Alberto Garbayo, radialista por convicción
El Centenario de la Radio Cubana es motivo suficiente para acercarnos a la vida de quienes han escrito su historia.
Uno de los reconocidos en estos días con el Sello Conmemorativo por el aniversario es Alberto Garbayo, prestigioso realizador de sonido, con más de medio siglo de experiencia en la labor.
Dialogar con el carismático artista aportó mucho al conocimiento sobre detalles de la emisora Radio Ciudad de La Habana (94.7 FM y 820 AM), donde labora desde 1980.
A la interrogante de por qué escogió la radio como medio para realizarse profesionalmente la respuesta fue: “Primero porque es un medio muy poderoso, que está presente en las más disímiles circunstancias y que comunica mucho”.
En mi caso particular sin ella no puedo vivir, comencé aquí con 17 años de edad, en la emisora Radio COCO en 1971, cuando todavía su director era el antiguo dueño Guido García Inclán y estaba ubicada en la calle 10 entre 17 y 19.
Posteriormente, en el año 80 cuando Guido dejó de existir, la emisora pasó para J y 15, y de ahí salí para Radio Ciudad de La Habana, dónde he permanecido hasta hoy «.
Varias fueron las labores desarrolladas por Garbayo en la radio como operador de sonido, editor y grabador, hasta que se restructuró la especialidad y surgió la plaza de realizador de sonido, que incluye transmisión de cabina, edición y grabación.
A lo anterior se suman sus incursiones en la dirección con el programa Buenas noches Ciudad y como escritor del espacio Radio Luna, que hasta hace muy poco formaba parte de la parrilla de programas de la planta matriz de la capital cubana.
A la retroalimentación entre RCH y Alberto Garbayo también comentó: “Ambos nos hemos aportado muchísimo, quienes me conocen saben que esta emisora es parte de mí, y aquí con mi estilo, mi forma de ser y la influencia que puedo tener en mis compañeros, he tratado de inculcarles el estilo que ha tenido la emisora desde sus inicios, para que siga siendo La emisora joven de la capital…».
Sus experiencias y prestigio han hecho de este hombre un maestro de generaciones, formando, guiando y acompañando en su desarrollo a no pocos colegas.
Su labor como miembro de la Comisión Nacional de Evaluación de Realizadores de Sonido lo ha obligado en no pocas ocasiones, a emitir criterios sobre el trabajo de varios de sus discípulos.
A los aportes de esa relación se refirió en las siguientes reflexiones: “Es verdad que he formado a muchos muchachos como realizadores de sonido, algunos de ellos han sido mis compañeros en esta estación radial durante años (Frank Carvajal, Vladimir Labrada y Pedro Berrayarsa son algunos).
“Para ellos he sido una motivación especial, al tiempo que me han sido excelentes impulsores”.
“Tal vez inconscientemente reflejan mis enseñanzas en su labor diaria, y yo cuando necesito conocer algo sobre tecnología, la forma de realizar algún programa u otros temas, me apoyo en ellos y en sus conocimientos, así todos salimos beneficiados y fortalecidos”.
De la parrilla de programas (de antes y de ahora) de RCH sus preferidos han sido Pizarra Azul (Daysi Herrera) y Hola, qué tal (Gladys Goizueta), ambos fuera del aire desde hace varios años.
De los programas actuales siente especial atracción por Café Ciudad, Los grandes todos, Al compás de… y Hablar de poesía.
“También me siento muy cómodo con los espacios informativos, disfruto mucho la realización de propagandas y mensajes de bien público, así como los noticieros”.
Los años que lleva en RCH hacen de Garbayo una voz autorizada para valorar los elementos que aún quedan de los inicios y lo que falta para cumplir a cabalidad con su encargo social, en ese sentido puntualizó: “De los inicios quedan los deseos de hacer, la calidad humana y el compromiso de los profesionales que integran el colectivo.
“Pero faltan elementos que pueden lograr un mejor trabajo, por ejemplo, mayor disciplina y una programación más variada en la que se vean reflejados los jóvenes de todos los sectores y estratos”.
Su recomendación hacia los que se acercan a la profesión fue el punto final del diálogo: “A quienes gusten de esta labor les puedo aconsejar que estudien y se preparen bien, que se acerquen a quienes tienen más experiencia y que no sientan pena de preguntar”.
“Estar en la cabina implica mucha responsabilidad con lo que sale al aire y mucho respeto hacia el oyente”.
Texto y foto Digna Rosa Pérez