periodo especial, implicó que todo el staff fuera diariamente en bicicleta a la locación creada en el Casino Deportivo.
Miguel Ginarte “El Mulo” les prestó un buey y una carreta para transportar los equipos y un mal día recibieron la noticia de que el pobre animal había sido sacrificado por bandidos de la zona, por lo que se quedaron sin transporte.
La risa no falta en las anécdotas de Rolando Chiong, quien ha recibido numerosos premios Caracol de la UNEAC y otros reconocimientos, por una obra que reboza cubanía, rigor interpretativo y el compromiso con temas tan sensibles como la violencia de género.
Acompañado por la pluma excelente de Lucía Chiong y sus propios guiones, el creador ha dirigido telefilmes, cuentos y teatros; capítulos de la serie Tras la huella; las telenovelas Al compás del son y Santa María del Porvenir; las dos temporadas de la serie Rompiendo el silencio y otros formatos, que lo sitúan en un lugar destacado entre los directores de la televisión nacional.
Aunque todavía tiene mucho que hacer en la dirección, por estos días lo vemos con más frecuencia en la faceta actoral. Además de intervenir recientemente en Tras la huella junto a su hijo Roly Chiong en el capítulo Ojo por ojo, dirigido por Nohemí Cartaya, Rolando integra el elenco de la telenovela Viceversa donde encarna un controvertido personaje. Según él: «un lobo con piel de cordero».
Rolando Chiong en el capítulo Ojo por ojo de la nueva temporada de Tras la Huella (Foto: 4k Proyecto)
Acerca de su labor interpretativa, el artista revela:
«En todas mis obras como director siempre hice pequeñas apariciones como actor, al igual que Hitchcock, pero cuando solo actúo no me disperso, no converso. Soy el más disciplinado del mundo.
«De manera habitual, mis hijos, Roly y Sian, me muestran los guiones de sus proyectos, hablamos de sus personajes, pero nunca interfiero porque respeto la figura del director, que sabe lo que quiere y cómo lograrlo.»
Rolando Chion es, sencillamente: “un tipo imbatible” (Foto: Argel Ernesto González)
Merecedor también de la Orden Pablo Porras Gener, máxima distinción que entrega la UNEAC de la provincia Isla de la Juventud, y del Premio de la Crítica Cinematográfica por el telefilme Apuntaladas, Rolando Chiong celebra hoy su cumpleaños. Además de reconocer su creación artística, queremos extenderle el abrazo y la admiración por su afán de crecimiento y por ser, sencillamente: “un tipo imbatible”.
Foto de portada: Alma Mater