Cercanías indispensables
Tercera Convención de Radio y Televisión Cuba 2018
Vivimos en un sistema-mundo donde acontecen procesos de reconfiguración dada la convergencia de novedades y exigencias del periodismo digital, la socialización de contenidos en función de la masificación de la cultura, los usos de blogs, facebook, youtube, twitter.
En el campo de la enseñanza coexisten experiencias aportadas por colecciones de software educacionales, laboratorios virtuales y colecciones digitales, estos materializan que las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) constituyan un complemento del aprendizaje docente.
De las TIC forman parte software, servicios de acceso a informaciones relacionados con las computadoras, la telefonía, la Radio, la Televisión.
Guiones y realizadores de ambos medios son conscientes del complejo panorama, en el cual mantiene supremacía la digitalización del mundo que transforma a gran velocidad las informaciones en rápida circulación mediante segmentos abiertos por la red.
De igual modo, el sistema educacional y los medios audiovisuales desempeñan un papel protagónico en la formación de las generaciones, basada en un sistema de valores universales y el fomento de la coexistencia humana dado el conflictivo entorno de disparidades ideológicas, recurrentes confrontaciones bélicas, la falta de entendimiento entre las personas.
El desaparecido escritor Alberto Luberta Noy es recordado en la Tercera Convención de Radio y Televisión Cuba 2018, celebrada en Varadero del 6 al 9 de junio. En ese evento, artistas, técnicos y otros expertos abordarán tópicos de la sapiencia del intelectual comprometido con su obra de bien público.
Según consideraba Luberta: “el creador tiene la responsabilidad social de resaltar valores, brindar, consolidar, perfeccionar el gusto, el desarrollo de la cultura de los públicos”.
Durante más de cuatro decenios escribió para el programa más popular de la Radio Cubana: Alegrías de Sobremesa (Radio Progreso). En cada emisión se propuso preservar nuestra identidad desde el humor y la picardía que nos caracteriza. Para él, fue esencial dejar un mensaje, divertir y motivar reflexiones.
Sus preceptos contribuyen a mantener cercanías indispensables con las audiencias. Estas no se improvisan, requieren estrategias, cientificidad, dominio de los lenguajes y las estéticas de la radio y la tv.
No olvidemos que los nuevos sujetos (usuarios, internautas) y las formas de mediatización influyen en el campo de prácticas sociales discursivas de la vida.
Por ello, se han de privilegiar con la intencionalidad requerida producciones de los telecentros, portadores de lo que ocurre en provincias y municipios, amplificar las voces de los oriundos de cada región.
El hecho de mantener vínculos estables con la oralidad cultural, en tanto ámbitos simbólicos de lo urbano, lo rural, propicia acercamientos a universos desconocidos. Los más jóvenes poco conocen la riqueza de los bailes populares y las versiones coreográficas del Ballet Nacional de Cuba, en el cual descuellan talentos formados en el sistema de enseñanza artística. Sin duda, hay que aprovechar la articulación de lo público, el interés común, el espacio ciudadano, la interacción comunicativa para hablarnos, entendernos mejor.
La televisión tradicional mantiene su gran novedad de llegar a los hogares con emisiones que marcan pautas en el quehacer cotidiano, lleva a las pantallas nuevos modos de seducir en una cultura conformada a retazos, en la cual las distintas piezas se unen en una red, configuran un proyecto de vida en el que muchos humanos se reconocen.
No escapa a la percepción de las mayorías que la estructura de los textos audiovisuales contienen signos, estos deben ser analizados como fenómeno socio-histórico y dispositivos pensantes.
Mediante la tecnología convertida en un ecosistema comunicativo, se rearticulan las relaciones entre comunicación y cultura. Los medios de comunicación audiovisuales participan en el diario acontecer de las personas, de ahí su sentido y alcance en la construcción de aspiraciones, proyectos, aunque quizá no lo percibamos, forman parte de nuestra existencia con disímiles provocaciones.
