“Tengo el honor de haber iluminado al Comandante en Jefe hasta su última morada”
Nos costó un poco de trabajo dar con este entrevistado y también que accediera a la entrevista, por la humildad y modestia que lo caracterizan. Pero la persistencia triunfó y logramos se hiciera realidad el encuentro con Vidal. La conversación surgió enseguida, cuando vio que no había cámaras ni micrófonos pues nos dice sonriente que siempre ha estado detrás de ellos.
Graduado de técnico medio en Electricidad, en la escuela “José Alemán”, en Rancho Boyeros, su primer trabajo lo realiza en la terminación del hotel Habana Libre. Allí escogen a los mejores y así pasa a trabajar en el entonces Instituto Cubano de Radiodifusión en 1961.
Primero fue electricista en el Departamento de mantenimiento de la Televisión cubana. Posteriormente realiza otros trabajos dentro de su especialidad. En esos momentos había dos unidades móviles en la televisión y, después, se creó el Control Remoto, a cual él se integró. El jefe era Celsi Amorós, con quien aprendió mucho sobre la iluminación en televisión. Cuando fallece aquel, a Vidal lo designan jefe de iluminación.
Su labor en este lugar, continua, “ha sido y será mi mundo”, afirma el octogenario. Le pedimos que nos cuente algunas anécdotas de su vasta experiencia laboral. Menciona su presencia, en 1960, en la graduación en el Pico Turquino de los primeros médicos tras el triunfo de la Revolución. Allí estaba Fidel.
Después realizó el primer Control Remoto del béisbol. Con el transcurso de los años ha preparado a muchos jóvenes que ingresaban a su departamento y hoy son expertos en la actividad. El experimentado también estuvo en Panamá para construir una unidad de Control Remoto y luego realizó la misma labor en Cancún. Asegura que siempre ha estado superándose en su especialidad.
Cuando se fundó Tele Rebelde, en Santiago de Cuba (1968), él participó como responsable de electricidad. Ha trabajado con grandes directores de la televisión como Amaury Pérez García y Jesús Cabrera. Con este último realizó el trabajo audiovisual sobre la muerte del maestro cubano Águedo López, asesinado en Nicaragua. Con mucha modestia expone que los directores siempre tienen que contar con su trabajo.
“Debe amarse todo lo que se hace”, sostiene Vidal, quien acumula 56 años de quehacer en la Televisión cubana, contribuyendo a la realización de novelas, aventuras, teleplays y otras producciones como los concursos Adolfo Guzmán, Boleros de Oro y los mundiales de Boxeo realizados en Cuba.
Hay un pasaje en su vida laboral que comparte especialmente. Él asistía a todas las comparecencias de Fidel. Un día el líder pidió hablar con el iluminador. Vidal le explicó que las luces estaban puestas en un ángulo de 30 grados; pero Fidel le dijo que debían estar a 45 grados para que no le molestaran. Desde ese momento el especialista supo cómo iluminarlo.
Aludiendo al Comandante llegamos al final de esta emotiva entrevista. Con los ojos húmedos afirma Vidal que el trabajo más difícil en su vida fue iluminar las exequias en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
“Lo iluminé hasta que lo pusieron en la piedra”, dice casi llorando. “Este es el trabajo más duro que he realizado y recordaré mientras viva”.
Vidal posee varios premios y condecoraciones: La medalla Raúl Gómez García, varias otorgada por el Instituto Cubano de Radio y Televisión, Reconocimiento de Tele Rebelde (hoy Tele Turquino) por los 50 años de fundado.
Despedimos a Vidal con un fuerte abrazo y le deseamos muchas felicidades por arribar a sus 80 años de vida.