Alberto Cordoví: la radio como a la vida

Entre las conversaciones más gratas que he tenido en los últimos tiempos, la entrevista con Alberto Cordoví ha sido una de ellas. Su protagonista es más que conocido en el gremio simplemente por su apellido, Cordoví.

Se trata de bayamés ocurrente y jocoso que, tras su sonrisa, tiene un cúmulo de experiencias y valoraciones en torno a los medios de comunicación y que ojalá sus tantas responsabilidades le dejen tiempo para poderlas compartir, a modo de libro, con entendidos e interesados.

¿Cómo llega Cordoví a los medios, especialmente a la radio?

Desde que tengo uso consciente de la razón sentí la curiosidad de saber cómo era posible, que a través de un aparato con bombillos se pudieran escuchar aquellas voces y música. La curiosidad era doble, por una parte, la tecnológica y por la otra la artística, todo lo que se vincula con la realización.

En el 1970, con 10 años de edad y sin que mi familia lo supiera, me fui para Radio Bayamo, y allí dije que quería trabajar en esa emisora. Ese pedido lo hacía todos los días, hasta que en un momento —y creo que por cansancio— me dieron entrada en un programa infantil.

Profesionalmente comienzo a laborar en esa emisora granmense cuando culmino mi servicio militar.

¿Por qué la radio es su vida?

Estar en los estudios de radio desde los 10 años es una vida. Además, la radio es el medio que mejor me permite realizar y comunicar mis proyectos, compartir con los públicos parte de mi vida y, por supuesto, retroalimentarme con sus historias.

¿Cuál es su principal compromiso como hombre de radio?

Pues, que los públicos se identifiquen favorablemente con mi obra y se sientan bien acompañados. Para eso es imprescindible que esa obra sea una realización artística útil, aspectos que son parte del respeto a los oyentes y a la profesión. Ese, sin dudas, es mi principal compromiso.

Entre las experiencias de su vida está haber sido fundador de la Televisión Serrana. ¿Qué lugar ocupa esa experiencia?

Sí, esa experiencia ocupa un lugar privilegiado en mi vida porque me dio la oportunidad de entrar en contacto directo con otras realidades: las del campesinado. Además, me mostró otras formas de hacer arte, y cómo debían tratarse las historias de vida.

Pero, además, y no por último menos importante, la Televisión Serrana visibilizó rostros y voces, historias, vivencias, encuentros y desencuentros de nuestros campesinos que en modo alguno es peyorativo. Puedo asegurar que, a partir de ese momento, mis proyectos para la radio maduraron.

Agradezco a Daniel Diez la oportunidad que me ofreció, al igual que otros compañeros, de ser parte inicial de esa televisión, que desde su fundación el 15 de enero de 1993 es patrimonio y orgullo nacionales.

Cordoví es muy conocido como director del programa Cuba Tonight y hoy también lidera Radio Metropolitana, ¿qué retos le exigen estos dos lenguajes, uno para un público foráneo y el otro, el de la capital?

El dirigir una emisora de radio también tiene su arte. Dirigir un programa o una emisora requiere de la aceptación de los públicos por lo que haces. El director de programas procura que su espacio sea admitido como líder dentro de la programación y el de una emisora, más que director, debe de procurar que lo reconozcan como líder. Esos son los retos fundamentales.

De miras al futuro más inmediato, ¿cuáles son sus principales proyectos?

Tengo muchos proyectos. Entre ellos teorizar sobre la radio, hacer programas donde los públicos protagonicen los mismos, pero como entes activos en la gestión de sus contenidos. No me quejo por dirigir una emisora de radio, pero añoro mucho volver a dedicarme a la creación artística.